9 - Mismo sentimiento

857 59 60
                                    

Ryu en un rapido movimiento esquivó a Miroku dando un gran salto hacia el costado y dejando a Sango en el lugar.

- ¡HEY, AMIGO!- exclamó Ryu sorprendido- ¡Cálmate!

Miroku se apresuró a cubrir a Sango mientras le lanzaba una mirada preocupada.

- ¿Te encuentras bien?- le preguntó sujetándola por los brazos.

- Sí cariño, no pasó nada- respondió la mujer presurosa tomándolo de un brazo en un acto de calmarlo.

Pero el monje, la ignoro, se giró listo a enfrentarse al extraño. Parecía enceguecido por la ira y estaba totalmente dispuesto a destrozar al extraño que se atrevió a tocar a su mujer.

- ¡MALDITO!- gritó enfurecido dirigiéndose hacia Ryu.

Le lanzó un puñetazo que fue esquivado por poco. Miroku continuó su ataque, lanzando patadas y puñetazos sin descanso, los que Ryu esquivaba con algo de dificultad, haciendo caso omiso a los gritos que les pedían detenerse. Cuando vio la oportunidad, el exterminador dio un gran salto, alejándose una considerable distancia de él.

- ¡Cálmate! ¡No me obligues a hacerte daño!- exclamó Ryu con una sonrisa de lado. Al parecer lucía muy divertido con la situación.

- No tienes derecho a tocar a mi mujer- dijo Miroku lentamente apretando sus puños.- ¿Quién eres?- exigió.

- Miroku cálmate- exclamó InuYasha aprovechando la instancia de que su amigo parecía escuchar razones. El hanyou se había apresurado a cubrir a Kagome con su haori y ahora la tenía en sus brazos con delicadeza.- No sé qué mierda está pasando, pero él es un amigo nuestro es de la época de Kagome.

- Es cierto - apoyó Sango acercándose a su esposo para intentar calmarlo.- Kagome lo conoce, además él me salvó de ese demonio.

Miroku miró donde su esposa le señalaba y observó los restos del monstruo arrojados por el piso junto a una flecha.

- Así que amigo... espero un gran agradecimiento de tu parte- comentó arrogante Ryu, acercándose a Kagome- y una mayor disculpa.

El monje parecía realmente contrariado por la defensa que le habían entregado sus amigos al desconocido. Bajó la guardia y pasó la mirada lentamente por cada uno de ellos hasta detenerse en Sango que le envió una sonrisa tranquilizadora, este suspiro harto.

- Gracias por proteger a mi mujer ante mi ausencia - agradeció el monje haciendo una reverencia, pero no pudo contener una tensa expresión.

- Ya, ya, solo bromeaba- carcajeó Ryu ya junto a Kagome.- Ese monstruo me venía persiguiendo hace unos 3 kilómetros, realmente intenté acabar con él, pero no quería ensuciar mi espada y pensé que en algún momento él se cansaría. Cuando sentí la presencia de Kag, me dirigí hacia acá para-

- Para que yo lo acabara con una flecha y así mantener tu amada espada limpia- gruñó Kagome rápidamente mientras seguía acomodándose en los brazos de InuYasha, que se comenzó a poner bastante nervioso al sentir el pequeño cuerpo de la chica apegado al suyo.

- Bueno, sí... sabes que la sangre de ese tipo de ser cuesta mucho sacarla- masculló el chico encogiéndose de hombros- Pero no esperaba encontrarte en un baño y menos con una amiga tan guapa, fue una vista bien agradable... ¡Perdón!- agregó apresuradamente mirando al matrimonio- Se me salió.

 CONTINUANDO (INUYASHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora