-Así que...-Irwin pasea sus dedos por mi costado izquierdo, haciendo figuras sobre el hueso de mi cadera. - ¿Hoy no vas a acompañarme al ring?-él pregunta mientras deja suaves besos por mi espalda desnuda.
-No Irwin, hoy he quedado con las gemelas-susurro pues estoy cansada después de todo el gasto de energía que he hecho junto a este hombre.
-Aplázalo para mañana-él me pide y yo me echo a reír, deteniendo Ashton el descenso de sus labios por mi columna.
-Irwin, me sorprende que después de llevar casi dos meses viviendo conmigo, sigas creyendo que voy a hacerte caso-le hablo mientras me giro, quedándome boca arriba en la cama y mirando al rubio escaso de ropa que se alza sobre mí.
-Realmente, lo que intento es encontrar ese punto en tu cuerpo que te haga decir que sí a todo lo que yo te proponga-él contesta sonriente mientras adentra sus juguetones dedos en las sábanas que me cubren y acaricia con delicadeza mi torso.
-Eso lo tienen los perros Ash, y la última vez que me mire al espejo no tenía ni cola ni garras ni exceso de pelo-respondo sonriendo mientras acaricio su cabello cuando sus labios vuelven a mi clavícula.
-Y yo que pensaba que te estabas convirtiendo en diablesa-él bromea apoyando su barbilla en el valle entre mis pechos. Yo sonrío y miro hacia el despertador que se encuentra en la mesa de noche de Ashton, son las siete en punto de la tarde, debería entrar en la ducha.
-Siento romper el momento pero, tengo que ir a la ducha ya si quiero estar presentable cuando las chicas aparezcan-digo apoyando mis manos en el colchón y deslizándome hacia arriba, saliendo de debajo del cuerpo de Ashton.
-No sé para qué pierdes el tiempo en intentarlo, eres una impresentable y los dos lo sabemos-él bromea y yo le doy una palmada en su culo. - ¡Nina!-él se queja y yo alzo mis hombros.
-Tú mismo lo dijiste, soy una impresentable-le guiño el ojo antes de entrar al baño, como es de esperar, el señorito aparece a los pocos minutos rascándose la espalda. Entra en la cabina y me coge de las caderas para hacerme hacia delante, ocasionando que un jadeo salga de mis labios, miro hacia la zona en la que Ashton presionaba sus dedos y entiendo el por qué. - ¿Esto son las marcas de tus dedos?-pregunto atónita, girándome para poder mirarlo a los ojos.
-Ups-él responde tan tranquilo mientras regula el agua.
-¿Tú crees que es normal dejarme esas marcas?-murmuro medio enfadada medio sorprendida.
-Nina, ¿has mirado mi espalda?-él inquiere, girándose y dejándome observar la pequeña obra de arte que he hecho en su piel. Ahí donde se reflejan sus fuertes músculos hay mordidas, chupones y arañazos.
-No es mi culpa, me incitas a hacerlo-respondo situándome bajo la alcachofa.
-¿Cómo? ¿Dándote el mejor sexo de tu vida?-él pregunta y observo cómo se le empieza a hinchar el pecho a lo gallito.
-No, impidiendo que llegue al orgasmo, es tu culpa ergo tú pagas por ello. -contesto para cerrar mis labios y alzar mi cara hacia el teléfono, dejando que el agua me refresque. Después de estar unos pocos segundo ahí, salgo y le dejo espacio a Irwin mientras yo me enjabono. Él se encarga de lavar mi cabello, cosa que me encanta porque que me toquen el pelo me vuelve loca.
-Me sigue sorprendiendo lo mucho que te relajas cuando te toco el cabello-él murmura cuando ya estamos en la habitación, yo en ropa interior mientras él tiene los pantalones subidos sin abrochar y el pecho al descubierto.
-Es mi punto débil-respondo antes de soltar un ronroneo, Irwin me está peinando y sé que soy capaz de dormirme con esto.
-Ya veo-él termina y deja caer mi pelo libremente por mi hombro derecho mientras sus labios van a mi cuello.
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Unpredictable ☯
FanfictionEnya, más conocida como Nina, es una chica joven con un pasado algo caótico, cuenta con demasiadas heridas abiertas que cada vez que están apunto de cerrarse ocurre algo que las agranda aún más, pero no todo es de color negro, como todo en el mundo...