12 - Tal como soy

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- ¿Que...Qué es lo que tiene?- preguntó Ryu acercándose a ellas e intentando alejar a Yumiko para poder ver el cuello de su amiga. Sus ojos se abrieron impactados al ver la marca.- ¡Wow! ¡Felicidades!- exclamó feliz y moviendo las cejas con picardia, mientras John al ver le sonreía paternalmente.

La chica no supo que hacer en esa situación. Claramente sus amigos sabían más del comportamiento de los youkai que ella, algo totalmente comprensible, ya que durante toda su vida se habían visto rodeados de eventos relacionados con ellos, y al parecer, el emparejamiento no era un tema que había quedado fuera.

- ¿Qué sucede?- preguntó Yuka confundida.

- ¿Cuándo sucedió?- interrumpió Yumiko alejándose finalmente de Kagome. Le tomó las manos e ignoró a la otra chica.

- Hace 4 días- respondió ésta sonrojada.

- ¿Harán una ceremonia?- preguntó Yumiko con los ojos brillantes al punto de que en cualquier momento comenzaría a llorar de felicidad.

- Una pequeña- respondió nerviosa sin dejar de sonreirle, no pretendía aumentar el número de asistentes de su boda que ahora constaba de solo 3 invitados más los novios.

- ¿Así quedan unidos por las dos leyes, cierto?- preguntó Yumiko nuevamente.

- ¡Por supuesto!- respondió John tomando a la rubia y sentándola junto a él.- Vamos Yumi, deja de agobiarla.

- ¿Cuándo venimos entonces?- preguntó Ryu tomando un vaso con refresco- ¡Hay que comprarles un buen obsequio!

- Chicos, ¿de qué hablan?- preguntó Eri ceñuda.

- ¡Kagome e InuYasha son compañeros! ¡Y también se casarán por las leyes humanas!- exclamó Yumiko poniéndose de pie, poniéndose a dar unos pequeños saltitos y aplausos con mucha emoción, justo en el momento en que la puerta se corría e ingresaba InuYasha.

El hanyou se quedó congelado mientras la rubia se lanzaba sobre él felicitándolo sin cansancio. Había alcanzado a escuchar la última frase de ella y maldijo para sus adentros el no quedarse más con Sota afuera. Kagome lo miró incómoda por la situación, no sabía ni qué hacer ni cómo reaccionar, más solo seguía con su sonrisa nerviosa.

- ¿Se casarán? - exclamó Eri asombrada y poniéndose de pie.

- Si! La ceremonia será dentro de un mes- respondió InuYasha mirándola fijamente contento de ver su expresión. Sonrió arrogante mientras finalmente lograba dejar quieta a Yumiko junto a él.- Si quieres puedes venir, así no te quedan dudas sobre mi relación con Kagome.

Ayumi y Yuka saltaron de sus lugares y fueron a abrazar a su amiga con mucha felicidad mientras Eri hacía una mueca amargada. Kagome reía nerviosamente agradeciendo la alegría de sus amigas, pero le entristecía un poco la reacción de Eri, quien finalmente se decidió a acercarse a ella.

- Bien, veo que ya no hay forma de te alejes de este inútil que solo te ha hecho sufrir- dijo con un aire a decepción y dando un fuerte suspiro.

InuYasha sintió la ira comenzando aparecer, justo cuando iba a decirle algo.

- Eri, eres mi amiga y te quiero- dijo Kagome haciéndole frente- Pero es la última vez que te permito que hables así de InuYasha, él es el mejor hombre que he conocido y es la persona a quien elegí para pasar el resto de mi vida, mi prometido. - estaba molesta con Eri y ya era hora de que le dejara en claro que no podía dar ese tipo de comentarios- Y me siento muy privilegiada de que él me acepte y me ame de la forma como lo hace.

Tanto sus otras amigas como los del templo estaban en un tenso silencio, excepto Ryu que soltó una pequeña risa mientras seguía comiendo unas botanas maravillado por la escena e InuYasha que tenia una media sonrisa orgulloso por las palabras de su mujer. Eri abrió los ojos sorprendida, pero rápidamente se compuso. Se giró hacia InuYasha y caminó hacia él con paso firme.

 CONTINUANDO (INUYASHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora