14: Celos

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El reloj marcaba las nueve de la noche, los trastes estaban recogidos y la sala en silencio, la leve luz de los pasillos iluminaban toda la casa, el frío de otoño obligaba a mantener la calefacción encendida alguna veces y a limpiar el patio todos los días de los tonos naranjas, cafés y amarillentos de las hojas que caen de los árboles. 

Mientras Keiran descansaba cómodamente en su habitación de un arduo día de trabajo escuchando algo sobre noticias locales, su hijo Akira se hallaba en una video llamada con el británico que le había enamorado; llevaban hablando ya dos horas y parecía que seguirían de largo, atesoraban tanto esos pequeños momentos que, en vez de ponerlos tristes por la distancia solo los hacían enamorarse más y más del contrario. Una relación a distancia no era sencilla de manejar y ellos estaban aprendiendo eso a medida que el plazo de seis meses se acercaba, pero sin duda habían obtenido mucho, lo más importante, momentos que guardar con cariño, cada una de las frases fugaces que se dedicaban entre los miles de kilómetros que los separaban.

Dos meses, es todo lo que faltaba.

-Dexter no me deja en paz ahora, enserio, es insoportable-se quejó el de ojos celestes-

-él me informa de lo que tú haces-el pelinegro le sacó la lengua infantilmente-me agrada

-pero es injusto-insistió el pelirrojo-me mira mal por todo

-es muy centrado para ser un quinceañero-opinó el de orbes grisáceos-

-tiene muchas razones para serlo-suspiró el mitad japonés-en fin ¿puedes creer que mis compañeros no me hablan desde que ya no voy a sus fiestas?

-nunca fueron los amigos que creíste-le dijo el mayor-y, de todos modos ¿crees que valían la pena?. Necesitas personas que estén contigo siempre, como tu primo, no a quién se quede mientras haya solo felicidad. Las lágrimas pasan mejor en compañía

-lo sé, Kenzie-Akira le sonrió para tranquilizarlo-estoy bien con eso ¿sí? No me importa mucho de todos modos, me es suficiente con Dexter, la tía Carey y contigo

-no olvides a los gemelos-recordó Kenzie-dicen que les caes bien, quieren verte de nuevo

-son muy tiernos-dijo el pelirrojo, recostándose mejor sobre la cama-sin embargo, Faith no me mira muy bien...

La pelinegra arqueó una ceja observando de arriba hacia abajo al intruso.

-¿Akira?-la chica se cruzó de brazos-¿no es nombre japonés? no tienes pintas de japonés ¿Cuántos años tienes? ¿desde hace cuánto conoces a Kenzie?

Akira retrocedió por instinto y se aferró al agarre que mantenía con el británico, la hermana mayor de este le daba miedo. ¡Cómo podían ser familia!

-Faith, lo pones nervioso-regañó el de orbes grisáceos-

-la británica entrecerró los ojos-te estaré vigilando, pelirrojo

-Kenzie rió-le caes bien. Ser sobreprotectora es algo innato en ella

-lo dudo mucho a decir verdad-el menor hizo una mueca-

-tengo que dejarte, Akira-dijo de pronto el británico-debo ir a una reunión de sociedad con mis padres-puso los ojos en blanco-

-¿qué es eso?-el de orbes azulados arqueó una ceja-

-van las familias de la empresa donde trabaja mi padre-explicó el pelinegro-toman el té, algo de champagne, dulces caros y hablan de cosas aburridas pero, es una farsa. Solo van a buscarles novias o novios a sus hijos. "Nos aseguramos de su futuro", tienen mentalidad del siglo oscurantista

-¿sí?-Akira mordió ligeramente su labio inferior-

-Faith tuvo suerte, su novio es alguien bueno y nuestros padres lo aceptaron-contó el de ojos grises-aunque antes la hicieron salir con alguien llamado Ian. Mi hermana tiene su carácter, así que no iba a funcionar

-tus hermanos son muy chicos para eso-murmuró el pelirrojo-sólo irás tú ¿no?

-cariño, mírame-pidió Kenzie con una dulzura única impregnada en su voz-no tienes que preocuparte ¿de acuerdo?

-¡no me llames cariño, aun no somos novios!-refunfuñó el irlandés, sonrojándose levemente-no...no estoy preocupado

-tus ojitos me dicen otra cosa-bromeó el más alto-

-Akira soltó un bufido-únicamente por curiosidad...¿te están buscando novia?

-en dos meses voy a tener al novio más lindo de todos-Kenzie le sonrió, mirándolo con todo el amor del mundo-no tendré una novia

-bien-Akira suspiró-ya ve a la reunión, tus padres se enojarán

-bien, celosito-el británico rió por lo bajo-te quiero, Akira. Te quiero mucho.

-tonto a las tres-el menor puso los ojos en blanco-yo también te quiero mucho, Kenzie

Ambos colgaron al mismo tiempo y solo pudieron sonreír.

No podían esperar más.

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