𝕾𝖊𝖎𝖘

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— ¡Levántate floja, te perderás el desayuno!— le exclama Coral a nuestra bella durmiente mientras la golpeamos con las almohadas. Coral y yo solo recibimos un gruñido de su parte.

— ¡Dije que ya voy!— de un solo golpe con la almohada nos tira a ambas— Me las pagaran.

La dejamos sola para que se de una ducha rápida, mientras tanto esperamos en mi habitación, la cual se ha vuelto nuestro lugar preferido; minutos después Rose camina con nosotras por los pasillos directo al comedor.
Siento una mirada detrás, no necesito voltear para saber que se trata de Amely y las demás chicas; desde hace... una semana tal vez, se ha dado a la exhausta tarea de odiarme, aunque no me hace la vida imposible es un tanto incómodo tener que soportar su pesada mirada.

No me había percatado de que he perdido la noción del tiempo en este lugar, me había prometido a mi misma llevar la cuenta de los días que llevaba aquí... incluso comencé a tallar los días en la piedra de mi habitación pero se me ha olvidado actualizar. Cuando llegamos al comedor los platos de comida ya están servidos vemos como Juliet va y viene por todos lados, el solo verla caminar con desesperación me da dolor de cabeza.
El día de hoy desayunaremos algo ligero, es un sándwich con verduras como complemento, Amely parece contenta con su desayuno, la sonrisa exagerada en su rostro lo dice todo; como toda la comida que prepara nuestra nana, nada sabe como debería, de hecho sabe mejor de lo que habría imaginado.

Esto me recuerda a la comida que preparaba mi hermana, aunque evidentemente nada se compara con el exquisito sazón de Leah. Hubo un tiempo en el cual le pedí ayuda para cocinar pues quería impresionar a Oliver con un algo delicioso, pero siempre que yo llevaba algo para él a la escuela eran los días en los que no iba a verme así que le terminaba dando la comida a Darmian.

Me pregunto de donde sacaran la comida de aquí, ¿tendrán alguna granja debajo de toda esta construcción o en la superficie? ¿O Juliet sale al mercado cada semana?

Me atrevería a preguntar si tan solo supiera que eso no me costará la cabeza.

— Me dijo que yo era su favorita— le susurra Amely a Pearl con la intención de que todas escuchemos, de seguro se refiriere al Jailer.

Sabann solo rueda sus ojos ante ese comentario, separa las verduras que no le gustan dejándolas en una esquina del plato, Resee aprovecha eso para picotear el plato de la chica y comerse lo que ella no quiere.
Presiento que este grupo se irá haciendo cada vez mas pequeño con el paso de los días, Pearl es la única que se encuentra en una huelga de hambre o algo así, solo viene al comedor para escuchar los chismes pero ya lleva tres o cuatro días seguidos sin comer absolutamente nada, a este paso se va a enfermar en cualquier momento. Todas nosotras (excepto Amely) intentamos disuadirla para que coma aunque sea una vez pero ella se niega diciendo que no tiene caso hacerlo pues no quiere seguir sintiéndose utilizada, dice que es una forma extraña de morir y "la manera mas fácil".

Dejamos de presionarla mucho, ella se dará cuenta por si misma el grave error que está cometiendo, (o por lo menos eso espero) su salud debe de importarle más de lo que nos hace creer.

Cuando los platos de todas estan limpios, Juliet nos trae el postre, ni siquiera esta delicia hace rugir el estómago de Pearl. A diferencia de su disque amiga, yo no pienso dejarla morir.

— ¿No te gusta el postre, Pearl?— ella clava su mirada en la mía— Pruébalo, está delicioso.

— No quiero, gracias.

— Solo un poco— acerco mi cuchara a su boca sin dejar de mirarla ni un segundo y gracias a mi presión ella lo prueba— ¡Genial! ¿Verdad?

Ella traga con dureza para después vomitar en los pies de Sabann, esto es algo que ella ya había probado, de seguro es por la falta de alimentos o algo así... ¿no?
La chica hace un gesto de asco y aleja su postre de ella para mirarse los pies con el vomito transparente.

Prisionera de la CoronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora