Seis

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La ansiedad lo estaba consumiendo, una terrible pesadez en su estómago le provocaba náuseas y mareos, sus manos se mantenían húmedas a causa del sudor constante por los nervios. Tener que revivir por completo lo sucedido hace muy poco tiempo erizaba cada vello de su piel y atormentaba sus sentidos. Volvía a sentirse sucio, si había olvidado la sensación de aquellas asquerosas manos por su cuerpo ahora tenía de nuevo la necesidad de tallar bruscamente su piel hasta olvidar como lo tocaron.
Corrió hacia el baño con la esperanza de devolver finalmente todo lo de su estómago para sentir alivio, cosa que sucedió poco más tarde.

Recordaba haber visto en aquella cosa plana que proyectaba imágenes a una chica que pasó por lo mismo, tenía miedo de que los mayores lo miraran con asco y lo echaran a la calle como hicieron con ella. No se sentía con la capacidad de perderlos ahora que sabía lo que era sentirse querido y ser cuidado, tratado con cariño y respeto. Saber lo reconfortante que era dormir entre ellos, estar protegido y cálido cuando lo abrazan.
Comenzó a llorar ante la idea de perderlo todo, de perderlos a ellos por algo que estuvo fuera de sus manos.

Se sentía desprotegido en ese instante, necesitaba a alguien que lo defendiera del ataque constante de su propia mente hacia él.

Terminó acostándose de nuevo en la cama con la intención de que el olor de ambos chicos apaciguara su batalla interior. Se hundió en el centro del colchón, cubriéndose con la cobija hasta debajo de la nariz, abrazó la almohada de TaeHyung e inhaló profundo. Acarició él mismo su cabello y orejas para calmarse, consiguiendo caer dormido.
JungKook fue el primero en llegar al departamento, no tuvo que buscar demasiado para dar con el ovillo que formaba el cuerpo del rubio. Se recostó con cuidado de no despertarlo. Falló, pues apenas se apoyó un poco en la cama el menor abrió los ojos.

— Hola, Minie —saludó luego de disculparse por despertarlo. Se acurrucó en el pecho del híbrido para descansar—. Es tu turno de darme cariño.

Sin titubear, comenzó a acariciar las suaves hebras castañas con dulzura, bajando los roces a la mejilla y cuello, sentía la suave piel del contrario bajo las yemas de sus dedos, notando la pequeña cicatriz cerca de su pómulo. JungKook podría caer dormido bajo el cuidadoso toque del menor, sus parpados pesaban lo suficiente para complicarle mantenerlos abiertos, aun así, no lograría dormirse. Pensaba en lo que les diría JiMin más tarde, tenían ya una idea de qué sería, pero escucharlo del menor rompería sus corazones.

— ¿Tienes hambre? —preguntó al poder escuchar su estómago sonar.

— No —mintió, quería mantener a su mayor entre sus brazos por el mayor tiempo, toda la mañana necesitó de su compañía y no estaba dispuesto a soltarlo.

— Escucho tu estómago gruñir, JiMin —descubrió la mentira del nombrado.

— No quiero separarme —reveló para excusar su mentira.

Causó ternura en JungKook, provocando que subiera a llenar de cortos besos la delicada mandíbula, cambiando de lugar con él, dejando al híbrido encima de su pecho, para poder abrazarlo con fuerza. Esperaron a que Kim llegara, ahí tirados en la cama, prodigándose caricias y manteniendo juntos sus cuerpos, inundados en la calma que les proporcionaba el contrario.

— ¡Estoy aquí! — anunció su llegada.

Jeon entrelazó su mano con la ajena en el instante que fue testigo de la preocupación en los orbes color miel. Recorrieron el camino a la sala. JiMin dio un corto chillido de alegría al ver que TaeHyung traía consigo pollo frito. El azabache dejó la cubeta en la mesa y abrazó al híbrido, obteniendo una caricia en su rostro por parte de su cola; después pegó su cuerpo al de su novio y reclamó su boca por unos segundos.

Our hybrid ||VKookMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora