Imaginas De Thomas Brodie-Sangster ©

"Too sweet"

Thomas había estado extremadamente feliz de saber que sus vacaciones las podría pasar contigo en tú país. Y más aún cuando recordó que vivías cerca del mar, el clima tropical y cálido le encantaba al igual que a ti, era un respiro de el frío de Londres y de el mundo movido de L.A donde a menudo estaba rodando algún proyecto.

El día que llegó lo recibiste con una gran sonrisa en tu rostro, hacía mucho que no se veían, parte de su relación había sido por las redes sociales, cuando interactuaron y el empezó a seguirte fue cuestión de tiempo para que cayeras enamorada completamente de su personalidad y el de la tuya. Así fue cuando arreglaron su primer encuentro físico, no sabían que esperar al inicio uno de otro. Thomas y tú para su suerte resultaron ser más compatibles de lo que pensaban que eran y desde ese momento todo había sido como algodón y color de rosa en su relación.
Estaban tan enamorados que no les sorprendería para nada dar un paso en un ataque de alegría y encontrarse al otro día en el altar diciendo el si.

-¡Estás aquí!--- soltaste en un casi chillido al abrazar a tu novio y llenarlo de besos por todo su rostro, el reía tierno, su risa era la cosa más bonita que habías escuchado.

-Hola linda--- sentiste como tú corazón se apachurraba de amor, su voz estaba un poco ronca, signo de que seguramente venía dormido en el vuelo. Pasó sus manos por tu cintura y te abrazo larga y tendidamente por un rato mientras te decían en el oído lo mucho que te había echado de menos y lo mucho más que te amaba, cuando estaban juntos todo parecía desaparecer o eso creyó Thomas hasta que escucho como tú padre hacía ruidos por lo bajo para que se separaran.

-Hola Thomas---- saludo tú padre con un apretón de manos a tu novio.

-¿Cómo estuvo tu vuelo Tom?--- tu mamá había adorado a Thomas apenas lo conoció, su caballerosidad y su atención contigo no la hizo dudar en ningún momento sobre que ustedes de verdad se amaban y que los apoyaría en todo.

-Muy bien, gracias señora Leeman

Cuando al fin llegaste a tu casa Thomas se instaló en el cuarto de huéspedes y se apresuró a cambiar su saco por una playera color crema sin mangas y unas bermudas frescas. Hacía lucir su blanca piel y su cabello rubio en el poco sol del atardecer brillaba de forma que te daban ganas de despeinarlo cada que lo veías.

Cenaron de forma tranquila mientras hablaban animados de el trabajo de Thomas y como tú habías salido como una de las alumnas con honores de tu generación. Después de ayudar a recoger los platos y reposar un poco abrazados en la sala decidieron salir a caminar.

- ¿Crees que podamos ir al puerto?--- te susurro pegando sus labios a tu oído

Miraste la hora, aún era algo temprano, asentiste --- está bien, deja voy a avisar a mi mamá y por las llaves.

Saliste de la habitación no sin antes dejar un beso en los labios de tu novio. La sala de tu casa estaba repleta de fotos tuyas, al ser hija única no le sorprendía a Thomas el amor que tus padres derrochaban hacia ti aún con tus 23 años.

Salieron en silencio hacia la plaza principal, vivías cerca de un lugar turístico, pero la temporada era baja, así que no debían preocuparse por la gente, estaba cayendo la noche y podían empezar a ver cómo los barcos que estaban zarpando prendían sus luces de a poco. Thomas estaba a tu lado, iban tomamos de la mano, y a veces lo atrapabas mirándote con esa mirada boba que tú ponías al verlo también.

-No lo puedo creer

-¿Que no puedes creer?

-Que Thomas Sangster sea mi novio

-Ni yo que la chica más bonita del mundo es mi novia.--- te atrajo hacia él y te refugio en su pecho en un cálido abrazo, posaste tus manos en su pecho y le hiciste cosquillas para que te soltara.--- Hey, no. Déjame abrazarte, espere mucho para verte.

-¡Entonces ven!--- empezaste a correr hacia el puerto, había un hermoso pero oscuro camino hacia un faro, y el que hubiera alguno que otro puesto tapando la vista y el camino para correr le molestó un poco a Thomas cuando te tuvo fuera de su radar de visón.

-¡________! Espera--- alargó más sus pasos cuando pasaste por un puesto y entonces si te dejo de ver, se asusto cuando llegó al final del puerto y no te veía por ningún lado. Podía sentir su latido de su corazón detrás de sus orejas y comenzaba a agitarse más conforme pasaba el tiempo ¿Y si se cayó?

No pudiste evitar soltar una risa al verlo tan angustiado, su boca empezaba a bajar a forma de una mueca triste y su mirada delataba pánico puro.

-¡Thomas!

-___________ por dios no me hagas eso de nuevo--- corrió a la orilla donde estabas sentada y te abrazo mientras cerraba sus ojos--- Eres muy mala. Estaba a nada de llorar.

-Lo siento Tom

-Esto me lo vas a tener que pagar.

-Hmm ¿Que tal una sorpresa para dormir?

Thomas trago en seco y te miró coqueto despues de que su mente entendiera tu mensaje.

-Mas vale que sea cierto lo que insinuas porque te he echado mucho de menos.

Reiste antes de dejar un beso en su brazo que pasaba por tus hombros y te acercaba a su pecho.
No había mejor lugar en el que desearan estar.

-¿Que tal una foto en el faro?--- viste a un hombre a lo lejos con su cámara instantánea

-Sera un bonito recuerdo.

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-EZ