Quince

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Al día siguiente, TaeHyung se quedó con el híbrido. En la tarde llamó a su trabajo a avisar que tomaría uno de los días de vacaciones que estaba acumulando desde hace tiempo para ir a algún lugar en verano con su novio. No tuvo ni una objeción por parte de su jefe. 
Por quién sí obtuvo una objeción fue por parte de JungKook, que insistía en que él debería quedarse y faltar a la universidad.

— Eres absolutamente sexy, pero no sobrevivirás del modelaje — dijo antes de dejar de prestar atención a sus quejidos y reproches.

— Actúas como si fueras mi papá — se quejó molesto, sabía que el mayor se preocupaba por él, pero a veces pasaba de ser el dulce novio preocupado a un padre poniendo límites.

— Puedes llamarme daddy si es a lo que te refieres — bromeó y con eso esfumó la molestia en el castaño y se ganó una actitud traviesa por parte del menor.

— Eso te gustaría ¿no? — inquirió coqueto antes de reírse —. Pervertido.

Esa fue una de las mañanas más raras de la pareja, afortunadamente JiMin no escuchó ni una palabra de las que se dijeron.
Kim se tiró a un costado del híbrido, emocionado por poder dormir hasta tarde entre semana por primera vez en muchos años. Un pequeño peso se sintió en su espalda y comenzó a ronronear, haciendo más fácil que se cayera dormido.
Más tarde, al despertar, tenía a JiMin en su forma humana todavía sobre él, dificultando la respiración. Con exagerados quejidos y lloriqueos lo despertó.

— Shh, déjeme dormir — pidió revolviendose en su espalda —. Está calentito y cómodo.

Estiró la camiseta para meterse entre la prenda y su piel para acomodarse mejor, siendo envuelta en la tibieza ajena. Acarició con las yemas de sus dedos con cariño, inundaba su sentido del olfato con la esencia varonil que desprendía el azabache naturalmente. Causaba estragos en su interior algo así de inocente. Deslizó su lengua por el omóplato.

— ¿Qué estás haciendo? — preguntó al sentir la humedad en su piel —. Sal de ahí, porque voy a girar y te vas a caer.

Lo notó temblar mientras salía de su escondite y tomaba asiento sobre sus pantorrillas con las manos en su regazo y mejillas sonrosadas.

— ¿Estás bien? — se interesó al ver sus ojos húmedos. Obtuvo una negación con su cabeza junto con un jadeo.

Quitó sus manos para dejar de cubrir su erección dentro de sus boxers, regresandolas a su lugar por culpa de la profunda mirada que le dirigía en mayor.
Se apoyó en sus rodillas y manos para acercarse a besar los labios del mayor con necesidad y deslizar la punta de su lengua por el belfo inferior.
Su respiración acelerada y cada centímetro de su piel erizada al escuchar la voz del mayor pidiéndole un segundo para enderezarse.
Sentado con la espalda en la cabecera, atrajo al híbrido a su regazo, haciendo que quedara a horcajadas.
Besó con cuidado el costado del cuello ajeno, subiendo en veces a su mandíbula y recibiendo caricias de los pulgares situados en su cintura.
Los cortos y entrecortados jadeos daban justo en su oreja y las pequeñas manos temblaban contra su pecho.

Entonces golpearon la puerta. Iba a ignorar hasta que, en el silencio que quedó, escuchó unas llaves caerse. Era SeokJin. Salió corriendo, casi tirando al menor y abrió la puerta solo lo suficiente para que sea él lo único visible.

— ¿TaeHyung?

— Jin, creo que es obvio que JiMin no puede tomar clases — soltó, deseando que se largara lo antes posible.

— Lo sé, vine porque creí que sería JungKook quien estaría cuidando de él y así podría enviarlo a las escuela — explicó cuidadoso, notaba la urgencia de que se fuera de ahí —. Quiero ver cómo se encuentra JiMin — el azabache no se movió de su lugar — ¿Por qué no me dejas pasar, TaeHyung? — entrecerró los ojos.

— JiMin está dormido, se acaba de dormir y llevo casi una hora esperando a que eso pase porque tengo una jodida erección por culpa de Jeon — alteró un poco la realidad con prisa —, así que quiero poder meterme al baño sin que mi amigo esté en mi departamento.

Reía de él. Lo convenció y celebró que la mirada amenazadora y suspicaz ya no estuviera ahí.
Se fué diciendo que volvería antes de ir a dar clases, suficiente tiempo para calmar al rubio, y a sí mismo, para evitar que su amigo se enfadara con él. Recuerda la forma en que le veía cuando se ponía cariñoso con JungKook y el castaño era menor de edad, el alivio en que dejara de mirarlo reprobatoriamente cuando cumplió veintiuno fue grande. No podía quejarse cuando lo apoyó incondicionalmente y se guardó los posibles comentarios.

JiMin ya no llevaba puesta su camiseta y usaba la prenda para echarse aire torpemente, juntaba sus muslos para pegarlos a su pecho, no podía evitar temblar y estremecerse cada tanto.

— Tae — suspiró cuando el gran cuerpo se situó entre sus piernas y reclamó sus labios con urgencia por parte de ambos —. Duele.

El azabache lamió su cuello y casi lo podía sentir ronronear bajo sus manos, besó su pecho con tranquilidad sin la prisa que siempre lo acompañaba.
Acarició su cintura y deslizó su lengua hasta donde el resorte del boxer se lo permitió, temblaba agresivamente por su toque.
Con preocupación a asustarlo, trasladó su diestra a su muslo y se acercaba con precaución hasta dar una suave caricia en su miembro sobre la tela, lo hizo estremecerse con ese simple contacto.

Bajó lentamente la prenda y JiMin se incorporó sobre sus codos con el miedo tatuado en el rostro y su labio tembloroso. Lo mejor que se le ocurrió fue inclinarse y besarlo con cariño hasta que volviera a recostarse. Sin abandonar sus labios, rozó con las yemas de los dedos el falo y lo sintió gemir en su boca.

— ¿Confías en mí? — cuestionó bajito cerca de la oreja, acariciando con sus labios la suave mandíbula. Asintió con la cabeza, demasiado perdido como para hablar.

Envolvió la erección y comenzó a subir y bajar con lentitud, bajó y pasó su lengua por todo el largo, los muslos del menor se cerraron por inercia y atrapó su rostro, entonces usó su zurda para sostener uno de los muslos más abierto y evitar que volviera a juntarlos de golpe.
Chupó el glande y el rubio entornó los ojos y un sonido estrangulado abandonó su garganta cuando llevó todo el miembro a su boca, notó el lubricante escurriendo de su entrada y acercó su pulgar para acariciar el contorno superficialmente.
Los pequeños dedos se enredaron entre sus hebras sin estar seguro entre quitarlo al verse abrumado o acercarlo por la excitante sensación.
En un momento el mayor se separó por su cuenta para observar el pequeño desastre que era JiMin en ese momento, además dolía su espalda por la incómoda posición.

Al sentarse, el menor subió a horcajadas y lo miraba con timidez, subía y baja la dirección de sus pupilas.
JiMin tenía curiosidad. Los mayores lo han visto desnudo infinidad de veces y era algo usual, pero él apenas los ha visto sin pantalón.

— ¿Qué piensas, JiMin? — se interesó besando su cuello con ternura.

— ¿Puedo ver? — tocó con su índice el bulto en el pantalón de pijama de TaeHyung, sin despegar la mirada.

El azabache sintió como si su alma saliera de su cuerpo por instantes, las palabras se atascaron en su garganta y se tuvo que conformar con asentir lentamente.
Las pequeñas manos se aferraron al borde del pantalón y el resorte de la ropa interior y dudaron antes de tirar hacia abajo.
Liberó la erección, esta se irguió hasta topar con su vientre y ensuciar de presemen la camisa.
Su celo quedó en segundo plano, solo quería curiosear un poco. Deslizó su yema por todo el falo y notó el espasmo en el vientre del mayor, entonces delineó el glande, estaba caliente al tacto.
TaeHyung tiró del menor hacia él y sus miembros entraron en contacto, logrando que jimin soltara un corto gemido.
Ya había saciado las ganas de saber y la sensación disparó de nuevo el celo.

Balanceó su cadera para que sus erecciones se friccionaran, una vez empezó, continuó inconscientemente, con su frente recargada en el hombro del mayor, dejando salir todos los sonidos por su boca, escuchaba los jadeos del mayor y las grandes manos ahora guiaban el movimiento.
Decidió envolver con su diestra ambos miembros, empezó a bombearlos con prisa, pasaba su pulgar por ambos glandes descuidadamente.
Primero terminó JiMin con una fuerte sacudida que asaltó a su cuerpo, poco después TaeHyung le siguió.




EDITADO

Nana~

Our hybrid ||VKookMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora