El aroma dulzón de los waffles lleno por completo el departamento, el sol alzándose con más fuerza que antes. Todavía tenía el cabello húmedo de la ducha rápida que se había pegado minutos atrás, pero valía la pena si podía pasar un rato con Hisoka. El nombrado permanecía con los ojos atentos a su celular, paseándose entre las diferentes listas de música.
La rutina de (T/n) siempre era la misma; ducha, desayuno, arreglarse e iniciar su viaje a la localización de su trabajo. Como Cazadora de bestias, solía moverse entre las diferentes regiones, incluso entrando a aquellas zonas peligrosas que nadie se atrevería. Si se encargaba de manera exitosa, la paga era suficiente como para un mes o incluso más.
Dejo otro waffle en el plato de Hisoka (ya era el tercero) y procedió a decorarlo con frutillas, frutos rojos y algo de crema. (T/n) prefería comer algo salado, como unas tostadas con queso y un té verde.
—¿Oh? Se ve delicioso —el mentón afilado del pelirrojo se apoyó en su hombro, viendo como terminaba de decorar su plato—. Igual que tú.
(T/n) rodó los ojos, tratando de obviar el sonrojo que apareció en sus mejillas. Las manos de Hisoka estaban por meterse dentro de su camisa blanca, pero con rapidez, la joven se alejó de las garras de su captor, con una sonrisita al ver su expresión.
—Ah, ah, normalmente no lo negaría, pero viendo la hora... —se encogió de hombros, dejando el plato en las manos de Hisoka—. ¿Chocolatada?
El Cazador hundió uno de sus dedos en la crema, pronto llevándolo a su boca, dejándolo limpio con ayuda de su lengua, ojos dorados concentrados en su alma gemela.
—Sí que sabes conquistar a un hombre, (T/n) —se rió apenas la mencionada bufo por lo bajo, sonrojada.
Una vez todo estuvo servido, comieron en un agradable silencio, de vez en cuando notando como las piernas largas de Hisoka se enredaban a las suyas. Le parecía una imagen tan extraña el verlo frente a ella, el cabello caído, sin su maquillaje...se veía tan, ¿mundano?
Sabía que si preguntaba la razón por la que se había quedado, lo muy seguro es que Hisoka mintiera (y que tal vez no volvería a quedarse) así que prefirió suprimir toda curiosidad y disfrutar de su compañía. (T/n) le hablo de su trabajo, que seguro llegaría bastante tarde dado que tenía que viajar por varias horas. Hisoka solo lleno su boca de comida, igual que un niño, y hasta casi parecía que no le prestaba atención.
—Ah~ que lástima, me encantaría verte pelear de cerca contra una de esas bestias salvajes —dijo finalmente, luego de pasar toda la comida—. Los envidio...nosotros aún no hemos peleado.
(T/n) negó con la cabeza, terminando su comida.
—Podría considerarlo... —todavía le faltaba arreglarse, lo cual incluida peinarse, y tuvo una idea—. ¿Si alguien sería tan amable de ayudarme con mi peinado?
Le pareció ver un indicio del hilo rojo de Hisoka a su alrededor, pero en un parpadeo desapareció. Supo que tenían un trato por la sonrisa que le dedico.
Admiraba la manera rápida en la que Hisoka podía maquillarse y en general, arreglarse. Lo hacía con tanta naturalidad, resaltando sus rasgos más importantes, quedando incluso el doble de atractivo. (T/n) no se dio cuenta que había detenido cada uno de sus movimientos solo para observarlo con atención, dado que estaban compartiendo el mismo espejo.
El reflejo del pelirrojo le lanzo un guiño descarado, una vez termino de pintar la lagrima característica debajo de su ojo, y ella se vio tentada a reírse.
—Entonces...¿Puedo decidir el peinado? —pregunto, apoyando una mano en su mentón, repasándola con sus ojos.
Asintió, pronto reemplazando el lugar de Hisoka, sentándose frente al espejo. Los dedos de su alma gemela recorrieron las hebras con cuidado, viendo como el cabello se deslizaba entre los mismos. Le complacía saber que la tenía a su merced, que lo necesitaba para algo tan común como un peinado.
No tardó mucho en ingeniárselas para algo sencillo, pero bien armado. El cuello de (T/n) quedo expuesto, e Hisoka no pudo contenerse mucho más. Se inclinó, pegando los labios sobre el pulso de la joven. Cuando se dio cuenta, ya se estaban besando, sin pausa alguna. Hisoka debía admitir que antes de estar con ella, tuvo otras parejas (después de todo, no es algo ilegal el estar con otras personas incluso aunque tengas alma gemela) sin embargo, muy pocas veces pudo experimentar lo mismo que ahora.
Era un simple beso cargado de pasión, pero Hisoka siempre se encontraba buscando más.
Cada pequeño roce, suspiro o jadeo, lo más mínimo, solo lo motivaba a querer atarla a la cama con su Bungee Gum.
Cuando se separaron, el labial de (T/n) quedo completamente arruinado; desparramado, manchando sus comisuras.
Hisoka tenía las marcas de labial en sus propios labios, y tan solo pudo pasar la lengua sobre las marcas rojizas de su piel, sonriendo igual que un zorro.
—Debo admitir, que este maquillaje te queda mejor —giro el rostro de ella hacia el espejo—. ¿No crees?
—Si quisiera parecerme al guasón... —murmuro, viendo la diversión bailar en los ojos dorados de su alma gemela. No pudo evitar sonreír con sinceridad.
Podría acostumbrarse a su compañía a primerashoras de la mañana
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25 días con Hisoka [Hisoka Morrow x Lectora]
FanficSer el alma gemela de Hisoka Morrow, es, posiblemente, una de las cosas más difíciles que le pudo tocar. Era una relación rodeada de problemas y situaciones poco agradables, donde a veces llegaba a creer que Hisoka solo la veía como un juguete más...