¹⁰: ᶜᵃᵈᵃ ᵛᵉᶻ ᵗᵒᵈᵒ ᵉˢ ᵐᵉʲᵒʳ.

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Ya habían pasado 5 meses de qué Lilith y Edward se conocían, y desde ese entonces, la depresión de Lilith y la soledad de Edward se había desaparecido. Todo era felicidad. Sin contar que, la unión de la familia Williams y de Lilith era más latente que ayudaba a la convivencia sana.

Por otra parte, Jake se había hecho más cercano a Lilith, pese a que tenía amigos y novia, en ocasiones, conversaba con ella y pasaban un buen momento, pues él era muy simpático y atraía un poco a Lilith, pero ella trataba de no pensar tanto él pues Jake ya tenía pareja, y eso era inapropiado. Además, era cierto que, aunque fuera extraño, también Edward comenzaba a atraer su atención y eso la hacía sentir confundida.

Pero, pese a eso, ella aún así lo buscaba y lo iba a ir a ver con constancia, como en ese día peculiar en dónde llegó y él estaba arreglando sus arbustos. Cuando el hombre la miró, dejó de hacer lo que hacía y se acercó a ella, muy emocionado.

—¡Por fin llegaste! —exclamó alegre colocándose frente a ella con una leve sonrisa.

—Ya sabes que siempre estaré aquí —contestó acercándose a él—. Te tengo una sorpresa.

—¿Sorpresa para mí?

Edward estaba muy emocionado y confundido, eso le causo ternura a la mujer y se dispuso a mostrar del cuadro que ella había pintado de él para que él mirará que ella también tenía un talento. Sin embargo, cuando Edward comenzó a acercarse a la pintura, lastimó de ella y la cortó destrozando en sólo un segundo la obra de la mujer.

Ella quedó helada y estaba tan destrozada, pero Edward también, ya que él estaba tan cansado de romper todo lo que caía en sus manos. Pero antes de que hiciera una locura, Lilith lo frenó y lo miró a los ojos, tratando de calmarlo.

—No te preocupes. Puedo hacer otro.

Y aunque ella se creía incapaz de repetir su obra, le mintió, pero eso no lo convenció.

—Te podría enseñar como lo hago —ofreció con una sonrisa de lado—. Te podría pintar algo, sí gustas.

—¿No estás enojada? —preguntó al instante con una dulce voz.

—No lo estoy. Claro que no —aclaró al instante y él le sonrió, dejando atrás su mirada de tristeza—. ¿Puedo abrazarte? —preguntó en un susurró mirándolo fijamente.

Edward parecía extrañado, pero después asintió y se acercó a ella manteniendo sus manos hacia al frente y como pudo Lilith se introdujo entre ellas y se apegó a él, abrazándolo con fuerza mientras Edward colocaba sus manos atrás de su espalda. Era cierto que era un poco incómodo, pero esa incomodidad desapareció en unos segundos, porque un sentimiento satisfacción los invadió a ambos. Pero más a Lilith al sentir de la calidez de Edward que tanto dejaba cautiva a la mujer.

Y cuando se separaron, Edward miró con atención a su amiga y desvió la mirada a la mano de ella.

—Ya no tienes la cicatriz.

Y Lilith le mostró su mano con una sonrisa.

—Te dije que estaría bien —aclaró restándole importancia mientras observaba el suelo—. Entonces, ¿te puedo enseñar a pintar? —preguntó nuevamente, cambiando el tema de conversación.

—Me encantaría.

Lilith se emocionó y aplaudió un poco sin saber cómo sacar tanta emoción.

—Te tendría que llevar a mi casa —dijo con una sonrisa, esperando que aceptara. Pero la mirada de terror de Edward apareció de inmediato al oírla

—¿Ir allá? —cuestionó con miedo, mirándola con sus ojos muy abiertos.

—Por supuesto —contestó aun alegre, aunque al observar cómo negaba con su cabeza de forma seguida y daba pasos hacia atrás, Lilith entendió que él aún no estaba listo para eso—. Ah, perdón. Podría traer todo para acá.

Lilith comenzó a indagar en su cabeza, cuestiones tan extrañas y tan confusas. Ella amaba a Edward, pero no sabía sí podía ser correspondida, eso la cansaba. Edward sólo la miraba sin entender por qué ella se había perdido y cómo pudo, trató de traerla de nuevo a la realidad.

—¿Estás bien, Lilith? —preguntó la criatura dando unos pasos hacia ella para apegarse más.

—Sí. Lo estoy —aclaró—. Oye, este... No sé cómo decirlo... tengo tarea. ¿Nos vemos luego?

—Hasta luego.

Cuando Edward dijo eso, al instante Lilith dio la vuelta y se alejó del lugar, sin dejar de pensar, y manteniéndose confundida.

Entre cuchillas, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧

ᴿᵒᵗᵒ ʸ ᵉˣᵗʳᵃᵛᵃᵍᵃⁿᵗᵉ ✁ ᴱᵈʷᵃʳᵈ ˢᶜⁱˢˢᵒʳʰᵃⁿᵈˢ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora