Prt.40 (FINAL)

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Tiempo después

La señora de la florería lo veía antenta.

Ese chico siempre llegaba a su pequeña tienda solamente para escoger un girasol, pagar y retirarse. Siempre tan callado y pensativo.

- ¿Difícil de conquistar? - Preguntó ella de manera curiosa. Levi levantó la mirada hacía donde ella se encontraba.

- No. - Respondió de manera simple.

- Entonces eres muy detallista, siempre vienes aquí a comprar un girasol. - Replicó ella entregándole el cambio a Levi. Este solo agradeció y se retiró del lugar.

Caminó durante un buen rato, se dirigía a un lugar específico. Detuvo su andar al llegar al lugar. Se acercó a paso lento.

- Damian pregunta mucho sobre tí. - Inició la conversación observando la tumba de su amado. - Nuestro hijo es muy curioso, tan astuto y travieso... Muy idéntico a tí, todos lo dicen.

Tomo asiento al lado de la tumba sin importar que su ropa se ensuciara. - Te extraño... Y no sabes cuánto. Cada noche me preguntó si nos volveremos a encontrar... Créeme que es muy difícil criar a un pequeño solo con la ayuda de tu padre, hay muchas cosas que quisiera que vieras... Quiero ser fuerte por nuestro hijo pero... Pero ya no puedo, en muchas ocasiones me siento tan aturdido y tan temeroso que sé que en cualquier momento fallaré y lastimaré a lo único que tengo.

Se acostó en el lugar, observó con detenimiento el cielo.

Sintió paz.

Sintió ganas de llorar.

Tomo el girasol entre sus manos apoyándolo en su pecho. - Te extraño tanto... Pero no quiero que te enojes si dejó solo a Damian por regresar a tí. Porque no logró comprender porqué la vida me hizo trampa.

Soltó un largo y profundo suspiró. Dejó el girasol a un lado y busco algo entre las bolsas de su pantalón. Sacó un par de fotografías pequeñas. - Hanji dice que la vida es como un titán, enorme, que provoca miedo pero es maravillosa. No lo comprendí al inicio pero después al escuchar decirme mil veces. “Entrega tu corazón” comprendí que ya no lo necesitaba entregar porque tú me lo arrebataste con tu ternura y tú forma tan atenta de tratarme.

Cerró los ojos y posó sobre su pecho aquellas fotografías que tenían plasmado el rostro de Eren. - Aún te amo, y te seguiré amando el resto de mis días. Y si eso implica mil años pues durante esos mil años te amaré como el primer día, será muy difícil porque te extraño y aunque mi pecho duela ten por seguro que mi alma te será fiel en todo momento... Porque no quiero que todo lo que hiciste por mí sea un tiempo perdido, te amo tanto Eren...

Ocultó su rostro entre sus manos evitando llorar, el sonido del teléfono lo desoriento. Busco su teléfono y respondió la llamada sin ver quién era. - ¿Levi? - escuchó decir.

Se aclaró la garganta y respondió. - Señor Grisha, si soy yo. - Dijo volviendo a aclarar su garganta. - ¿Ya vienes para acá? Damian no para de preguntar por tí. - Preguntó Grisha, Levi respondió de manera afirmativa y así terminó la llamada.

- Ya tengo que irme, regresaré de nuevo. - Tomo nuevamente el girasol y lo colocó sobre la tumba, depósito un tierno beso y se alejó del lugar.

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Tiempo PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora