24: Sólo él

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El pelirrojo trapeaba el piso de la dulcería donde se había apuntado para trabajar hacia dos meses atrás, desde aquel entonces no ha tenido contacto alguno con su novio por el miedo que le produce que su padre se entere, sin embargo su primo le mantiene informado de las pocas cosas que puede conseguir cuando habla con el británico, quien tampoco parece estarla pasando mejor que él. 

Resopla algo cansado y peina sus cabellos hacia atrás antes de continuar, está trabajando lo más que puede, en las mañanas en la dulcería y por las tardes a escondidas con su tía Carey, tiene planeado irse de una vez por todas del infierno en que vive, buscar a Kenzie, pedirle perdón y quizás vivir juntos mientras ambos cumplen sus sueños en Londres. Es lo único que lo motiva a seguir y no dejarse caer en la depresión que pasó cuando sucedió aquel espantoso episodio.

-¡Akira!-la voz de su primo le hizo girar, el rizado entraba muy contento a la tienda, corriendo en su dirección-

-¿Qué ocurre?-cuestionó el mayor-¿Te pasaste otro videojuego?

-no-hizo una mueca-¡Pero traje noticias!

-¿Qué noticias?-metió el trapeador en el balde y lo levantó para llevarlo al cuarto de aseo-

-pude contactarme con...tu sabes-murmuró y casi dejo caer los utensilios de la impresión-

-¿Enserio?-pregunté con temor a lo que él asintió-

No tardó nada en tomar a Dexter por la muñeca y jalarlo hacia la parte trasera de la dulcería donde se guardaban cajas con gran variedad de mercancía para la semana.

-¿Cómo hiciste eso?-Akira lucía desesperado-tu papá ni siquiera de deja tener teléfono

-nadie lo necesita cuando tienes una computadora-se encogió de hombros-empecé a darme cuenta que cuando juego partidas online todos parecen ignorarme, así que le presté el móvil a Tía Carey para lograr hablar con Kenzie, le pedí que se creara una cuenta en un juego cualquiera para poder hablar por allí

-eres inteligente, eso es nuevo-bromeé ganándome un golpe-y...¿Qué dijo?

-además de que te extraña y que te quiere-el ojiverde negó-no mucho más, él enserio ha estado muy mal todo este tiempo

-soy un idiota-se dijo a sí mismo el de orbes celestes-

-no, nada de lo que pasó fue tu culpa-consoló el menor-le dije que tú también lo extrañas y le conté sobre tus empleos, se emocionó mucho cuando se enteró que estás haciendo lo posible por irte de aquí

-me gustaría mucho hablar con él-suspiré-pero papá me tiene restringido de todo, ni siquiera puedo visitar a tía Carey. A duras penas logro escabullirme con excusas para ir a su estudio

-pero conmigo no tienen ningún problema -Dexter sonrió-tu papá va mucho a mi casa, dile que quieres ir con él, nos encerramos en mi habitación a "jugar" y veremos si tenemos suerte de contactar a Kenzie

-muchas gracias, Dex-Akira le abrazó-

-está bien-le dijo el rizado-quiero que al menos uno de los dos sea feliz

Ese fin de semana Akira limpió la casa de pies a cabeza, se comportó lo mejor posible, ayudó en el viejo taller de su padre e incluso le siguió un poco la aburrida charla del fútbol y golf local hasta que el reloj dio la seis de la tarde; era viernes lo que significaba que Keiran iría a casa de su hermano Erin, beberían un par de cervezas y algo de vodka hasta la madrugada mientras charlaban de deportes o trabajo, y luego se quedarían dormidos para salir a pescar al día siguiente, pasaba cada dos fines de semana y en este Akira hizo lo posible porque su padre le llevara con él. 

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