Las voces a su alrededor llegaban en forma de murmullos alejados e intendibles, el ruido no le afectaba, las personas que le rodeaban no existían para él y definitivamente preferiría ser ignorado. No podía sacar de su cabeza las palabras del pelirrojo, no podía creer que lo hubiese llamado ebrio y mucho menos que, con una simple pregunta le haya roto la mitad del corazón. Se sentía impotente y frustrado porque estaba exagerando-o al menos eso pensaba-pero era difícil para él.
Kenzie nunca había sido una persona con una cantidad de amigos exorbitante como la del pelirrojo, no acostumbraba a salir y, sus sentimientos eran lo más importante que poseía, para el británico exponer sus puntos de vista, sus emociones y sus anhelos era desarmarse, mostrándose vulnerable ante los demás, por ello, el que haya sido tan sincero con Akira y de pronto este le dijera que no sabía por qué se había fijado en él le dolía. Se había enamorado de él, rayos que lo había hecho y lo quería con cada parte de su ser, tanto que podía equipararlo con el dolor que estaba experimentando.
Suspiró nuevamente, dejando de tocar su violín, su cabeza daba tantas vueltas que decidió salir de casa y dirigirse al estudio donde aprendía a entonar el violín para practicar. Se había desahogado de la manera más bella que conocía, entonando, produciendo la melodía más triste que alguna vez había tocado, dejando las lágrimas en las cuerdas, el sentimiento en el sonido melancólico de la música, su corazón en los toques suaves contra el arco.
Agradecía que no hubiese habido nadie cuando llegó, se sentía asfixiado entre las personas.
Unos aplausos le hicieron girar, observando a su hermana mayor en la puerta del estudio.
-fue bellísimo, Kenzie-le sonrió la pelinegra-
-gracias, Faith-forzó una sonrisa, dejando el violín sobre sus piernas-
-es una melodía muy triste-comentó la chica de orbes azules tras sus gafas de estudio-¿te ocurre algo?
-no...-negó, centrándose en acariciar su arco-estoy bien
-vamos, Kenzie, te conozco bien. Confía en mí-le dijo Faith, acercándose hasta arrodillarse frente a la silla donde se hallaba el menor-
El menor la miró, dudando en hablar.
-me...enamoré de alguien-confesó casi en un murmullo-no quiero contarte. No tengo las palabras para hacerlo.
-tu forma directa de ser me encanta-ella le sonrió divertida aunque con un deje de tristeza-¿te hizo algo malo esa persona?
-yo sé que no quiso hacerlo-aseguró Kenzie-pero, aun así me duele
-si esa persona te hace daño deberías alejarte-le aconsejó la mayor-
-no me hace daño-dijo rápidamente-me hace feliz. Esto es...solo, es normal ¿okay?, alguna vez a todos le rompen el corazón, Faith. No quiero hablar contigo de esto porque no encuentro las palabras, solo puedo ser sincero con...esa persona, mis sentimientos hablan solos cuando le veo así que déjame tocar el violín.
-bien-asintió la pelinegra, besándole la mejilla-no llegues tarde, Logan y Lukas quieren que les ayudes en alguna cosa extraña
-bien, estaré allí-le aseguró Kenzie-
Volvió a centrarse en las cuerdas del instrumento y el sonido que producían al dibujar con el arco su sentir, aquella melodía ya no sonaba triste, ahora cada nota se escuchaba dulce y delicada, suave y arrulladora, en su cabeza lo único que había era el día en que se despidieron, el beso que le dio al pelirrojo, su primer beso.
Cada nota demostraba todo lo que había experimentado al sentir sus labios, al descubrir que se querían con la misma intensidad. Tal vez ahora mismo no sería capaz de llamarle pero, no estaba dispuesto a dejarlo, a pesar de todo sabía que Akira jamás le haría daño.
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Our story
RomanceIncluso si muchos piensan que es sólo es un amor de verano, si nuestras familias se oponen, si las distancia nos juega malas pasadas, incluso si las estrellas dejaran de brillar... Yo te seguiré amando hasta el final.