28 - Adios.

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Despertó de a poco notando que el, otra vez, no estaba a su lado. Rin ya se había acostumbrado a aquello, pero sin saber por qué esta vez se sentía distinto. Miro por la ventana y vio que era tarde ¿Tanto habia dormido? Tomo una gruesa yukata y salió de la habitación en busca de su compañero o al menos algo de información por parte de Kukiko o Jaken sobre su paradero. Sin demorarse mucho encontró la presencia del pequeño Youkai en el vestíbulo del primer piso, quien a penas la vio, la ignoró y rápidamente caminó en dirección contraria.

- ¡Jaken!

Este se detuvo de golpe al escuchar la voz de su nueva ama llamándolo.

- ¡Mocosa! digo... ¡Ama! No la había visto - la miro nerviosamente y a la vez redirigiendo su mirada hacia otro punto.

- ¿Sabes donde está Sesshomaru? - preguntó la chica llegando a su lado y poniendo una cara seria, sospechando que algo estaba ocultando.

- ¿El amo? N-No lo sé. . . - respondió Jaken nerviosamente.

- Jaken es obvio que me estás ocultando algo importante - dijo Rin con cansancio en su voz- Ahorrémonos una discusión sin sentido. Claramente es por Sesshomaru que estás tan nervioso, así que dime ¿Dónde está?

Jaken la miro retorciendo sus manos en su ropa. Intentaba dar alguna excusa, pero su mente estaba literalmente en blanco tanto que pronto empezó a tartamudear y a sudar sin control, y la punzada constante en el pecho de Rin sintiendo un mal presentimiento se intensificaba.

- ¡Jaken! ¿Dónde está Sesshomaru?

La voz de Rin salió demandante cuando lo interrumpió en su fraseo sin sentido, urgida por su necesidad de información. Jaken sintió como el aura de la chica aumentaba con fuerza haciéndolo temblar de miedo por la posibilidad de que pudiera ser purificado.

- ¡Se fue con Inu-Tonto y los demás a combatir a Zettai!

Jaken solo pudo respirar tranquilo cuando vio que la chica volvía corriendo hacia su habitación. Se dejó caer de rodillas al tiempo que Kukiko entraba en el lugar asustada por la fuerte presencia de la humana que había sentido desde el jardín. Jaken sabia que había desobedecido a Sesshomaru, pero el miedo que había sentido fue tan grande como si hubiese estado frente al mismo youkai.

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Atardecía cuando llegaron al núcleo de energía demoniaca de la ciudad. Durante el día, ésta había estado creciendo de forma acelerada, concentrándose únicamente en un solo lugar. Según lo que habían averiguado, para realizar el ritual se requería de una alta concentración de energía maligna por lo que era inevitable que se supiera la ubicación del lugar donde Zettai planeaba realizarlo.

El grupo del futuro llegó preparado para encontrarse con el enemigo, sin embargo, el lugar estaba desierto. Era un descampado con tierra muerta y sin vegetación, rodeado de un bosque que el día anterior también ocupaba ese espacio que ahora estaba muerto.

- No bajen la guardia - susurró InuYasha mirando a su alrededor. Este portaba su haori de ratas de fuego con su reluciente armadura, que antes pertenecía a su padre y su cabello amarrado en una coleta alta esta vez dejando al descubierto sus orejas de perro.

 CONTINUANDO (INUYASHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora