26 - Odio

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Los días en su época no habían sido más que estrés. El haber faltado a tantas clases había causado que estuviera completamente atrasada respecto a sus compañeros y pronto, los primeros exámenes comenzarían. Estaba completamente agradecida con Sakura y Hiromi que incluso grabaron los audios de las clases y se las pasaron, permitiéndole tener todos los apuntes como si hubiera presenciado las clases. Ahora mismo estaban en la cafetería proveyéndose de café para la larga tarde que tendrían estudiando en la biblioteca.

- Les agradezco muchísimo todo lo que han hecho por mi -dijo Kagome sonriéndoles luego de recibir su café.

- No tienes de qué Kagome - dijo Sakura negando con la cabeza - lo importante es que ahora estudiemos para los exámenes y los pasemos sin problemas.

- Muchísimas gracias - sonrió la chica camino a la salida.

Sin embargo, el sonido de la radio del lugar detuvo su andar.

"... no hay acceso al lugar. Hemos intentado acercar a nuestro equipo periodístico, pero la cantidad de humo es demasiado grande. Los bomberos y fuerzas policiales nos impiden el acceso y nadie nos da información de lo que está pasando. Sin embargo, testigos que han logrado salir del área acordonada nos indican que un hombre con apariencia enferma comenzó a comportarse de forma extraña y luego cercano a él una explosión se causó. Nos dicen que hay personas desconocidas controlando la situación, pero-"

- Vamos Kagome - llamó Hiromi al notar que la chica había quedado atrás.

- Chicos, creo... creo que debo marcharme -dijo Kagome angustiada por lo que acababa de escuchar.

- ¿Qué? No, olvídalo. - negó Sakura tomándola del brazo y arrastrándola hacia la biblioteca - Lo primero son los exámenes, no puedes reprobarlos o te atrasarás un año.

- Chicos, realmente -

- Nada de peros Kagome, debes irte con nosotros - apoyó Hiromi caminando al lado de ellas. - Es por tu bien.

Kagome se mordió los labios nerviosa, pero asintió con un suspiro intentando ignorar el mal presentimiento que la había invadido. Debía ser solo su imaginación, el tema de Zettai la tenía demasiado paranoica. Y centrándose en esa idea se fue con sus compañeros a la Biblioteca a preparar sus exámenes.

Observaba al ejército con labios apretados. Kinshu supervisaba el entrenamiento de los guerreros y él detallaba los movimientos que ellos realizaban con ojo crítico a una distancia considerable. No sabía por qué permanecía en el palacio. Sango y Miroku habían regresado a la aldea días atrás, Kagome estaba en su tiempo, preocupándose de sus estudios y él, luego de ir a dejarla, regresó a ese lugar por petición de ella.

"Debo estudiar mucho estos días ", le había dicho, "¿Por qué no regresas al Palacio y entrenas allí? Puedes aprender mucho del General Kinshu... y quizás... aprendas algo más de ti."

Por mucho que le había insistido en que le dijera qué quería decir con esa frase, la chica solo se limitó a besarlo y sonreírle. Sin saber por qué -y algo guiado por la curiosidad- regresó al Palacio sin dar aviso. Nadie le negó el ingreso, Sesshomaru ni siquiera hizo algún comentario de su presencia en el lugar y Kinshu, el primero en recibirlo cuando llegó, le dijo que no olvidara ir a ver a sus hombres.

- Mis hombres... - masculló con molestia.

Si bien llevaba muchos días mirándolos moverse, entrenar y pulir sus habilidades, él no no tenía hombres. De hecho, ni siquiera sabía cómo dirigir a otra persona. Cuando peleaba con sus amigos, casi no daban instrucciones. Bastaba una mirada para que lo entendieran, la coordinación entre ellos era perfecta.

 CONTINUANDO (INUYASHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora