𝟶𝟷𝟿

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- ¿Cuándo pondremos en marcha el plan? - Yeonjun llevaba mucho tiempo esperando por una señal.

- Se paciente, si quieres que el plan salga bien, debes esperar. - Contestó Jb.

- Pero es que... ¡¿Cómo es posible que mientras yo estoy fuera, Wooyoung se este acercando a San como si fuera un puto perro abandonado?! - El grito despertó a Mark, quien dormía tranquilamente en el sofá.

- ¿Y qué esperabas?, ¿Qué San estuviera buscándote como imbécil?, sabes que a San no le importas. - Contestó Mark, después de que al fin pudo levantarse.

- E- Eso no es verdad, yo se que San me ama, simplemente... - Guardó silencio. - Simplemente está confundido.

- Bien, lo que digas. - Jb simplemente dejo de escuchar al peli azul y se fue hacia quién sabe dónde.

Yeonjun salió de esa casa y comenzó a caminar, no tenía un rumbo fijo, simplemente quería despejar su mente, ahora que lo pensaba, ¿De verdad estaba haciendo las cosas mal?, ¿Estaba confundiendo las cosas con San?, ¿Deberia dejarlo ser feliz con Wooyoung? Esas y otras preguntas se repetían en su cabeza, quizás realmente necesita darse unos días de descanso, lejos de San, lejos de Wooyoung, lejos de todos y todo.

En ese momento, había decidido ir a casa de San, a buscar sus cosas, creía que Wooyoung y los demás ya no estaban ahí, quería despedirse de San, aunque sabía que lo volvería a ver cuándo llevará a cabo su plan. Cuando llegó a la casa, no espero ver a Hyuna y Dawn en la entrada y mucho menos ver a Wooyoung, aparentemente buscando algo o a alguien.

- ¿Qué hacen? - No quería tener problemas en su último día en esa casa, por lo que trato de ser lo más amable posible.

- Buscamos a San. ¿Lo has visto? - El peli azul negó.

- En realidad, también venía a buscarlo. Déjame lo llamo, a ver si ya viene o dónde estará. - Los demás asintieron. Marco el número de San, no contestaba. Lo volvió a llamar, sin respuesta, hasta la tercera vez. Ahora, última vez que lo llama, contestó.

- ¿Diga? - La voz de San se hizo presente junto con una risa irónica.

- ¿Sannie?, ¿Dónde estás? - Wooyoung sintió una opresión en el pecho, al escuchar como Yeonjun llamó al mayor.

- ¿Dónde estás tú?

- En tu casa. ¿Por qué?

- Deberías ver las noticias. - Corto la llamada.

Yeonjun no espero más tiempo y entro corriendo a la casa, llamando la atención de las personas que se encontraban en la sala de estar. Siwon miraba a Yeonjun con el ceño fruncido y luego miró a Wooyoung quien, al notar la mirada del hombre, simplemente se encogió de hombros.

- ¡Prende la televisión! - Seonghwa, quien se encontraba más cerca del control remoto, le hizo caso un poco extrañado.

- Estamos aquí transmitiendo en vivo desde el banco central de Seúl. Al parecer, las autoridades fueron advertidas de un intento de robo con intimidación, ejecutado por un chico de aproximadamente 24 años, de cabello de negro, quien según informan en estos momentos se encuentra dentro del establecimiento, el cual ven en pantalla.

En el video se lograba observar cómo la policía rodeaba el lugar, ya sea con sus vehículos o personalmente. Los chicos estaban confundidos, ¿Por qué estaban viendo esto?, estaban a punto de apagar la televisión, pero lo que pasó a continuación los sorprendió.

- ¡Te tenemos rodeado!, ¡Sal con las manos en alto! - Se logró distinguir la voz de un policía.

Lo dicho por el policía pudo haber sido muy estúpido, pero cuando las puertas del banco se abrieron y el chico salió a la calle, todos jadearon. Choi San se encontraba en la entrada del banco, con sus manos en alto, tal como dijo el policía, se encontraba con el antifaz que solamente los miembros de su mafia conocían, en su rostro se encontraba una pequeña sonrisa ladina.

- San, ¿Qué es lo que hiciste? - Susurro Hyuna, al ver como el pelinegro se entregaba a la policía.

[...]

- ¿Qué haces aquí? - Seo Joon miraba al chico frente a él.

- Vine a verte. - Sonrió.

- San tu no deberías estar aquí.

- ¿Y tú sí? - Seo Joon asintió y San bufo. - Vamos Joon, he hecho cosas peores que tú.

- Sannie, por favor. Vete. - El mayor se dio vuelta, dándole la espalda al pelinegro.

- ¿Tienes idea de lo que arriesgué para venir a verte?, ¿Del problema en el cual me metí, simplemente para poder entrar aquí? - San suspiro frustrado. - Aunque sea, haz que este momento valga la pena.

- San, sigo insistiendo, no deberías estar aquí. No soy familiar tuyo para que estés aquí. - Miro al chico.

- Eres mi padre.

- No, San. Sabes que tu padre es... - El menor lo interrumpió.

- No lo digas, no digas su nombre.

- ¿Sabes que veo, cada vez que actúas así? - El menor negó. - Veo a ese chico. Castaño, de apenas 21 años, que estaba frente a mi puerta, buscando un lugar donde dormir. Te veías tan vulnerable, siempre a la defensiva, tienes argumentos para todo. - Los ojos de Seo se cristalizaron. - Nunca aceptabas tu error, siempre decías que el error era de los demás. Aun no entiendo porque te quedaste, sabiendo que no éramos nada.

- Me quede, porque fuiste la única persona que no me conocía, me quedé, porque a pesar de mis acciones, nunca me juzgabas. Me quede, porque actuaste como el padre que siempre quise, como el hermano mayor con el que siempre podría contar. - La voz de San se quebró.

- Ahora podrías tener al padre que siempre quisiste. Sabes que Siwon se esfuerza por ser un buen padre, está haciendo lo posible por estar contigo. - San comenzó a negar frenéticamente. - San dale una oportunidad.

- ¡No sirve de nada que se esfuerce ahora, si cuando yo lo necesite no estaba ahí! - Alzó la voz, mientras pequeñas lagrimas recorrían sus mejillas.

- San, tu no eras así. - Seo Joon se levantó y se acercó a San.

- Tu querías que fuera así. - Susurro.

- Yo quería que te convirtieras en una persona fuerte, amable, que supiera aceptar sus errores y aceptar que no toda la gente es mala. Nunca pensé que te convertirías en esto. - Apunto al chico. - Nunca creí que llegarías a convertirte, en la persona que tanto odias. Conocí a Siwon cuando tenía tu edad, eres exactamente igual a él.

- No, no, no, no. - San lloraba de frustración, había sido un error entrar allí. - Soy mucho mejor que él.

- Si quieres ser mejor que él, debes dejar que ese chico vuelva. No debes ser Satán, no el mafioso, debes ser San, el San que sé que todo el mundo quería.

Aunque sonará imposible, Seo Joon logró percibir cómo la mirada de San se oscurecía, ahora su rostro tenía una expresión neutra, pero, aun así, las lágrimas caían por sus mejillas.

- Ese chico ya no está aquí, está enterrado en lo más profundo de aquí. - Apuntó su pecho. - Está en el lugar, donde un débil como él, pertenece, donde ya no siente amor, ni tristeza, ni dolor, solo odio y rencor. Y nada ni nadie podrá sacarlo de allí.

- ¿Acaso lo olvidaste? - San elevo una ceja, confundido. - Si ahí alguien que puede sacarlo de ahí, y puede hacerte sentir muchas cosas, que creías nunca volverías a sentir. Jung Wooyoung es capaz de hacerte sentir muchas cosas, como ya dije dale la oportunidad.

Antes de que San pudiera responder, un amigo de Hyung Sik abrió la puerta de la celda, indicándole al pelinegro que era hora de salir de allí. San se levantó mirando por última vez a Seo Joon, pero se detuvo antes de salir.

- Hay cosas que tu no entiendes.

- No, no las entiendo, pero tú sí. Tienes la oportunidad de cambiar las cosas, dime San, ¿Las arreglaras o simplemente dejaras que se destruyan?

𝐖𝐡𝐨 𝐚𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora