25 - Como si fuera el último día.

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Abrió los ojos despacio, y pestaño un par de veces para enfocar su vista hacia el techo. Observo el lugar que estaba en penumbras y en silencio. La leve luz de luna iluminaban las cosas mostrando sus formas. No podía reconocer el lugar, pero luego de prestar más atención logró detectar a un lado de ella, en una silla, a una persona conocida.

- ¿Sesshomaru? - susurró notando su garganta seca.

La persona se movió un poco pero siguió sentada en la silla. Su corazón se agitó con rapidez a pesar de lo debilitada que se sentía y no pudo evitar una sonrisa al ver que el youkai estaba profundamente dormido. Los recuerdos estaban confundidos en su cabeza, recordando la imagen de una cueva. Suspiró un poco aliviada al deducir que su ex amo la había encontrado a tiempo. Se alzó levemente intentando observarlo más de cerca, resistiendo su peso en sus codos.

Había tenido mucho miedo. Aunque no recordaba mucho de lo sucedido luego de que el ser de piel gris comenzara un rezo.

Sabía que había sufrido. lo confirmaba por lo mucho que le dolía el cuerpo siéndole difícil estar sobre sus codos, pero estaba a salvo y eso era lo importante.

Continuó observando a Sesshomaru, notando como estaba apoyado a la silla girado hacia ella. Su cabeza colgaba sobre su pecho dejando salir una suave respiración. Pocas veces había podido apreciar al youkai durmiendo, al parecer bastaba con pocas horas y no necesariamente todos los días para reponerse por completo.

Rin dibujó una sonrisa cansada en su rostro y aunque deseaba seguir observándolo, se recostó nuevamente en la cama. El cansancio finalmente la venció, quedándose suavemente dormida.

Cuando volvió despertar la habitación nuevamente estaba en penumbras, pero el cuerpo de youkai ya no estaba a su lado. Su silueta se enmarcaba por la luz de la luna a través de un ventanal. Lo notó observando un punto fijo hacia el cielo, concentrado. Rin no quiso interrumpirlo, por lo que simplemente se quedó contemplando su belleza sin moverse. Luego de varios minutos Sesshomaru se volteó con lentitud abriendo los ojos sorprendido. Ella le sonrió con ganas a pesar de sentir sus ojos muy cansados mientras el youkai daba pasos apresurados hacia ella para finalmente sentarse en la cama. Alzó su mano con rapidez y le acarició la mejilla. Rin cerró los ojos ante el contacto y con lentitud llevó su propia mano hasta el rostro del youkai.

- ¿Cómo está?

Sesshomaru asintió levemente sin dejar su rostro. Rin sonrió suavemente entendiendo la respuesta. Seguía sintiéndose cansada, pero luchó contra el sueño para no caer en la inconsciencia nuevamente.

- ¿Qué pasó? - preguntó intentando acomodarse en la cama.

Pudo observar como Sesshomaru arrugaba el ceño notoriamente. Su mirada cayó a la cama y a la vez alejándose de ella. Esperó pacientemente que el youkai decidiera hablar; lo que aprendió al estar años acompañándolo era que no debía presionarlo para hablar si el no deseaba hacerlo. Por lo que siguió esperando con paciencia, acomodándose un poco en las almohadas.

- Querían tu energía - explicó Sesshomaru mirándola fijamente. -Lo importante es que ahora estás bien y no permitiré que vuelvas a estar en peligro.

Ante la palabra peligro un recuerdo horrible vino a su cabeza.

- ¡Kukiko! - gritó tan exaltada que el youkai llegó a dar un salto en su lugar. - ¿Ella. . .?

 CONTINUANDO (INUYASHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora