Por más insignificantes que sean, todos cometemos errores.
Y la mayoría son inexorables.
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ADVERTENCIA
- Género Yaoi (chicoxchico)
- Pareja principal Riren (LevixEren)
- Lenguaje vulgar
- Contenido explícito (sexo)
...
Frank le brindaba una sonrisa de apoyo a su compañero de trabajo. Le pareció una gran noticia el embarazo de Eren, pero el rostro de Eren se veía triste y angustiado. Y sabía el porqué.
Observó como Eren tocaba su vientre con sutileza y se atrevió a hablar. - ¿No piensas decirlo aún? Ya no pierdas tiempo en ocultarlo. Las semanas pasarán y ya no lo podrás esconder y será más que obvio tu estado. - Eren negó mientras observaba la pantalla del monitor.
Allí estaba, en la pantalla del monitor se podía apreciar a su pequeño hijo, su primer hijo. Vaya sorpresa que tenía que darle a su padre y a Levi.
- Lo diré pronto, pero no quiero que tú muevas la boca... Por favor. - Pidió Eren mientras seguía acariciando su vientre y una linda sonrisa adornó su rostro.
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~Días después~
Levi seguía en su automóvil, se encontraba en el estacionamiento del edificio dónde trabajaba, trataba de tranquilizarse. Últimamente las semanas que han pasado se ha sentido terriblemente mal, había experimentado náuseas y mareos, le era molestó esas sensaciones, se mantenía asqueado y ni hablar de la alimentación; eso sin contar que su autoestima estaba por los suelos, cambió de doctor más de cinco veces en ese lapso de tiempo pero aún así no consiguió sentirse bien.
Su madre le causó una inestabilidad emocional que le había costado mucho conseguir, no quería desquitar su enojo y frustración con Eren. Por eso evitaba verlo, muchas veces había recibido mensajes y llamadas pero él simplemente evitaba responder, sabía que su humor no era el mejor y era propenso a decir algo que causaría problemas. Antes de salir de su auto soltó un largo suspiró, sobó su cuello con ambas manos, acarició su frente y bajó del auto.
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Eren tenía tres meses y medio de embarazo, ya era tiempo, ya no podía ocultarlo más, debía decir lo que ocurría. Su cuerpo empezaba a cambiar al igual que sus sentimientos tambien lo hacían. Su padre no paraba de hacerle preguntas constantes sobre su estado de salud ya que lo notaba distinto, también le preguntaba sobre Levi pero al no saber nada del azabache lo único que podía decir era un simple: “se encuentra bien”.