¹⁷: ᴴᵉʳⁱᵈᵃˢ.

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"I sense there's something in the wind

That feels like tragedy's at hand"

"The worst is just around the bend
And does he notice
My feelings for him?
And will he see
How much he means to me?
I think it's not to be"

"What will become of my dear friend?"

Sally's Song & Corpse Bride Medley.

La desesperación y el cansancio invadía el cuerpo de Lilith, cada paso que daba ella la hacía sentirse cada vez más cansada. Sentía que ya no podía más, mientras que los gritos que soltaba, cada vez más desgarraban de su garganta, y por cada paso que daba, parecía que su piel se destruía por la sangre que resbalaba de su mejilla y por los rasguños que las ramas hacían en ella.

Era claro que necesitaba descanso, de verdad, lo necesitaba, pero no podía tenerlo. Menos ahora, que era cuando no sabía exactamente donde se encontraba su amigo... su persona favorita, porque, aunque parezca imposible, aquella criatura había ocupado un puesto importante en su corazón.

Y aunque su cuerpo, sus brazos, sus piernas, su voz y su garganta parecían no servirle más, y aunque pareciera como si se estuviera muriendo poco a poco, aunque sentía que pronto caería inconsciente, a pesar de todo eso, y sólo por Edward, era que seguía corriendo por el bosque en busca de respuestas, en busca de él, porque necesitaba encontrarlo.

Nada en este mundo la detendría en buscar a su mejor amigo.

Corría y corría sin parar, mientras los arbustos cortaban su piel y su ropa, haciéndole cada vez más daño. Dolía, le dolía cada uno de los rasguños que se había hecho, le dolían demasiado, pero más le dolía aquella cortada que Edward le había hecho. Probablemente era más profunda que las demás, pero aquello no provocaba que odiara a Edward, porque ella podía resistir aquel daño.

Estaba Lilith tan perdida en su mente que se había perdido en el lugar; ya no podía continuar más, y como pudo, comenzó a retroceder cansada, tratando de llegar a su casa caminando de regreso, exhausta y agotada, con la cabeza dándole vueltas.

Y cuando llegó a su casa pareciendo una muerta viviente, Arthur y Laila no pararon de rodearla y preocuparse de su estado.

—Por Dios, ¿qué te paso?

—¡Laila, ve por el botiquín!

Los brazos del señor Williams invadieron su cuerpo, cargándola. De repente, el cómodo sillón se sintió debajo de ella. Pero, aun así, la cabeza le seguía dando vueltas.

—Te ves fatal.

La inconfundible voz de Laila se hizo presente, y aunque lo que había salido de su boca no era del todo un cumplido, había hecho sonreír a Lilith.

—¡Laila!

—¿Qué? —cuestionó Laila con una leve risa—. ¡Es verdad!

De repente, las voces se oían cada vez más lejos y los gritos diciendo su nombre incrementaron. Mientras la silueta de la madre y el padre de Lilith se miraban a lo lejos, y todo se volvió confuso de un momento a otro.

Entre cuchillas, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧

ᴿᵒᵗᵒ ʸ ᵉˣᵗʳᵃᵛᵃᵍᵃⁿᵗᵉ ✁ ᴱᵈʷᵃʳᵈ ˢᶜⁱˢˢᵒʳʰᵃⁿᵈˢ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora