²⁰: ᴸᵃ ᵛⁱᵈᵃ ᵉˢ ᵐᵃˡᵃ.

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"People just ain't no good

I think that's well understood

You can see it everywhere you look

People just ain't no good"

"The winter slammed us like a fist"

"To our love send a dozen white lilies

To our love send a coffin of wood

To our love let all the pink-eyed pigeons coo

That people they just ain't no good"

"It ain't that in their hearts they're bad
They can comfort you; some even try

They nurse you when you're ill of health

They bury you when you go and die

It ain't that in their hearts they're bad

They'd stick by you if they could"

People ain't no good de Nick Cave.

A pesar del cambio que estaba a punto de sufrir Lilith en su vida, aún así, seguía en su rutina de siempre, mientras fingía felicidad para no alertar a sus seres queridos.

Todavía la molestaban cuando salía, Edward seguía cautivándola, Jake y Rachel eran los únicos que no eran malos con ella, Laila se volvía cada vez más unida a Lilith, y, Arthur, trataba de hacer lo posible para convencer a sus hijas que un mejor futuro estaría sí volvieran a Linterson, sin embargo, aquella decisión hacía que Lilith se despejara a él, a tal punto que hiciera la típica ley del hielo, pero Arthur estaba convencido que, sí se quedaban aquí, su hija se condenaría para siempre a cuidar a Edward y él quería que ella creciera y conociera, como cualquier persona.

Eso hacía que, por horas, Lilith en su cuarto permaneciera pintando cuadros, tratando de evitar conversaciones, Arthur siempre lo respetaba, pero hoy fue la excepción, ya que había visto algo en la calle que no había sido de su agrado.

—¿Qué es eso?

La voz de él sonaba cansada y enojada, una combinación extraña.

—No sé de qué hablas.

Lilith miró el papel que cargaba su padre, dándose cuenta que era una hoja impresa que tenía una foto de ella, y con letras mayúsculas, en la parte de abajo, decía "la bruja". Aquello había hecho llorar por horas a Lilith, pero no lo admitiría en voz alta, porqué sabía que eso se convertiría en una razón más para que Arthur quisiera irse, pero ella no quería. Así que sólo se limitó a alzar sus hombros cómo diciendo que no sabía nada al respecto, molestando más al señor.

—¿¡Cómo que no sabes!? —cuestionó alzando la voz, con furia—. ¡Nos tenemos que mudar, Anne!

Su voz sonaba demándate, como si de verdad quisiera que aquello sucediera de una vez. Y eso alteró a la adolescente.

—Yo no quiero hacerlo —soltó ella alzando la voz, y el señor Williams la miró sorprendido, sin creer que ella le hubiera hablado de esa manera.

—Pero me obedeces a mí y no dejaré que te sigan haciendo este tipo de burlas —demandó con voz autoritaria—. Puedo hablar en la escuela, sí, pero no creo que eso sirva mucho. Necesitas otro ambiente.

Y aunque a Lilith le dolía, era cierto. Sino fuera por Edward, quizá ella se hubiera quitado la vida hace meses, pero no. Había alguien que la ataba al lugar, y ella no estaba dispuesta en abandonarlo.

—No puedo dejar a...

—Edward estará bien—dijo con desesperación sosteniendo con sus manos los hombros de Lilith con fuerza—. Estuvo años viviendo solo, podrá seguir así. Tú eres mi hija y no siempre estarás aquí —argumentó mirándola a los ojos—. Eres una persona, no una criatura. Y quiero que tus días con vida sean buenos.

—Mis días son buenos —aclaró tratando de ser convincente, resistiendo las lágrimas que estaban a punto de salir de sus ojos y mirándolo fijamente.

—No lo son dentro de la escuela y pasas la mayor parte de tu día ahí —aclaró dejándola sin palabras con las lágrimas a punto de salir de sus ojos. Sus palabras habían sido tan reales, que dolían.

Las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Lilith por las palabras tan sinceras que había dicho, al mismo tiempo que él la sujetaba en sus brazos y la abrazaba con fuerza acariciando su cabeza para calmarla.

—Nos vamos a mudar en unos días —mencionó, estresando más a la mujer.

—No —sollozó—. No, por favor.

Lilith se separó de él para verlo a los ojos y rogarle más tiempo u otra oportunidad de conocer el lugar, pero Arthur ya no quería esperar más. Él sólo quería que su hija saliera de esa gente mala.

—Hija... esto es un pueblo pequeño, y siempre hablarán así de ti. —trataba de justificarse, pero esas palabras no ayudaban de mucho.

—Se... papá, Edward es muy especial para mí, no puedo...

—Deberías despedirte de él —soltó, dejando a Lilith sin palabras.

Era otra señal que el señor Williams no estaba dispuesto a negociar y eso le dolía a Lilith.

—Por favor, vamos a quedarnos. Voy a cambiar, dejaré este estilo y comenzaré a convivir con los de mi edad. Trataré de llevarme bien con todos.

A Arthur le dolía esto. Le dolía ver a Lilith rogarle, así que antes de que cayera, decidió salir del cuarto dejando su decisión grabada: se mudarían, y sería pronto. 

Edward quedaría solo.

Entre cuchillas, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧

ᴿᵒᵗᵒ ʸ ᵉˣᵗʳᵃᵛᵃᵍᵃⁿᵗᵉ ✁ ᴱᵈʷᵃʳᵈ ˢᶜⁱˢˢᵒʳʰᵃⁿᵈˢ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora