15 - Tú y yo

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Kagome le cuestionó durante toda la semana sobre el lugar a donde se iba por las tardes y él solo le daba explicaciones nada creíbles. "Fui a pescar", "Iré a entrenar", "No, no puedes acompañarme" Respuestas que causaban gran molestía.

Llegó a la cabaña encontrando a Kagome con su traje de exterminadora puesto y tirada en el suelo junto al fogón. La mujer giró el rostro al verlo llegar y luego, con un desprecio, volvió a mirar al techo.

- ¿Qué haces ahí tirada?- inquirió ceñudo. Sabía que estaba molesta con él por otro día ausentado.

- Descanso- respondió secamente.

- ¿Y el traje?- preguntó quedando junto a ella y mirándola desde su altura.

- ¿Qué pasa con él?- respondió Kagome encogiéndose de hombros desde el piso.

- ¿Por qué lo traes puesto?- gruñó InuYasha cruzándose de brazos.

- Si hubieras estado acá lo sabrías- dijo la miko poniéndose de pie.

Kagome recogió su arco y espada e InuYasha no pudo evitar notar el olor a sangre de youkai en ellos.

- ¿Con quién te enfrentaste?- exclamó molesto.

- Con nadie que siga vivo- dijo la chica alejándose.

- ¡Arrgg!, ¡Kagome!- gruñó InuYasha tomándola del brazo para detenerla- ¡Te dije que no irías a batalla sin mi!

- Fui al templo y se produjo un ataque- respondió ceñuda- No me iba a quedar mirando solo porque no estabas. Además creo que no debo darte ninguna explicación de lo que hago, tal como lo haces tú- lo apuntó con el índice alzando la voz- Porque no soy tan estúpida como para creerte toda esa bola de mentiras que me dices que haces en las tardes- entrecerró los ojos- Que ocultas? No estarás viendo a alguien más, ¿cierto?- su voz sonó temblorosa- Acaso... ¿Te ves con esa youkai que huele a manzana?- InuYasha vio como lo olisqueaba. Ahora que tenía sus sentidos más desarrollados, los usaba a su conveniencia.

- Pero qué mier-exclamó perplejo el hanyou soltándola- ¿Cómo se te ocurren tantas ridiculeces?

- ¿Qué quieres que piense? si te desapareces todos los días, todo el día- exclamó Kagome.

Había explotado, los días anteriores había discutido brevemente con él, pero a dos días de casarse no podían seguir así ¿Acaso esto era lo que le esperaba el resto de sus vidas? Al ver que InuYasha callaba, se volteó con un bufido. Mejor se iría a dormir o lo mataría a Osuwaris.

- Kagome...- La voz de InuYasha la detuvo. Se giró dispuesta a usar el hechizo, pero el verlo extremadamente sonrojado y con la mirada en el piso la desconcertó.

El hanyou le lanzó rápidas miradas no pudiendo mantenerlas por más de un segundo. Se acercó unos pasos a ella y le dio una última mirada antes de dejarla clavada en el piso.

- Tengo algo para ti- masculló con su cara ardiendo y con las manos en su haori.

Kagome ladeó la cabeza confundida. ¿Y ese cambio tan radical? Se quedó esperando otra palabra de InuYasha, pero el parecía demasiado turbado.

- ¿Y bien?-comenzó a decir, pero InuYasha sacó sus manos de su traje y le mostró una pequeña cajita de terciopelo. Kagome la recibió ceñuda, pero al abrirla sus ojos se mostraron asombrados.

 CONTINUANDO (INUYASHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora