La habitación de Catra era tan grande como las barracas de los soldados, sólo que no tenía varias camas-cuchetas dispuestas en todo el espacio. Había lugar para que Catra hiciese lo que le plazca. Pero no le gustaba pasar tiempo allí. Era cómoda, sí. Las lisas paredes verdosas eran perfectas para arañar y rasgar cuando no podía dormir por la noche. Una solitaria viga metálica cruzaba la habitación a buena altura, así que ella se podía acuclillar allí arriba cuando quería o incluso relajarse y dormir.
Una de las veces que durmió en la viga, se despertó de un sobresalto y cayó. Cayó de pie, ella siempre caía de pie. Aunque su cama era mil veces más cómoda que la anterior (otra diferencia entre los soldados rasos y los cargos más altos), lamentablemente, estaba a cincuenta centímetros del suelo. Dormir tan cerca de la tierra (y sola) la ponía nerviosa.
La habitación tenía un cubículo, con todas las cosas necesarias para empezar la mañana, la menos favorita de Catra, era la ducha. Eso también le había llamado la atención: el agua era igual de fría en las canillas de soldados y oficiales.
Por último, en su habitación había una Scorpia desacomodando su cama recién hecha y haciendo pucheros.
—Así que... hoy vamos a estar separadas.
Catra bufó.
—Supéralo, Scorpia.
Scorpia no lo superó.
—Es que pensé que iríamos juntas —comentó agarrándose las pinzas.
Catra la miró de reojo. Scorpia podía llegar a ser muy molesta. Era grande y torpe y no solía comprender la expresión de "muévete o muérete" que tenía permanentemente el rostro de Catra. Sin embargo, debía admitir que hubiera preferido que la acompañara en la misión a Dryl. En cambio iría a una misión de rutina con su detestable grupo a cargo. Se colocó cuidadosamente su particular casco.
—Oye debería contarte algo... sobre Adora. —Scorpia la observó buscando algún tipo de reacción.
Catra se quedó muy quieta pero no se volteó.
—Ayer la encontré a la salida de los baños. Parecía tan asustada, como si hubiera visto un fantasma, ¿sabes? Me dijo que...
—Capitana de la fuerza Catra, repórtese en la bahía de vehículos —ordenó el altoparlante que había en su habitación.
Catra salió de la habitación sin saludar a Scorpia.
La bahía de vehículos era un amplio aunque sobreexplotado espacio. Había que ser un hábil piloto para elevar los aerodeslizadores sin golpear otro ni estrellarse contra alguna saliente metálica. No obstante, hoy estaba vacía. Los vehículos se habían ido con la mayoría de tropas dispersadas en los Bosques Susurrantes.
Nueve tristes aerodeslizadores se encontraban desperdigados en todo el lugar. Estos no eran los aerodeslizadores fácilmente maniobrables con los que habían atacado Dryl. Eran más grandes y pesados, preparados para la carga no para el combate. Rogelio, Lonnie, Kyle y Adora estaban formados frente a uno de ellos.
"¡Soy capitana! —pensaba Catra, masticando la frustración— y me envían a esta estúpida misión de la que incluso Kyle se podría encargar solito"
La línea de abastecimientos a Dryl estaba asegurada: no entrarían en combate. Todas las tropas estaban luchando contra las princesas y a ella la mandaban a hacer de niñera de Adora.
Se percató que estaba apretando sus puños. Los relajó y avanzó hacia el grupo. Al acercarse, escuchó las palabras de un teniente que no conocía.
—... rutinaria, cuidar de que los suministros lleguen sanos y salvos. ¿Alguna pregunta? —hizo una pausa y reparó en la mano levantada de Kyle—. ¿Alguna pregunta que no tenga que ver con la estabilidad de los aerodeslizadores?
ESTÁS LEYENDO
Defensoras de Luna Brillante: She-Ra Universo Alternativo
Fiksi Penggemar¿Qué hubiera pasado si Shadow Weaver hubiera logrado borrar los recuerdos recientes de Adora? Este suceso, que casi ocurre en el capítulo 9 de la temporada 1, podría haber desencadenado verdaderas catástrofes. ¿Qué va a hacer la rebelión sin su...