— Al fin te encuentro, te estaba buscando por todas partes.
Ahora si me llevó el tren, de seguro han descubierto que fui yo quien andaba merodeando en la cocina a las dos de la mañana porque mi estomago gruñía mas fuerte que un león y no dejaba dormir a Rose; en mi defensa puedo usar el trabajo como excusa, ayer en la noche tuve que saltarme la cena por estar limpiando el vomito de una bebe que ni siquiera es mía solo porque su madre estaba dormida, para mi fortuna es la única que habita en el palacio y solo estará por un tiempo corto aquí.
Rose permanece inmóvil a mi lado, me mira con esa expresión de terror que solo ella puede hacer y me toma de la mano, ambas estamos listas para correr por si deciden llevarme a la fuerza, ¿Qué extremidad me cortarán?, tal vez se deshagan de una pierna, sería lo mas obvio considerando que utilice ambas para llegar hasta la cocina.
— Ten.— dice el señor elegante que siempre acompaña al otro señor elegante de la reina, Odette a su lado permanece tranquila con sus manos entrelazadas al frente.
— ¿Qué es esto?
— ¿Acaso no sabes leer?— si se leer pero no entiendo tus garabatos, amigo—. Es tu nueva lista de tareas para la semana.
¿En serio después de casi una semana y media me están cambiando mis actividades? Demonios, ya me estaba acostumbrando a limpiar vomito y orines de bebe, nótese mi sarcasmo. Las actividades nuevas no parecen ser tan pesadas como las anteriores pero de igual manera me tomaran una eternidad si las realizo sola.
— ¿Puedo acompañarla?— dice Rose escondiéndose del señor detrás de mi, como si yo pudiera protegerla con los débiles brazos que me cargo.
— No, la fiesta de cumpleaños del príncipe será en tres días y aún falta mucho que limpiar en este palacio. A trabajar, no hay tiempo que perder— da dos aplausos y una media vuelta para desaparecer por el pasillo.
Tomo un camino diferente al de Rose, detrás de mi lista viene un pequeño mapa así que no es difícil para mi ubicarme aunque en realidad la mayoría de los lugares se ven iguales y me confundo un poco. Lo primero que tengo que hacer es limpiar otra vez los cuadros pintados pero ahora de una sala diferente.
¿Es que acaso esta gente no se cansa de ser retratada casi a diario?; en ocasiones siento que no debería de estarme quejando porque me están dejando vivir aquí sin pagar renta al igual que la comida y me dan ropa a pesar de que toda sea la misma, me siento como una niña caprichosa y malagradecida pero después recuerdo que yo no pedí esto y es ahí cuando se me pasa.
Solo espero que nadie en absoluto esté escuchando mis quejas, sería vergonzoso.Al llegar al cuarto se me escapa un chillido, los cuadros de aquí están aún más polvorientos que los de la primera habitación que limpie, moriré asfixiada y enterrada en polvo aquí, no es justo; cierro la puerta tras de mi y abro la ventana, así el polvo acumulado no se saldrá a los pasillos arruinando el perfecto trabajo de los demás y podrá salir con total libertad a... a la intemperie.
Pienso qué tal vez la razón por la cual me asignaron estos trabajos es por la poca confianza que tienen en mi, es decir, a Rose la mandan a limpiar las habitaciones, ella cambia sábanas, etcétera. Mientras que yo solo saco la basura y hago otras cosas sin tocar nada, se que la confianza es algo que se gana, en realidad me siento muy agradecida por no tener que hacer tanto trabajo pesado pero me molesta un poco que hayan quitado a Rose de mi lado.
No puedo evitar estornudar con todo el polvo que hay aquí, me pica y duele la nariz después de limpiar tres cuadros, con los rayos de sol que entran por la ventana puedo ver como las motitas de polvo se esparcen por todo el lugar, caen al piso o se salen por la ventana; me asomaría por ella para darme un respiro de aire fresco libre de todo esto pero eso me costaría la cabeza.
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Prisionera de la Corona
Viễn tưởngEn mi mundo lleno de libros, estaba acostumbrada a leer sobre los reyes que gobernaban grandes naciones, algunos príncipes se enamoraban de las plebeyas y se convertían en reinas con el pasar del tiempo. No estaba preparada para lo que veían mis oj...