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- ¡Se veía igual de hermoso que antes! - Yeosang le explicaba a Mingi, el cómo había sido su encuentro con Jongho. Mingi solo se limitaba a escuchar.

- Siempre dices lo mismo, incluso aunque fuera la persona más horrenda del mundo, para ti siempre sería perfecto. - Mingi se ganó un golpe de parte de Yeosang.

Justo en ese momento llegó Wooyoung, con una cara de sueño tremenda, se quedó mirando a ambos chicos sentados en el sofá y se acercó a ellos, sentándose entre medio.

- ¿Te paso un camión por encima o qué? - Pregunto Mingi.

- Estoy cansado. He tenido demasiado trabajo, además de que tengo que hacer el plan para atrapar a Satán-... -Fue interrumpido.

- Alto, alto, alto... ¿Satán?, ¿El mafioso perfecto?, ¿El rey de la mafia?, ¿Ese Satán? - Yeosang estaba sorprendido.

- ¿Lo conoces?

- Todo el mundo lo conoce, pero ¿Esto tiene que ver con el trabajo que hará Jongho?

- Veo que si te lo dijo. Bueno, sí, eso tiene que ver demasiado.

- Oigan, hablando de mafias y todo eso. Ayer, vi a Siwon. - Hablo Mingi, ganándose la atención de ambos chicos.

- ¿No que estaba en otro país?, digo, todos los medios dijeron que se había ido, no creo que eso haya sido posible. - Trato de razonar Yeosang.

- ¡Lo se!, pero te juro que era idéntico a él, hasta me miró y yo como el cobarde que soy salí corriendo.

- Siento que esto es parte de algo, pero no entiendo de que. Ahora lo que falta es que San reviva y nos venga a salvar. -Hablo con ironía Yeosang, cayendo en cuenta de lo que había dicho.

Wooyoung se mordió el labio, ese sentimiento de culpa, crecía cada vez más, en solo pensar que él había sido el causante de la muerte de San, porque si San no hubiera tratado de salvarlo, él seguiría vivo, si Wooyoung no hubiera aparecido en la vida de San, este no hubiera tenido problemas con su padre. Sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas, por lo que rápidamente se levantó y salió de la casa, sentándose en el jardín.

[...]

El pelinegro se sentó en su oficina, estaba cansado, tanto trabajo y entrenamiento, lo dejaba exhausto, su antifaz se encontraba sobre la mesa, en su mano derecha sostenía una copa de vino, mientras que la otra la mantenía sobre su rostro y sus ojos se encontraban cerrados.

La puerta se abrió, el pelinegro no necesitaba abrir los ojos para saber de quién se trataba.

Yeonjun cerró la puerta de la sala y se quedó parado a su lado, luego de un rato se acercó al pelinegro y se sentó en su regazo, este inmediatamente abrió los ojos y lo miró con el ceño fruncido.

- ¿Necesitas algo? - La voz gruesa del pelinegro, no le sorprendió a Yeonjun, ya que se había acostumbrado a escucharla.

- Te ves estresado, déjame ayudarte. - Dijo con voz coqueta, mientras comenzaba a mover sus caderas.

El pelinegro lo sujeto, deteniéndolo, no estaba de humor para eso en ese momento. Sabía que el chico no había venido solo para eso, nunca lo visitaba a menos que haya pasado algo o que él lo busque.

- Se que no viniste por eso, dime qué pasó y vete. - Yeonjun se bajó del regazo del pelinegro y se sentó frente a él.

- Bien, tu padre ha vuelto a robar de nuestro cargamento, pero lo peor es que es tan imbécil, que aún no sabe la verdadera identidad del gran "Satán". - Soltó una risa sarcástica. - También, alguien de nuestro equipo descubrió que hay un nuevo oficial a cargo de tu caso.

El pelinegro rió secamente, otro idiota tratando de atraparlo, otro idiota que terminaría sin trabajo o si es que se le da la gana.... Sin vida.

- Que me atrapé si es que puede. - Se levantó de su silla y salió de aquella sala.

Yeonjun solo lo vio irse y cuando esté ya no estaba ahí, soltó una risa, esta vez divertida.

- Oh, si tan solo supieras de quien se trata mi querido San.

[...]

Yeosang se sentía demasiado mal por lo que había dicho, es por eso que salió para poder hablar con el peli morado, cuando salió de casa lo encontró sentado en el pasto.

- Es una bonita noche, ¿No es verdad?

- Lo extraño.... - Wooyoung estaba llorando. - Fue mi culpa, sabía que debía alejarme de él, sabía que estaba mal enamorarme de él, pero no, tenía que enamorarme de él, tenía que depender de él. Si tan solo, él hubiera saltado conmigo, si tan solo me hubiera dejado ir, el seguiría vivo.

- Woo, no es tu culpa. El solo quiso protegerte, quiso salvarse, porque sabía que, a pesar de morir, nunca se perdonaría si algo te hubiera pasado, él te amo y créeme cuando te digo, que nunca había amado tanto a alguien como lo hizo contigo. Yo... - Hizo una pausa. - Lamento lo que dije. Pero, mira si hay una posibilidad de que te vuelvas a enamorar, no lo dejes ir, no seas un cobarde como yo.

- Gracias, por estar aquí. - El semblante triste de Wooyoung, cambio a una gran y radiante sonrisa.

- No es nada. Se que no debería preguntar esto ahora, pero ¿De qué trata el plan que harás para resolver el caso?

- Oh sí. ¿Recuerdas la vez que San nos dijo que, para atrapar a la mafia, debíamos actuar como la mafia? - Yeosang asintió confundido. - Pues verás...

Así Wooyoung comenzó a contarle su plan a Yeosang, era un plan brillante eso había que admitirlo, pero a la vez era demasiado peligroso. Un movimiento en falso y todo el plan se iría a la mierda.

- Es por eso, que necesito tu ayuda, necesito que seas parte del equipo.

- Sabes que deje la mafia hace mucho, pero lo haré, por ti y por la memoria de San.

𝐖𝐡𝐨 𝐚𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora