''Mauvaise compagnie''

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Me dijistes que me amabas, me dijistes que me acompañabas.

Tus lagrimas y las mias seran mejores amigas.

Asi me dijistes un dia, tu mi querida mala compañia.

Trate de ser real, trate de aceptar, cambie mucho por ti. Cambie hasta mi modo de hablar solo por encajarme en tu modo de pensar.

Caminaba en la soledad de mis neutrales pensamientos, me quedaba poco que imaginar de tanto que le di vueltas a la cama.

No queria ni si quiera mirar el resplandor del sol que se metia por los agujeron de mi viejo techo.

Recordaba. Si. Recordaba tu falsa y a la vez expuesta risa, me acordaba cuando me hicistes mirar brillo en medio de la sombra de mi vista.

Cada prosa, cada poema, cada rima se exprimia en mi lapiz ya si tinta, ya no podia si quiera sonreir cuando imaginaba tu mala compañia.

Todo fue rapido, casi como una hoja seca caida, te fuiste, te marchastes y me dejastes con una triste sonrisa y una lagrima que saludaba el espejo de mi baño que me reflejaba en la cara mi desgracia.

Confie en ti. Si en ti, mala compañia, pero es tarde. Ya muy prolongado perdonarte.

La luna se encondia en medio de las nubes grises que arropaban el cielo extenso, estaba decidida, de veras decidida a olvidar tu querida mala compañia.

Hasta que Jesús llamo a la puerta de mi corazón, rapido le respondí y le expuse mi sentir.

Él, quien estuvo desde principio a fin en medio de estas rimas que llegaron hasta aqui. Me acariciaba el pelo en medio de la oscuridad de mi habitación, le empece a decir que me equivoque, que elegí mal una compañia, reconocí que solo Él podia darme lo que él mundo nunca me daria.

Real compresión.
Verdadero amor.
Fidelidad inescrutable.

Me sentia muy culpable.

El me dijo una historia que hizo que cambiara mi perspectiva de las cosas.

Me dijo:

—Yo estuve rodeado de multitud de personas, pero eran doces los que estuvieron y andaban conmigo en todo momento, camine en las aguas  por ellos, calme la tempestad por ellos, mori por todos y por ellos. Aun recuerdo a Pedro, le habia dicho que iba a morir y ser resucitado al tercer día, le dije a mis doces amigos que me dejarian a solas pero que Él Padre seria mi compañia, él me prometió que no me dejaria, pero ¿sabes lo que sucedio?—Su voz expresaba con tanta dulzura y quietud la historia, yo me encontraba con los ojos cerrados, deleitandome en cada palabra dulce que me decia.— Mi amigo Pedro me nego tres veces y los demas huyeron, fui muerto por el pecado siendo inocente, entregue mi vida por mis amigos y el mundo, aunque ellos me dejaron, pero nunca estuve solo, mi Padre me acompaño, cuando resucite lo primero que hice fue buscarle y decirles que ya no eramos solo amigos ahora éramos hijos del mismo Padre, ya habia pagado el precio por ellos, ya no debian morir por sus errores.

Yo tenia el entrecejo fruncido, aun no sabia a que se referia con todo eso.

Empece a quejarme nuevamente, le dije que mi compañía me engaño y me hizo daño, me engaño, la mala compañia me pisoteo.

Él sonrio y dijo:

—Pedro me nego tres veces, pero yo lo perdone más que eso, no debes sentir rencor hija. Recuerda que no debes perdonar siete veces, sino hasta setenta veces siete. Recuerda que esa mala compañia tambien estuvo contigo en tus días triste, esos en donde solo yo podia calmarte, pero permití tambien que él estuviera allí para que te dieses cuenta que hay alguien imperfecto como tu que puede darte afecto. Perdona, perdona a esa mala compañia, que fue buena cuando te saco muchas sonrisas... Y hija, no te fijes en las heridas, piensa también en los momentos risueños que pasastes con esa compañia.

Llore.

Sabia lo que debia hacer, no era facil, pero debia volver.

Debia ver a mi mala compañia.

Todo surgio espontaneamente, la mala compañia no esperaba verme sonriente, imaginaba que lo insultara o lo abofeteara, pero en cambio hice lo que mi Mejor Amigo y Artista Jesús me dijo:

Le perdone.

Al principio no esperaba tal respuesta, pero luego en llanto, sonrio y me dijo que en lo profundo me extrañaba, sabia que no iba a ser facil olvidar esa mala compañia que me acompaño en estragos y en risas.

Y no lo olvidaria.

Nos separamos cada quien por su lado, esporádicamente hablamos, la diferencia es que ya no es mala, ahora se convirtio en mi buena y aterciopelada compañia.

Quien fue mis pañuelo de lágrimas provocado por risas, quien fue mi gran puñal que rompio mi estabilidad, ahora era mi hombro en que reposar, un hombro que Jesús coloco para mí, un hombro imperfecto que se sentia vil como yo. Uno tan necesitado por Jesús como mi corazón.

Entendi que Jesús permitio que sintiera dolor, para poder amar como se debe, no guiada solo por una imagen buena y agradable, sino una imperfecta como yo.

Entendi que mi mala compañia siempre fue buena, solo que tenia que amarla aun cuando me fallara, porque tambien estaba expuesta a fallarle y que mientras él estuviera a nuestro lado, todo iría bien.

Pero, aunque todo estuviera genial y nos queramos en nuestras trancas, imperfecciones y desafinaciones, por cariño, siempre le diria:

"Mi Mala compañia"

———————
Jesús hizo la amistad para apoyarnos en las buenas y malas, solo que siempre esperamos que nunca haya fallas para llamar verdaderamente amigo a alguien.

La verdadera amistad se contruye.—eso dicen por ahi.

Si Jesús fue abandonado, no por Papá (pues él jamas nos dejará)  sino por sus amigos y él los perdonó y los hizo partícipe de su vida y reino.

¿Cuanto mas nosotros?

Si esperas una amigx que no cometa errores, entonces no estas listx para tener una compañia.

Siempre va a ver algo que te duela, pero eso es la esencia, amarse aun con cada error y cada defecto, querer por encima de cualquier puñal del otro, no como Dios, pero semejante a él claro.

Si sientes que ya no debes estar cerca porque te causa mal, vete, pero no te olvides de terminar las cosas bien arregladas.

¡Jesús siga haciendo arte en tiii!

Mauvaise compagnie (mala compañia) en frances.


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