Hundió el tenedor en la comida, pronto llevándose a la boca una buena cantidad de la misma. Ya es de noche, las luces de la ciudad refulgían como pequeñas luciérnagas a la distancia y el sonido de los autos parecía ser más silencioso. Tenía algunos libros abiertos alrededor suyo, notas repletas de escritos y dibujos torpes, todo siendo parte de su investigación. (T/n) adoraba mantenerse informada sobre las diferentes bestias mágicas que aparecían día a día y los nuevos territorios disponibles para viajar.
Y, además, era una forma de distraer a su mente. No era extraño que Hisoka desapareciera por meses enteros, sin dar una sola señal de vida. Al principio de su "relación", tuvo varios sentimientos encontrados respecto a esto, sobre todo porque apenas iban conociéndose (bueno, mejor dicho, ella iba conociendo al pelirrojo) por lo tanto tenía más dudas que respuestas. Con el paso de los meses, su ir y venir constante le hizo entender que Hisoka no es el tipo de hombre preparado para tener una relación formal. Aprecia demasiado su libertad, hacer de su vida lo que quisiera sin problema alguno.
Por eso estaba tratando de entenderlo, y no apegarse demasiado.
(T/n) es demasiado nueva en todo esto, apenas sabía la mitad del tiempo como lidiar con él.
Era como lanzar una moneda al aire y esperar que salga el lado deseado.
Pero algo era cierto, y es que Hisoka siempre regresaba a ella.
Eso significa que algo le importa, ¿verdad? Aunque no sabía si su alma gemela comprendía el significado de que alguien pueda importarle.
O tal vez solo la veía como otro medio de entretenimiento que le brindaba de paso, comida gratis.
—Ugh...suficiente de esos pensamientos —dijo para sí, negando—. Paciencia, es todo lo que necesito...y chocolate.
Termino de esperar, haciéndose la idea de que el Cazador no aparecería esta noche.
Estaba terminando de ponerse su pijama cuando el reflejo de Hisoka en el vidrio de la ventana la hizo saltar como un gato. No solía asustarse seguido con su apariencia, se acostumbró a verlo de cualquier forma, pero hoy estaba cubierto de sangre y su Nen la sofocaba de manera horrorosa.
Todavía se veía excitado de lo que sea que haya hecho horas antes (¿o minutos?) y se vio tentada a esconderse bajo la cama como una niña asustada, pero se trata de su alma gemela, no importa a donde huyera, él iba a encontrarla.
No opuso resistencia cuando se le abalanzo como un animal hambriento, reclamando sus labios entre jadeos pesados, las manos hundiéndose por debajo de su camiseta. Las uñas perfectas de Hisoka arañaron su piel con notable desesperación, pegándola tanto como era posible a su cuerpo. Olía a sangre, goma de mascar y sudor.
Cayeron en la cama, encontrándose pronto acorralada por su largo cuerpo. Al separarse con un sonoro «mwah» y tener un vistazo de sus ojos ambarinos, supo que no iba a negarse a él en absoluto. El hilo rojo de Hisoka bailaba detrás de su figura, resaltando los rasgos con tonos rojizos en medio de la oscuridad, y en menos de un parpadeo, sin palabra alguna, ya se estaban devorando el uno al otro, sin detenerse, sin pensar.
Tan solo dejándose guiar por la lujuria que siempre afloraba cada vez que se tocaban, y el palpitar desenfrenado de sus hilos rojos.
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25 días con Hisoka [Hisoka Morrow x Lectora]
Fiksi PenggemarSer el alma gemela de Hisoka Morrow, es, posiblemente, una de las cosas más difíciles que le pudo tocar. Era una relación rodeada de problemas y situaciones poco agradables, donde a veces llegaba a creer que Hisoka solo la veía como un juguete más...