16 - Peligro

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- Sabés que están sospechando.

- claro.

Continuó contemplando a la pareja que bailaba divertida sin percatarse de su mirada fija.

- ¿Qué harás?

Apretó los labios pensando...Una sonrisa que cruzó su rostro ensombreció su mirada.

- Tranquilo, todo va de acuerdo al plan.

- Pueden descubrirnos. - alertó.

- No lo creo. - le sonrió a su compañero.
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Yumiko giró el rostro alerta, deteniendo las vueltas que John le daba. Un pequeño escalofrío recorrió su espalda, el mal presentimiento volvía a hacerse presente. Alguien los observaba, busco con la mirada angustiada pero no encontro a nadie.

- ¿Yumi? ¿Qué sucede?- preguntó John preocupado porque el constante rostro sonriente de su prometida mostraba un ceño fruncido.

- No lo sé John...- susurró Yumiko escondiéndose en el pecho de su pareja. Exhaló con fuerza y dejó que su sonrisa volviese a aparecer en ella.- Sigamos bailando.

John le sonrió con ternura y cumplió lo que ella le decía sabiendo que no tenía otra opción, sin embargo, sabía que algo le estaba preocupando y él tenía que estar listo para protegerla.

- ¿Miroku?

Sango miró a su esposo que tenía el ceño fruncido mirando a su alrededor.

- Sentí una presencia maligna...- comentó Miroku aún con el vaso de licor camino a su boca, sin dejar de buscar con la mirada. Él juraría que sintió una energía oscura en la fiesta, pero ésta desapareció en seguida - Muy parecido a lo que sentimos cuando el hijo del terrateniente fue poseído...

Sango comenzó a buscar, pero no percibió nada.

- ¿Será lo que nos dijo Kagome? ¿Les avisamos?- preguntó Sango mirando hacia donde sus amigos bailaban lentamente.

- Dejémoslos disfrutar- dijo Miroku con una mueca observándolos- Jamás había visto a InuYasha así de feliz. Hoy es su día, nosotros estemos pendientes.

Sango asintió y miró nuevamente a su alrededor. Nadie parecía sospechoso, pero a los pocos minutos algo le llamó la atención. Un extraño con aspecto deplorable hacía su aparición en la fiesta.

- Miroku mirá - llamó apuntándole al hombre.

El arrugó el ceño. Algo en su aura no estaba bien. Al ver que se acercaba a donde estaban los recién casados, Miroku apuró el paso y le cortó el camino.

- Disculpa, ¿te encuentras bien?

El extraño de cabello castaño soltó una risotada haciendo que un poco de la bebida de la delgada botella que llevaba se derramara.

- ¡De maravilla!- gritó llamando la atención de algunos invitados presentes.- ¡Vine a celebrar con los novios!

- ¿Qué mierda haces acá?

InuYasha se acercaba enfurecido, seguido por Kagome que parecía aterrada. Miroku arrugó el ceño ante la ira que despedía su amigo, por lo que decidió intervenir.

 CONTINUANDO (INUYASHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora