Tiempo Perdido

Prt.34

~Días después~

Eren tapaba su boca con las palmas de sus manos, veía su reflejo en el espejo, estaba felíz, sus sentimientos se removían de la felicidad, la sorpresa no fue mal recibida para él; pero aún tenía que decirle a Levi y a su padre. Sabía que allí habría un pequeño desliz de emociones. Un desliz que podría causar muchas dificultades para Levi y para él.

Ese pequeño descuido de hace unas semanas atrás era más que obvia las consecuencias que traería, un embarazo.
Quizás no fue deseado en el momento oportuno pero aún así, Eren lo quiere.

Quiere hacer e intentar una familia junto a Levi, darle cariño a su bebé, mostrarle a Levi que puede ser un buen padre a pesar de sus problemas, tenía una agradable oportunidad pero la conversación del azabache junto a su madre no dejó un buen sabor de bocas.

Suspiró profundamente sosteniendo la prueba de embarazo entre sus manos, los recordos del desplante de hace cuatro días atrás llegaron a él con mucha velocidad.

Recordó como caminó hacia la madre cruel junto al chico desdichado, pero sus pasos decididos fueron interrumpidos por las pequeñas manos de la niña cuya fortuna fue mejor que la de su medio hermano mayor.

- ¿Que le hará a mi mamá? - Preguntó la jovencita frunciendo el ceño. Eren no dijo nada y simplemente dejó que su atención se posará en la conversación que madre e hijo iniciaban.

Levi procuraba ver a su madre a los ojos pero la mujer lo evitaba con tanto fervor. Le dolía.

- Nunca pensé que te vería de nuevo. - Susurro aquella mujer abrazándose a si misma. Levi sonrió enternecido pensando que ese comentario fue agradeciendo al destino por unirlos de nuevo, que ingenuo.

Kushel sin verle a la cara empezó a hablar. - Creí todo este tiempo que jamás te vería, imaginé que mi pasado ya no me atormentaria pero verte aquí, frente a mí... Arruinarás todo lo que me fue difícil de conseguir. - Levi hizo de oídos sordos.

Él acercó ambas manos queriendo acariciar el rostro de su madre pero ver cómo ella le alejaba las manos de un empujón hizo que aceptará su realidad. - ¿Por qué? - Preguntó con un hilo de voz.

- Eres una aberración que nunca debió existir. - Respondió ella sin pensar en sus palabras.

Levi bajo la mirada, se estaba rompiendo, esa esperanza por recibir amor de la única persona que en verdad necesitó en su vida se estaba disolviendo de una manera tan ruda y dolorosa. Pero no podía pararlo, no quería hacerlo.

Aunque doliera quería saber el motivo del abandonó. Debía, quería y necesitaba saber el motivo.

- ¿Por qué? - Volvió a preguntar, se encontraba perdido en sus pensamientos, en el fondo suplicaba por qué su madre dijera que lo extrañó en cada momento.

Kushel levantó la mirada encontrándose con los ojos de su hijo, tenía tantos años que no veía esa mirada, esa triste y perdida expresión.

- No fuiste deseado, tenía que buscar la manera de sobrevivir en este mundo de porquería, estaba sola y no tenía ayuda de nadie. Tuve que hacer cosas de las cuales me arrepiento tanto pero sé que aunque deseé olvidarlas nunca pasará. - La mujer hizo una pequeña pausa, suspiró y siguió con sus palabras. - No supe que hacer cuando me enteré que estaba embarazada hace años... No tenía el dinero suficiente para realizar un aborto... Aprendí a sobrellevar ese peso pero estaba más arruinada y tenía que buscar una salida fácil de mis problemas. Encontré a Zackly y decidí vivir con él...

Levi no pudo evitar soltar un sollozo pero eso no causó que Kushel se detuviera con su relato.

- Tuve la oportunidad de irme y empezar una nueva vida sin estorbos o embarazos no deseados. La oportunidad de dejarte con el idiot* y maldit* de Zackly llegó y no la desperdicié, odiaba cada vez que él tenía que golpearme, soporté tanto que llegué a odiarme por no tener el valor suficiente para irme. Pero eso cambió y me fuí en busca de mi felicidad.

Kushel se quedó en silencio al ver a Eren parado frente a ella con una mirada de enojo abrazando a Levi, el azabache no tenía expresión alguna en su rostro. No reflejaba nada, exepto por esas lágrimas traicioneras que acariciaban con delicadeza su rostro.

- ... ¿Alguna vez llegaste a quererme? - Preguntó Levi tratando de que su voz no sé quebrará, alejó a Eren viendo fijamente a Kushel.

Kushel giró su rostro encontrándose con su esposo e hija. - No... Solo tenía miedo... - Respondió llevándose una mano a su pecho, sentía como su pulso se calmaba.

- Yo lo mate, yo soy malo... Yo traté de suic*darme... Yo consumó tantas cosas que me hacen alucinar... Soy un maldit* adict* que no merece nada. Yo... Yo te quise siempre, a pesar de tus palabras... Yo creí que llegaste a quererme también, mamá. - No dijo nada más por unos segundos, vió a la niña y volvió a hablar.

- Solo una cosa más, cuidala y hazle saber cuánto la quieres, aún puedes arreglar tus errores con ella, dale ese cariño, esa protección que yo tanto quise. - Se alejó tomando con fuerza la mano de Eren.

Se acercó al esposo de su madre y lo miró, sin rencor, sin reproche alguno. - Cuídala y hazle saber que hay personas buenas que sirven de apoyo aunque la vida le trate mal.

Luego observó a la pequeña niña, le acarició la cabeza y también le dirigió la palabra. - Eres una hermana menor muy afortunada. Cuídate mocosa.

Eren sintió lágrimas caer de su rostro, los sentimientos de tristeza por ver a su amado sufrir le dolía tanto, sacudió su cabeza para evitar los demás recuerdos de ese día pero fue en vano. Recordó el llanto de Levi durante la noche tratando de desahogar su pena y dolor, recordó la sensación de ese abrazo tan necesitado, y en busca de amor junto al consuelo.
Le dolió el corazón escuchar ese llanto tan angustioso y no poder hacer o decir algo para aliviar ese malestar.

Sus pensamientos fueron interrumpidos drásticamente por el sonido de su teléfono.

La pantalla se iluminó y dejó ver el nombre de uno de los colegas del hospital, debía irse rápido al trabajo, también necesitaba pensar una forma correcta de decirle a Levi la nueva y buena noticia.

Nota

Si tienen alguna duda la responderé en los comentarios.

Espero que les guste.