CAPÍTULO 13
En donde acaba el olvido
Siempre será más fácil declarar batalla a otros,
que a uno mismo.
C.K.
En el momento en el que me di cuenta de que las cosas no podrían haberse presentado de una peor manera, de inmediato me retracté y me dije que tampoco estaban tan mal.
Llevaba ya algunos días relacionándome mejor con Lian y me sentía tranquila al recordar la amistad tan hermosa que siempre habíamos tenido. Seguido paseábamos juntos por el jardín de la casa, él, con ayuda de un bastón porque todavía no estaba lo suficientemente fuerte para poder hacerlo por sí mismo; a veces veíamos películas juntos o él intentaba recordar piezas de piano, mientras yo leía en la sala.
Ylean también estaba ya mucho más tranquila, sabiendo que Lian había tomado lo del accidente y lo de nuestra relación, con la suficiente madurez y comprensión posibles; así que también pasaba tiempo con nosotros, a menos que tuviera otras cosas que hacer.
Ese día, estando en la sala, escuchando a Lian tocar una pieza de piano que no pude reconocer, mi mente vagó hacia algunos días antes, cuando mi hermano había hecho de desayunar para ambos y me había dado una buena sorpresa.
Su expresión al dejar mi madre la sala, fue de completa agonía. Posiblemente porque no se creía capaz de hablar conmigo acerca de mis problemas, o tal vez creía que no podría ayudarme por mucho que lo intentara; sin embargo, y de malas, me hizo un gesto para que lo siguiera a la cocina, y yo, como magdalena, había acatado la orden implícita en su mirada.
—No tienes que decirme nada —dije, intentando sonar tranquila mientras me sentaba con cara de pocos amigos en una de las sillas de la cocina, en lo que Touya se entretenía buscando algo en el refrigerador.
—¿No tengo? —preguntó segundos después cuando sacó la sartén y la colocó en la estufa. Después me miró sobre el hombro y ladeó ligeramente la cabeza como si estuviese confundido.
—No. No hay nada que me puedas decir, que de todos modos yo no sepa.
—Yo creo que sí hay cosas que puedo decirte, aunque no sé por completo cuál es la situación. —Me dio la espalda de inmediato y comenzó a cocinar unos huevos. Hice un puchero y apoyé la cabeza en el respaldo de la silla—. Es obvio que es un muchacho, no tiene caso que te empeñes en negarlo.
—No iba a hacerlo.
—Uno nunca sabe contigo.
Fruncí el ceño, en gesto de molestia. Me sentía realmente mal y Touya solo iba a conseguir disgustarme aún más... si es que eso era posible.
—Supongo que es mi deber como hermano —agregó con esfuerzo mientras yo lo miraba frustrada.
—No tienes ningún deber como hermano, en cuanto a esto.
—¿Quién es? —pensé que él lo sabía pero estaba equivocada. Realmente no sabía de quién se trataba. Suspiré y contesté.
—Shaoran Li.
—¿Ese tipo, come—chicas! —Cuando dijo eso se giró para mirarme como si estuviera loca y yo lo reprendí con la mirada—. ¿Qué demonios te gusta de ese tipo? Sakura... en serio, ¿cómo es posible siquiera que hayas decidido salir con él? Es un asno y personalmente yo creo que debe...
—Touya —canturreé como advertencia y él me miró fastidiado, luego tomó aire y se giró de nuevo para seguir cocinando.
—Bueno, ¿qué hay con él?
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Prohibido enamorarse
FanfictionEnamorarse es difícil, pero lo es aun más cuando es de la mujer equivocada. Shaoran Li, está estrictamente prohibido que te enamores de ella. +18. ShaoranxSakura. TomoyoxEriol.