Our hybrid ||VKookMin||

Treinta y tres

Llevaba el cabello húmedo y el cuello de la camisa manchado de rosa, la ventana del auto estaba abajo para secar las hebras con el viento. Había teñido de nuevo su cabello de un rosa pastel, llevaba su gorro de lana celeste entre las manos para ponérselo al llegar. Su mano fue robada por el pelinegro a su lado, pronto sus dedos se entrelazaron y pudo sentir su calor. Estaba nervioso, mucho para ser sincero. Ese día le darían los resultados para saber si consiguió acreditar la primaria y podría apuntarse a la lista de espera para hacer el examen de secundaria. SeokJin los estaba llevando al lugar, pasó a recogerlos temprano para alcanzar el lugar todavía medio vacío.

— Quita esa cara —sus orejas se movieron a escuchar al mayor de los Kim hablarle—, estoy completamente seguro de que pasaste —sonrió al escuchar la confianza que tenía SeokJin en él.

— ¿Y si no?

— Practicaremos más y lo volverás a intentar, JiMinie —le restó importancia, porque verdaderamente no era un problema.

Un tirón lo derrumbó entre los brazos de TaeHyung, recibió un sinfín de besos en su rostro, en especial sobre sus pomposas mejillas.— Deja de pensar de forma negativa —lo regañó, aún llenandolo de besos y una leve mordida sobre la parte alta de su cachete.

— Ya basta —se quejó entre risas, retorciéndose para alejar las manos juguetonas de su cintura. Pasó de fastidiarlo con cosquillas a simplemente abrazarlo con amor.

SeokJin les avisó que estaban cerca para que el híbrido fuera acomodando su gorro. Miró por el retrovisor la forma tan amorosa en que su viejo amigo le arreglaba el gorro y su cabello para que se viera mejor. Tal vez JiMin lo había olvidado, pero ellos no. Tenía suerte de que cuatro hombres recordaran la fecha que había elegido como su cumpleaños y ellos se harían cargo de celebrarlo. Ahora JiMin cumpliría veinte años, lucía y actuaba cada vez más como cualquier adulto jóven de su edad. Era algo de lo que estaba sumamente orgulloso. Bajaron y no pudo evitar sonreír al ver a TaeHyung llevar de la mano al pelirrosa para darle aliento y soporte para los nervios.

Entraron a recepción y preguntaron por las listas. La fila era de unas cuantas personas a diferencia de quienes esperaban para los otros dos grados escolares. Al llegar su turno comenzó a escanear los pocos nombres que había en el par de hojas. Sonrió en grande al ver que obtuvo los 4 créditos que significaban su excelente desempeño en el examen, había obtenido más del 90% de respuestas correctas. Anotó el número de registro para poder ir por su certificado e inscribirse para la acreditación de secundaria. Se arrojó a SeokJin y le agradeció, porque gracias a él llegó a ese punto. Arrastró a TaeHyung a su lado hasta recepción y comenzó a hablar con la señora sin pensarlo dos veces. Tiempo atrás hubiera insistido en que uno de sus mayores lo hiciera por él. Recogió del mostrador la carpeta con su nombre y revisó que todo estuviera en orden con su información mientras dictaba nuevamente sus datos personales para el registro.

— Es siguiente examen es en tres meses y el que sigue dentro de nueve —le dió a elegir la fecha, sin saber si ya estaba preparado o no para hacerlo.

— Dentro de tres meses, por favor —dijo después de obtener la confirmación de Jin.

Aceptó el recibo donde especificaban todas las instrucciones y la fecha del examen y pudieron marcharse. JiMin se quitó el gorro y sacudió sus orejitas en cuanto se acostó sobre las piernas de su novio. Recibió gustoso cada una de las caricias que el mayor le dió, hundió su rostro en el vientre blandito porque le daba una extraña seguridad tenerlo así de cerca. TaeHyung adoraba al híbrido, adoraba la versión sanada y libre de él. Amaba cada una de sus cicatrices y sus defectos tiernos. Verlo crecer como persona había sido lo más especial. Le dió un par de toquecitos en sus mejillas para llamar la atención del pelirrosa, con una seña le pidió que se acercara y al tenerlo cerquita de su cara le plantó un piquito en los labios, uno tras otro hasta repartirlos por toda su carita.