𝐖𝐡𝐨 𝐚𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮?

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- ¿Sabías que mi papi hacia salidas nocturnas conmigo? - Preguntó Wooyoung, quien estaba sentado al lado de San en el auto.

- Seonggie, te quiero. - Hablo Hongjoong.

Okey, Seonghwa y San no esperaban encontrarse en esta situación. Antes de que salieran de la casa, se encontraron con sus novios sentados en uno de los sofás de la sala, mirándolos fijamente.

- ¿A dónde vas, Choi San? - Preguntó Wooyoung cruzándose de brazos.

- ¿Ibas a salir sin mí, Park Seonghwa? - Hongjoong frunció el ceño.

- Woo, ¿Qué haces despierto?, creí que estabas dormido. - San se acercó al rubio, quien lo miraba con los ojos entrecerrados.

- No respondas mi pregunta con otra, Choi San. - Amenazó. - ¿Puedo ir contigo?

El peli negro se giró hacia la otra pareja, que se encontraba discutiendo a unos cuantos metros más apartados de ellos. Volvió a mirar a Wooyoung, quien lo miraba con un pequeño brillito en los ojos, pero no lo expondría al peligro.

- No, Wooyoung. - Hablo seguro. - No iras y será mejor que...

- T- Tu n- no m- me q- quieres. - Sus ojitos se cristalizaron, haciendo que San entrara en pánico.

- W- Woo, no llores, ¿Sí? - El rubio había cubierto su rostro con sus manitos. - Esta bien, puedes ir.

El rubio alzo su cabeza de inmediato, desconcertando al mayor, ya que, en vez de lágrimas, una gran sonrisa decoraba el rostro de su novio. Cuando el menor se acercó a él, besando su mejilla y diciéndole que era el mejor, lo supo, había sido engañado por ese tierno chico, es por eso que había corrido tras él.

- Tu pequeño demonio. - Cuando llego hacia él, le agarro de la cintura y lo volteó, haciendo que quedaran cara a cara.

- ¿Qué pasa, Sannie hyung? -Sonrió, tratando de verse inocente.

San sin decirle nada, se comenzó a acercar a él, sintiendo como sus respiraciones se comenzaron a mezclar, el peli negro sentía como el menor temblaba entre sus brazo por su cercanía. Sin darles mas vueltas al asunto y antes de que la otra pareja saliera de la casa, San junto sus labios con los de Wooyoung, comenzando con un pequeño beso que hizo al rubio suspirar.

Sus labios se movían en un pequeño vaivén que ambos disfrutaban, las manos de San acariciaban la cintura del menor con delicadeza, mientras este mantenía sus brazos alrededor del cuello del peli negro. Ambos se sentían en el cielo, pero tuvieron que separarse por la falta de aire, San sin permitir que el menor se separara de él, poso su frente sobre el hombro de Wooyoung formando un cálido abrazo.

- Te amo, pequeño. - Susurro en su oído antes de separarse y comenzar a caminar hacia el auto.

Y ese es el pequeño resumen del porque se encontraban en esta situación en este momento, sin darse cuenta, llegaron al lugar y bajaron del auto, San le ordeno al chofer que esperara unos minutos a lo que este solo asintió, se acercó a la gran puerta y con ayuda de Seonghwa, derribaron la entrada, bajo la mirada sorprendida de Wooyoung y Hongjoong.

- ¿Q- Qué hacen? - Pregunto de peli azul.

- Buscando una forma de entrar. - Seonghwa se acercó a Hongjoong.

- P- Pero pueden tocar la puerta. - Wooyoung miraba como San se pasaba una mano por el pelo.

- Así no sería divertido. - San se encogió de hombros y entró en la casa.

Seonghwa, Hongjoong y Wooyoung siguieron a San dentro de la casa y se sorprendieron al verlo tan tranquilo mientras un hombre le reclamaba por haber irrumpido en su propiedad.

San con ayuda de sus hombres, que sinceramente nadie sabía de dónde habían salido, lograron atar de manos y pies al hombre y a su esposa, a pesar de los gritos y forcejeos de la mujer y los golpes al aire del hombre.

- Por favor, no le hagas daño a mi hijo, es sólo un bebé. - Dijo la mujer llorando.

San en ese momento se giró hacia un pequeño cuarto que se encontraba al lado de la sala. Al centro del cuarto, se pudo ver una pequeña cama, dónde se encontraba un niño pequeño de aproximadamente 6 años, quién dormía profundamente sin saber el terror que estaban sintiendo sus padres.

San dio una mirada rápida a la pareja y comenzó caminar hacia el cuarto donde estaba el pequeño. La madre del niño gritaba histérica tratando de soltarse de las ataduras, cosa que hizo enfureceré al peli negro.

- ¡Hagan que cierre la maldita boca! - Grito y sus hombres acataron las órdenes.

Colocaron una cinta sobre la boca de la pareja, Wooyoung miraba a San un tanto nervioso, tenía miedo de lo que podría llegar a hacerle a ese niño tan inocente. Antes de que su novio llegara a la cama del niño, el rubio de adelanto corriendo hacia él y colocándose delante, bloqueándole el paso.

- ¿Qué haces? - Preguntó con él ceño fruncido.

- D- Déjame hacerme cargo de él. - San suspiro pesado.

El peli negro trató de avanzar, con el propósito de ignorar a su novio, pero este lo empujó haciendo que se alejara de la cama aún más. Wooyoung cargo al niño entre sus brazos y lo acurrucó contra su pecho protegiéndolo del contrario.

- ¡Wooyoung, maldita sea! - Grito aún más furioso, tras la actitud de su novio.

- A- Aléjate, no d- dejaré que le hagas d- daño. - Esta vez, Wooyoung paso por al lado de San ignorándolo, para poder acercarse a Hongjoong, quien rápidamente cubrió al pequeño niño entre los brazos del menor, con su chaqueta.

- ¿Saben algo? Ya me harté. - San se acercó hacia el hombre y comenzó a golpearlo en el rostro.

Lo golpeaba y lo golpeaba hasta que la nariz del hombre comenzó a sangrar, pero eso no lo detuvo, es más, siguió golpeándolo hasta estuviera a punto de perder la conciencia, sacó su arma, le quito el seguro y sin más le disparo al hombre entre las cejas.

- Señor, ¿Qué hacemos con ella? - San se volteó hacia el que preguntó, notando la depravada mirada que le dirigía a la mujer.

- Ustedes nada, yo me encargo.

- Pero jefe... - Fue interrumpido por una bala atravesando su pie.

- ¿Dijiste algo? - El hombre negó, soportando el dolor, pero se le hacía imposible.

- Quiero a todos fuera de aquí ahora. - Ordenó San.

Sin decir nada todos los demás salieron del lugar, dejando al pelo negro y a la mujer solos, ella no era capaz de siquiera mirar los zapatos del mafioso, San se puso de cuclillas frente a la mujer y le quitó la cinta de la boca.

- Lamento todo esto,pero puedo explicarlo. - Comenzó a hablar. - Ese maldi... Su esposo trató de asesinar a un miembro de mi familia, y todo esto es solo una pequeña parte de lo que ese imbécil se merecía. - Se levantó. - A usted no teníamos pensado hacerle algo, pero dadas las circunstancias y los detalles de que usted es consciente de nuestros nombres, debemos encargarnos de ese pequeño detalle. - Notó cómo la mujer tembló. - Y otra cosa, quédese tranquila que a su hijo no le haremos daño, es más lo voy a criar como uno de nosotros.