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En la fiesta.

- ¿Cómo es posible que el anfitrión de la fiesta demore tanto en llegar? - Susurra con frustración Wooyoung.

Se sentía completamente perdido, era la primera vez que se encontraba rodeado de gente perteneciente a alguna mafia, los chicos, según ellos, se habían separado para buscar alguna pista, pero sinceramente no les creía.

Estaba nervioso, sentía un par de miradas sobre él y uno que otro comentario indecente acerca de su trasero, el cual trataba de ocultar lo más posible. Justo en el momento en el que divisa a un viejo acercarse a él. Siwon se adelanta, pasando un brazo por sus hombros.

- Tranquilo, te llevaré con los chicos. - Susurra en su oído, a lo que solo puede asentir.

Cuando literalmente, recorren todo el salón hasta llegar a uno de los costados de la entrada principal, logra divisar a los chicos, quienes, al verlo, trataron de esconderse detrás de los chicos de Stray Kids.

- Hijos de sus hermosas madres. ¿Cómo se les ocurre dejarme solo en medio de todos eso hijos de puta?

- Lo sentimos, ¿Okey? - Hablo Hongjoong.

- Se nos olvidó que estabas por ahí. - Hablo esta vez Yunho.

- Oigan, ¿Alguien ha visto a San? - Pregunto Yeosang en voz baja.

- No, se supone que debería estar aquí. - Byeongkwan se acercó hacia ellos.

- Mhm.... ¡Soobin! - Llamó Siwon a un chico pelinegro que se dirigía hacia la salida.

- ¿Si señor? - Habló una vez llegó hacia ellos.

- ¿Has visto a "Satán"? - Pregunto Byeongkwan.

- El señor "Satán", salió unos diez minutos después de que ustedes se fueran, desde entonces no hemos tenido información sobre él. - Explicó con voz suave.

- Oh, okey. Gracias Soobin. - El chico se despidió con una reverencia y salió de la casa.

- ¿Dónde se habrá metido? - Susurró Siwon para el mismo.

[...]

- ¡¿Dónde estás?! - Se escuchó el grito de Hyuna, a través del teléfono.

- Ay, ¡Lo siento! - Respondió San. - Voy llegando, estaba atendiendo unos asuntos importantes. ¿Estás con Dawn?

- Si, y créeme cuando te digo que quiere golpearte.

- Yo también lo voy a golpear.

- ¿Y por qué?, ¿Qué te ha hecho?

- ¡Ja!, Él puede golpearme, pero yo a él no, ¿Verdad? - San sonríe, ya que, al llegar a casa, logra divisar a Hyuna vestida con un hermoso vestido rojo, con una abertura en su pierna derecha, que resalta su figura. - Por cierto, te ves hermosa.

- ¿Qué? - Hyuna voltea y logra ver el auto negro de San.

- Llegue preciosa. - Corta la llamada y baja del auto.

- ¡Al fin! - Lo abraza. - La gente de allí dentro está histérica, creyendo que se quedaron sin "El líder de la mafia", solo porque no has llegado.

- Idiotas. - San al separarse del abrazo, siente un golpe en su hombro.

- ¡No abraces a mi novia, Choi! - Dawn bromea y abraza a Hyuna por la cintura.

- ¡Suelta a mi chica, Dawn! - Le sigue el juego.

San y Dawn comenzaron a golpearse suavemente, en forma de broma, mientras Hyuna solo ríe mirando la escena. Los chicos que estaban de turno como guardias, miraban la escena atentos, por primera vez veían a San reír de esa forma.

Luego de un rato, ambos chicos dejaron de jugar y comenzaron a arreglar sus ropas.

- Ahora, a hacer mi entrada.

Los tres chicos se dirigieron a la puerta, San iba delante, Hyuna detrás a su lado izquierdo y Dawn a su lado derecho. Cuando las puertas están a punto de abrirse, San las detiene, ya que recién había comenzado la canción "River" de Bishop Briggs. Cuando llega la parte del coro, San empuja las puertas, abriéndolas al instante, llamando la atención de todos dentro del salón. Hyuna y Dawn ríen entre dientes, por la gran entrada de San.

- Cuando dijo "Hacer mi entrada", creí que iba a entrar por la ventana. - Habló entre risas Dawn.

San al escuchar eso, lo miro fulminante, mientras mordía su labio inferior, reteniendo una carcajada.

- Deja de molestarlo. - Hyuna golpe su cabeza.

San se detuvo en medio del salón, siendo seguido de los dos chicos detrás de él. Todas las demás personas, hicieron una inclinación mostrándole respeto al mafioso.

- Levántense. - Habló San y todos acataron la orden. - Disfruten la fiesta.

[...]

- ¿Ese es San? - Hablo Mingi, mirando hacia la entrada, por donde aparecía el pelinegro, seguido de una chica pelinegra y un chico rubio.

Todos voltearon hacia la entrada, observando como San caminaba hacia el centro del gran salón. Cuando este se detuvo, todos los mafiosos hicieron una reverencia y los chicos solo atinaron a imitarla.

- Levántense. - Todos lo hicieron. - Disfruten la fiesta.

Tras decir eso, se volteo hacia sus acompañantes y se acercó a ellos. Intercambiaron un par de palabras, le dio un apretón de manos al chico, a la chica, la abrazó por la cintura, dándole un beso en la mejilla y se perdió escaleras arriba.

A los minutos después, el mafioso apareció por las escaleras, su vestimenta llamó la atención tanto de chicos, como de chicas. Consistía en una camisa de color negro, un pantalón de vestir del mismo color y unos zapatos relucientes. La ropa ajustada resaltaba su cuerpo, la camisa daba a relucir su tonificado torso y el pantalón marcaba sus anchas caderas.

Al pisar el último escalón, un montón de gente se le acercaron con la intención de conversar o tal vez de algo más. Los chicos a lo lejos, miraban con impresión las acciones del pelinegro, nunca creyeron que San lograría ser tan conocido y temido por la mayoría de la gente, pero a la vez se sentían orgullosos de que el pelinegro lograra lo que tanto quería.

Wooyoung miraba fijamente al pelinegro, ¿Desde cuando era tan ardiente?, esos cuatro años escondido, le habían beneficiado demasiado. No sabían cuánto tiempo había pasado desde que llegaron a esa fiesta, pero lo que sí sabían es que ya era de noche. Los chicos, nuevamente dejaron a Wooyoung completamente solo y esta vez no tendría a alguien que lo salvara de los asquerosos viejos que se le acercaron, ofreciéndole dinero a cambio de los que ellos llamaban "Una buena follada". Pero, llegó un momento donde uno de esos viejos se detuvo a unos pasos delante de él, solo para mirar detrás Wooyoung e irse rápidamente hacia otro lugar.

- ¿Necesitas compañía?

𝐖𝐡𝐨 𝐚𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora