Introducción

84 8 0
                                    

_____

Inmensas nubes de humo rodeaban el lugar, sin dejar oportunidad a la visibilidad humana.

Los aspersores hídricos al igual que los extintores no parecían ayudar y el fuego cada vez aumentaba su paso haciendo más difícil la huida.

Muros siendo destruidos, columnas cayendo y cuerpos sin vida que yacían en el suelo, junto con gritos desesperados de quienes aún luchaban por salvar su vida.

Era lo único que se podía apreciar.

Allí estaba él al igual que todos, buscando una salida.

Él conocía el lugar, habíamos ido un millón de veces, pero en medio de todo ese caos, había que ser idiota para creer que eso marcaria una diferencia.

Las personas corrían de un lado a otro sin sentido, hasta que el colapso del techo termino con su desesperación.

____

El corazón me latía frenéticamente y sentía como una ligera capa de sudor recorría todo mi cuerpo. Me había levantado de golpe y aunque no podía verme tenía una ligera sospecha de lo desesperada que debía parecer.

Me abrace a mí misma y en un intento por regular mi respiración inhale y exhale repetidas veces. Esa pesadilla, esa maldita pesadilla otra vez.

Suspire y me abrace a mí misma para calmarme, el pecho me dolía y sentía un ardor en mi garganta que no me permitía hablar. Volví a recostarme al cabo de unos minutos y fijé mi vista en el techo intentado recordar las escenas que me hicieron despertar.

Las imágenes del video de seguridad de aquel día me perseguían en forma de pesadilla y la culpa por no haber aceptado esa invitación me consumía. Puede que no hubiese cambiado lo que paso, pero tal vez ya no estaría en este mundo para lamentarlo.

Las noticias decían que había sido un accidente, sin embargo, yo sabía que no era así.

El incendio fue provocado por uno de los ayudantes de mi padre, y lo peor de todo es que mi padre había cubierto sus huellas por ser uno de los mejores científicos de su equipo y para salvar su reputación, oculto la muerte de mi hermano diciendo que se había fugado. No fue difícil disfrazar el acontecimiento como una falla técnica y mucho menos lo fue la mentira sobre la muerte de mi hermano.

Ellos nunca se llevaron bien, y él solía desaparecer por un par de días después de que ambos discutían. Normalmente salía con sus amigos y después volvía para intentar arreglar las cosas. Sabía que lo hacía por mí, pero esta vez hubiese preferido que no volviera.

Ni siquiera paso un día cuando tome la decisión de irme. Esa casa parecía ser un calvario y la idea de haber perdido a mi hermano y que a él no importara me hacían vivir un infierno.

Le dije que no me buscara, que no quería saber nada de él y sin más me fui.

Han pasado seis años desde aquel acontecimiento, el rumor de que yo había muerto en el incendio se filtró y papá no lo negó. Era cierto, yo estaba muerta para él, cómo él lo estaba para mí. Que tuviésemos la misma sangre corriendo por nuestras venas y casi 16 años de historia no significaban nada.

Ya no.

Y aunque extrañaba su compañía la soledad se había vuelto mi mejor amiga.

Pensé un millón de veces en ir a verlo, sin embargo, sabía que no cambiaría nada. Mi padre era la única familia que me quedaba, pero no dudaría ni un segundo en hacerlo pagar si tuviese la oportunidad.

Él era uno de los científicos más respetados del país, la ciencia y su imagen, eran lo más importante en su vida.

Desde que mama murió no tengo recuerdos de él en casa más que, las discusiones con mi hermano y las veces que venía a dormir o a buscar algún documento olvidado. Volver o quedarme, no marcarían ninguna diferencia ante su presencia.

Hace seis años no solo perdí a mi hermano, perdí a mi padre y me perdí a mi misma.

Ahora soy Danna, Danna Wood, rehíce mi vida en la zona sur, mis conocimientos sobre biología e informática me llevaron a encabezar un equipo de análisis en una respetada compañía y en lo que concierne a mi apariencia también cambie, para asegurarme que él, quien dice ser un padre nunca me encuentre.

Cambie mi cabello, mi forma de hablar, incluso mi forma de caminar no quería que él me encontrara y después de tanto tiempo ya no creía que fuera posible.

Mis ojos, aunque no fue planeado también cambiaron meses después de cumplir 16, estos pasaron de ser oscuros como la noche a celestes cada vez que los abría. Yo no podía controlarlo, pero creía saber la razón por la que esto ocurría.

Siglos de investigación, análisis y experimentación para lograr que el humano evolucione dieron sus frutos y como se esperaba ahora querían ser recolectados.

Desde hace apenas dos siglos los primeros prototipos de piedras Elemind 1 aparecieron en el mercado. Los voluntarios no se hicieron esperar y nuevos análisis y estudios surgieron.

El objetivo de la creación de estas piedras era otorgarles habilidades a sus portadores para controlar un elemento aire, tierra, fuego o agua. Y su finalidad era ayudar a los humanos a evolucionar para desarrollar habilidades excepcionales.

Estas piedras les permiten a las personas controlar e invocar un elemento, pero se requiere de mucha concentración y conocimiento sobre lo que se desee invocar.

La ciencia logro hacer evolucionar a la especie humana, individuos que podían provocar ráfagas de viento, hacer temblar la tierra y más aparecieron.

Fueron llamadas GAP2 sin embargo, estas creaciones tan esperadas se convirtieron en el conejillo de experimentación favorito de la ciencia. Buscar la razón por la cual ¿Ellos pudieron evolucionar y no los demás? fue la interrogante que conmociono a todos desde que el primer caso apareció.

Yo hago parte de esta moda y soy una Elemind agua con habilidades frías. Quienes me conocen dirían que hago parte de los más fuertes, por mi capacidad de controlar el frío, pero lo que ellos desconocen es la verdadera razón por la cual soy capaz de hacerlo.

Mis estudios sobre biología, neurología y los conocimientos de ciencia adquiridos por mi padre me ayudaron hacer creer a todos que mis habilidades se deben a mis conocimientos.

Y aunque en parte es cierto no es la única razón.

Las primeras señales se manifestaron con el cambio constante de mis ojos meses después de haber cumplido 16, hasta que su color se volvió permanente. Descender la temperatura de las habitaciones donde me encontraba sin que esto me afectaran fue lo siguiente, junto con el desarrollo de mi oído.

Mis cambios de humor también jugaban en mi contra invocando frío y hasta hielo cuando mis emociones eran muy fuertes. Tarde un par de años hasta poder controlarlo en los que me asegure de estar lo más lejos posible del foco científico.

Comencé a estudiar mi caso y pese a que nunca pude concretizar un diagnóstico por la falta de información pude concluir que hacía parte de los GAP.





1Elemind, nombre de la piedra y las personas que las portan

2GAP, genetically altered person

ElemindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora