Lilith había pasado una exhaustiva semana de exámenes. Y por más que ella intentó ir a ver a Edward, el cansancio y el estudio no se lo permitía. Muchas veces Lilith no entendía porqué tanto esfuerzo en sus estudios sí ella comenzaba a dudar de sí quería ir a una universidad o no, pues ahora que tenía a Edward, no quería apartarse de él y no quería dejarlo solo. Y sí iba a una universidad, lo haría.
Sin embargo, dos pesadas semanas pasaron y cada día Lilith no dejaba de pensar en la criatura. Así que, cuando tuvo oportunidad, no dudo en ir en búsqueda de él. Pero antes de eso, se hizo un cambio de imagen; su cabello de ser rosado, paso a ser azul, y eso la hizo sentir que combinaba cada vez más con la esencia del hombre de manos de tijeras.
Ese día ella no fue a la escuela y toda la mañana se la pasó en su cambio de imagen; cuando terminó buscó a su amigo en la colina. Cuando llegó ahí, una vez más se encantó del hermoso jardín que había en el lugar y más porqué casi en todo el lugar había pingüinos creados con los arbustos.
Lilith se sintió maravillada y realmente escuchada, que no se dio cuenta que Edward ya por fin la había visto llegar.
—¿Lilith?
Ella lo miró y él a ella.
La mujer fue corriendo hacía él y lo abrazó con tantas fuerzas y lágrimas cayendo de su rostro. Edward estaba impactado por el nuevo cambio de su amiga, además, seguía incrédulo de lo increíble que ella era.
Lilith se separó de él y se dispuso a hablar, lamentándose de haber desaparecido por tantos días.
—Perdón. Tuve exámenes.
Las justificaciones de Lilith no le importaban, pues para Edward lo importante era saber que estaba bien y estaba con él. Además, ahora él estaba más intrigado por este cambio de imagen que era lo único que le interesaba a él, por lo mismo, su vista sólo estaba en el cabello de Lilith, cosa que la hizo sonrojar.
—¿Te gusta? —preguntó Lilith con una sonrisa tímida, esperando que él dijera algo, pero Edward no sabía cómo expresarse—¿Cómo has...?
—¿Siempre has tenido tu cabello de esos colores? —cuestionó el hombre interrumpiéndola, pero manteniendo su linda sonrisa.
—Desde que te conozco solamente —aclaró regresándole la sonrisa y colocando sus manos en su espalda. Mientras lo observaba nerviosa.
—Te ves muy bien.
Aquellas palabras dejaron perpleja a la mujer y su corazón empezó a acelerarse haciéndose sentir tan feliz y tan ilusionada por esas palabras, pues poco a poco comenzaba a encenderse algo en ella que la hacía querer no despejarse nunca de él.
Una vez más, Lilith se había quedado viéndolo tan fijamente y tan perdida que incómodo un poco a Edward, que intentó despertarla con su voz.
—Me gustaría hacer algo por ti —aclaró Edward con una enorme sonrisa, mostrándose amable—. ¿Te gustaría que te cortara el cabello?
El oír eso hizo que Lilith lo mirará extrañada, sin saber cómo lo lograría y temiendo de ese acto peligroso, pero no sabía cómo evitar pasar por eso sin ser grosera.
—No es necesario...
—Sé que no lo esperabas —susurró mirándola a los ojos, haciendo que todo en el mundo se desvaneciera por lo real que se miraba—. Puedo esperar... siempre puede ser en otro momento, ¿te parece?
Lilith sonrió con ternura, al notar el amor de persona que era él y lo fascinado que Edward solía mostrarse con ella, y no dudó en hacérselo saber.
—¿Qué tienes con mi cabello? —preguntó ella con una leve sonrisa sin entender su apreciación por este.
—Es muy llamativo. Atrae —aclaró mirándola a los ojos como solía hacer—. Es único...
—¿Único significa horrible? —preguntó con una sonrisa divertida, tratando de que dejara de hablar.
—No —mencionó la criatura mirándola a los ojos con la misma profundidad de siempre—. Único significa que me hace sentir bien no ser el único diferente.
—No eres diferente.
Soltó de repente, mirándolo con sus cejas levemente unidas, mirando las reacciones de este que parecía querer decir algo. Espero ansiosa sus palabras, pero cuando Edward abrió la boca para hablar, ella no disfrutó lo que dijo.
—Creo que ya es tarde.
Lilith sólo asintió y se sintió tan mal que él la corriera.
—Tienes razón —dijo permaneciendo seria, tratando de no verse molesta ni triste por lo que dijo—. Vendré cuando menos lo esperes —soltó dándose la vuelta para comenzar a caminar hacia el bosque, ignorando que había ido hasta aquí para durar tan solo unos minutos.
Lilith no quería irse, sentía que no era suficiente. Esperaba que un día Edward deseara ir con ella allá abajo y vivir en su hogar para no pasar tanto tiempo distanciados y que ella pudiera administrar más su tiempo. En todos estos meses, él nunca había demostrado ansias de ir al pueblo, pero ella no quería dejar pasar el intentar que él volviera.
—Oye, ¿no te gustaría volver abajo? —cuestionó Lilith tímida, esperando su respuesta—. Me refiero... me gustaría enseñarte mi hogar y varias cosas que no creo poder traer acá.
—No puedo ir abajo.
—¿Por qué no? —cuestionó al instante, alzando un poco la voz y cruzando sus brazos en su pecho—. Edward, no sé porque no puedes volver, pero las cosas han cambiado. De cierta forma, tal vez todo sea diferente... La sociedad no es como lo era antes.
Lilith mentía completamente porqué ella en carne propia conocía las razones por las cuáles él no debía volver. La gente era muy dura y miserable, pero ella esperaba que él volviera. Sin embargo, Edward estaba decidido en no hacerlo.
—No puedo.
—Lo entiendo —soltó bajando sus brazos—. Aun así, cuando estés listo te invito a mi casa.
Lilith se alejó de ahí y se dispuso a dirigirse al pueblo sin decir más.
El lugar se comenzó a nublar, provocando que se viera oscuro todo, a pesar de eso, Lilith siguió en su camino hasta observar las calles del pueblo y siguió caminando hasta que un carro se estaciono frente a ella cuando salió del camino que había en el bosque.
Su corazón se detuvo, mientras el carro mantenía sus vidrios arriba, evitando que Lilith viera a la persona dentro del automóvil. Sin embargo, ella reconocía aquel auto.
Entre cuchillas, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧
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ᴿᵒᵗᵒ ʸ ᵉˣᵗʳᵃᵛᵃᵍᵃⁿᵗᵉ ✁ ᴱᵈʷᵃʳᵈ ˢᶜⁱˢˢᵒʳʰᵃⁿᵈˢ.
FanfictionÉl era una criatura. No era una persona en sí, él no era como yo, él no era como tú ni como nadie. Él era Edward manos de tijeras; la salvación de la bruja del pueblo, ¿o la bruja era la salvación de Edward? Subida: Miércoles 23 de Septiembre del 20...