Tiempo Perdido

Prt.31

~24 de diciembre~

- ¡Vendré lo más rápido que pueda! ¡Adiós papá! - Gritó Eren desde la sala, buscó un abrigo y salió de la casa.

Grisha se quedó en silencio, quizás sea paranoia pero tenía un mal presentimiento. Soltó un suspiro profundo y melancólico, el sonido de los fuegos artificiales lo sacaron de su trance.

Eren tocaba la puerta del departamento de su pareja. No recibía respuesta o alguna muestra de que alguien estuviera dentro del lugar. Se alejó un poco de la puerta y cabizbajo decidió regresar a su hogar.

Después de la recaída física de Levi de hace unos días, Ackerman se mantuvo un tanto distante.
Tampoco lo trataba mal pero sentía que algo no andaba bien, cada vez que le llamaba el buzón era quien daba la cara. Su mente jugaba con él.

¿Estaría con Ral? No, no lo está. Sabé que Levi no haría algo así.

Acaso ¿Él hizo algo mal? Tampoco, y quizás eso es algo que de alguna manera indirecta si causa un poco desagrado en Ackerman.

¡Porque Eren es perfecto!

¿Ya no siente nada por él? ¡Claro que no!
Lo ama y por eso teme hacerle daño.

Vuelve a tener miedo.
Vuelve a caer en sus malditos miedos, esos temores y esos sentimientos que había tratado tanto en ocultarlos.

¿Qué debía hacer?

No tiene la menor idea de cómo solucionar sus penas, tantos sentimientos. Estaba inseguro, temeroso y odiaba sentirse de esa forma. Quería llamar a Eren pero también temía ser una carga para el castaño. Era mejor estar solo sin que nadie se compareciera.

Y tristemente el mejor lugar donde se siente bien es el armario, siente que ese lugar es su hogar, allí no se siente solo; quizás sea por la estrechez del lugar pero hay calidez, silencio y paz. Aunque esa calidez, ese silencio y esa paz se desvanecen al prestar atención a sus recuerdos.

Llora, llora porque cuando tiene esos recuerdos son tan vivos, logra escuchar con claridad la voz de Zackly diciéndole "bastardo", puede escuchar esas palabras tan crueles y dolorosas.

Recuerda esas veces dónde escuchó a su madre llorar, cuando la veía lastimada y golpeada. Por eso muy en el fondo quería a su madre de vuelta, la cuidaría, la respetaría y perdonaría por dejarlo solo cuando más la necesito. Esperaba que su madre estuviera bien, también anhelaba que ella aún lo recordará y que mantuviera una esperanza para verse de nuevo.

¡Ojalá que así fuera!

Suspiró agotado, su cuerpo tembló un poco. El ruido molestó del teléfono lo enojaba de sobre manera. Cubrió sus oídos con sus manos, no quería saber nada de nadie.

Era muy probable que nadie entienda ni se imaginé ese sufrimiento, pero Levi Ackerman era portador de tantas inseguridades y temores.

Ahora solo necesitaba sacar un poco la frustración y la inseguridad y ya no ocultarlas con medicamentos.

Debía estar preparado para el día siguiente, para lucir una hermosa y radiante sonrisa falsa.

Nota

Si tienen alguna duda la responderé en los comentarios.

Espero que les guste.