04: Divertido

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Contrario a lo que pensaba y de acorde a las palabras de Madame Laforêt el campamento no era tan malo como pintaba en un principio, por supuesto que veía las materias que en clases lo martirizaban pero, de una manera bastante nueva para él, no pasaban el día metidos en un salón realizando ejercicios numéricos sino que salían a realizar caminas donde explicaban con ejemplos prácticos, hacían grupos de competencias para resolver los problemas y juegos para acertar las respuestas; en literatura se reunían cerca del lago y leían obras literarias en forma de teatro, debatían ampliamente sobre las tramas y luego venía una divertida explicación por parte de la maestra; en biología pasaban vestidos como todos unos científicos experimentando sobre los temas de clases y anotando los resultados en sus cuadernos sin mayores explicaciones; y en historia se disfrazaban para representar las guerras de antaño, veían películas alusivas a acontecimientos históricos como <Puentes de Espías> ambientada en el panorama de la guerra fría hasta la caída del muro de Berlín.

Sin duda era mucho mejor de lo que esperaba.

Pero, su momento favorito del día eran esas dos horas libres que tenía en dónde se la pasaba en compañía de Kenzie ya sea paseando por el bosque, escuchando música, retándose a juegos de mesa o incluso ayudando al pelinegro en su trabajo de tener listo el material para las clases.

Como Kenzie era asistente de Madame Laforêt no tenía la oportunidad de hablar con él durante las clases, el pelinegro siempre andaba de un lado para otro asegurándose de que todo estuviese en orden, por esa misma razón sólo platicaban en las horas de comida y horas libres.

Ahora eran amigos y Akira consideraba al británico alguien realmente único, todo en el chico de enigmáticos ojos grisáceos le parecía fascinante, desde su forma de pensar y expresarse hasta su apariencia física y amabilidad.

Él no podía negar que Kenzie era bastante atractivo y para esas alturas, un mes de iniciado el campamento comenzaba a plantearse algo por lo que jamás se había preocupado. Su orientación sexual.

Hasta donde Akira recuerda jamás se ha interesado en nadie, siempre han sido él, su primo y un grupo reducido de amigos, siempre han sido él y divertirse en fiestas, él y jugar videojuegos con Dexter, él y muchos conciertos, no recuerda nunca haber sido él y una persona especial.
Tampoco era como si nunca hubiese besado a nadie pero, incluso allí nunca se detuvo a pensar, había besado a una que otra chica por apuestas pérdidas o efectos de una bebida pero ¿enamorarse?, creía que nunca, su corazón jamás le había pertenecido a nadie y por eso mismo, en ese momento, decir que quizás Kenzie le parecía alguien que podría gustarle sería mentir porque no estaba seguro de nada.

-¿en qué piensas?-el pelinegro lo sacó de sus cavilaciones-estás muy callado

Ambos se hallaban sentados en el muelle a orillas del lago, con unas simples pantalonetas oscuras y unas camisetas sin mangas, el calor del verano se sentía más que nunca aquel día con los rayos del sol quemando sobre su piel, así que creyeron que un chapuzón en el agua fresca del lago sentaría de maravilla.

-no es nada, creo-dudó por un segundo el pelirrojo. Suficiente tiempo para indicarle a Kenzie que algo le pasaba-

-puedes decirme-le sonrió ampliamente el británico-si tienes algún problema te ayudaré. Para eso son los amigos ¿no?

Akira conectó su mirada con la grisácea del contrario, sopesando la idea de contarle sus raros pensamientos. Convenciéndose de que Kenzie era bueno e incluso podría darle un consejo, entonces decidió decirle.

-¿cómo te das cuenta si te gusta un chico o una chica?-soltó la pregunta sin siquiera detenerse a meditarla por completo-

El pelinegro arqueó una ceja sorprendido pero, instantáneamente relajó sus facciones.

-¿por qué lo preguntas?-cuestionó el más alto, moviendo sus pies sobre las calmadas aguas-

-estaba pensando-confesó el pelirrojo-jamás me he enamorado de nadie, no sé lo que es sonreír por el recuerdo de alguien ni cómo se siente besar a quien amas. Creo que no me he fijado en nadie de esa manera antes y ni siquiera sé si podría gustarme una chica o un chico...es decir no importa qué sea ¿Me entiendes? Cómo que...no me siento incómodo pensando en ello

-si te has puesto a meditar eso es que alguien ha llamado tu atención-puntuó el mayor, apenas por unos meses, haciendo una mueca que el contrario no llegó a identificar-¿has besado a alguna chica?

-sí-asintió Akira-

-¿y qué sentiste?-preguntó el pelinegro-

-nada ¿debería sentir algo?-cuestionó el irlandés-no me gustaban, era por apuestas y cosas tontas de amigos

-el británico suspiró-no tengo una respuesta para tu pregunta, Akira, y creo firmemente que nadie la tiene. Sólo te puedo decir una cosa, ¿crees tú que de verdad importa cómo es la persona si tu corazón late con fuerza al mirarle?

El pelirrojo lo meditó.

-creo que no-respondió el más bajo-

-en el mundo hay miles y miles de conceptos sobre el amor, Akira-le explicó Kenzie-tú eliges el tuyo. Para mí amor es el cómo cuidas a las personas que amas, amor es sonreír porque la otra persona sonríe, amor es la pequeña flor que arrancaste del jardín pensando en tu pareja, amor son tus amigos cuando te apoyan a pesar de los malos tiempos. Amor no se define. Lo tatúas en el corazón con pequeñas acciones y dulces palabras

-¿te has enamorado alguna vez, Kenzie?-se atrevió a preguntar el de ojos azulados-porque eso fue muy poético

-no he tenido el privilegio-este sonrió ladinamente-me han gustado personas, pero no más que eso

-¿puedo preguntar sobre tu orientación sexual?-el pelirrojo pareció cohibido ante la pregunta-

-eres mi amigo, te lo diría de todas formas-el de ojos grises despeinó los largos cabellos del contrario y se tiró al agua-me gustan los chicos, Akira. Ahora vamos a nadar, un trozo de tarta al que llega primero

El irlandés asintió con una sonrisa.

-¡te voy a ganar!

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