Capítulo siete. Welcome to the new edge.

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Despertar y sentir que te abrazan es una de las mejores formas de hacerlo, siempre y cuando no sea Ashton quien te esté abrazando. Me remuevo entre sus brazos despacio, consiguiendo que se despegue de mí, dándose la vuelta y dejándome su musculosa espalda a la vista. ¡Madre mía! Quien fuese sábana... Me levanto y me pongo las chanclas, voy al baño y me lavo la cara, despertándome y preparándome para el fin de semana que me espera, después salgo del cuarto dirigiéndome a la cocina. Me pongo a investigar y con lo que encuentro me da para hacer tortitas y batidos de fruta, así que en lo que el aceite comienza a calentarse corto la fruta.

-Buenos días—Derek murmura mientras entra en la luminosa cocina.

-Buenos días D—besa mi mejilla mientras me abraza por la espalda.

-¿Qué preparas?—pregunta mimoso.

-Tortitas y batidos de fruta.— él responde con un sonido de su garganta mientras lleva su nariz a mi cuello.

-Gracias por lo de ayer—me mira a los ojos, la verdad es que apenas hay distancia entre nuestros labios pero al revés de lo usual me siento muy cómoda, soy distinta a las demás chicas, estoy acostumbrada a tener presencia masculina a mi alrededor.

-De nada—beso su mejilla y rompo el contacto de sus brazos debido a que me muevo hacia los fogones.

-¿Sirvo esto?—pregunta señalando a la batidora.

-Por favor—contesto mientras comienzo a hacer las tortitas.

-¡Qué madrugadores!—Ashton dice entre un bostezo parado junto al marco de la puerta.

-Buenos días, Irwin—susurro concentrada en las tortitas.

-Hayes—él hace un movimiento con su cabeza mientras cruza sus brazos sobre su amplio pecho. Escucho la risa de Derek de fondo pero lo dejo pasar, creo que el golpe en la cabeza le ha afectado...

-¿Alguien me alcanza un plato?—pido y al segundo Derek me lo pone en la encimera.—Gracias—cojo su cara entre mis manos y beso su mejilla. Él vuelve a reír y yo comienzo a sacar tortitas. Noto a Ashton moverse por el cuarto, abre la nevera en lo que yo saco la quinta tortita.

-¿Nata y sirope?—pregunta en alta voz el rubio.

-¿No hay nutella?—inquiero en respuesta llevando uno de los platos rebosantes de tortitas a la mesa.

-No—responde tajante cerrando la nevera.

-Ok—contesto enseñándole la lengua cuando me da la espalda causando que D se ría aún más.

El segundo plato de tortitas se llena y yo aparto la sartén del fuego, apagándolo para después sentarme a la mesa, me pongo tres tortitas en el plato y las embadurno de sirope y nata.

-¿Tú querías tortitas con nata o nata con tortitas?—pregunta Derek bromista.

-Me puede la nata—contesto sonriendo.

-A mí me va más el chocolate—Ashton sonríe ante su propio comentario y Derek se ríe.

-Tíos—suelto un suspiro tras rodar mis ojos y sigo comiendo. Desayunamos casi en silencio, básicamente porque es muy temprano y nuestros cerebros aún no funcionan.

-¿Cómo estás, Derek?—el rubio pregunta al moreno que responde encogiéndose de hombros.

-¿Tienes que ir a hacerte las curas, no?—inquiero recogiendo mi plato y cubiertos pues ya he terminado.

-Sí, pero estaba pensando que mejor me las hacías tú—él me pide con una carita de perrito apaleado.

-No soy ninguna profesional—le recuerdo apoyando mis manos en la encimera, dándole la cara a ellos.

Unpredictable ☯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora