Llegamos al aeropuerto donde se encontraba el avión privado de nuestros padres y antes de subir, nos detuvimos a saludar a nuestras madres.
- Elizabeth, cariño, sé que mí hijo es insoportable a veces pero te pido porfavor que tengas piedad - decía Laura, la mamá de Zac, él al oír eso hizo la típica risa torcida de siempre.
- Ay tía...no lo se, si se pasa de los límites... aunque bueno lo haré por ti.
- Que te puedo decir...ella es la molesta - dijo él.
- ¿Disculpa?
- Tú eres la que empieza siempre, pero tranquila...tu secreto está a salvo conmigo.
- Secre...¿De que secreto hablas Zac?
- ¿Enserio quieres que lo diga?
- Dilo porque no tengo ningún secreto, deja de comportarte como un niño de 4 años.
- Yo te gusto con locura - largó, y nuestras madres al oír eso comenzaron a reír, yo en cambio me mantuve serena y fruncí el ceño.
- Si vas a ser así el resto del viaje dudo que cumpla la promesa que le hice a tu madre - respondí.
- Vamos nena admítelo.
Pero que puto asco me da.
- Zac...hijo... estás molestándola tanto que estoy empezando a creer que tu eres el que tiene una obsesión con ella - dijo Laura haciendo que el abriera los ojos como platos, avergonzado.
- Te delataste solito idiota - susurré.
- Si bueno, ya quisieras. - blanqueó los ojos.
- Ya dejen de pelear que se les va a hacer tarde, aquí tienen sus documentos falsos, Richard Dawson y Eva Miller, y estos son los anillos, deben ponérselos en los dedos anulares, y por último, esto son los audífonos "invisibles", que les permitirá oír lo que hablen los guardias de Koch, siempre y cuando tengas una distancia de no más de 3 kilómetros, y lo de las cámaras ya está en sus laptops. Deben ser precavidos, es su primera misión y por más que no lo parezca sigue siendo extremadamente peligrosa - Nos organizó mí madre, Diana.
- Gracias.
- Y recuerden que para que tengan éxito no deben pelear, deben ser más maduros y trabajar como un equipo...por favor.
- Sisi lo sabemos.
- Ahora váyanse, pero antes vengan a darme un abrazo porque los extrañaré demasiado.
Le sonreí a mi madre y nos despedimos con un abrazo, el personal se encargó de nuestras maletas mientras ambos subiamos al avión y luego nos acomodamos en nuestros asientos.
- Tantos lugares en el avión y decides estar al lado mío...- murmuré con desagrado- Nisiquiera te gastas en ocultar que no puedes estar lejos de mí.
- ¿Y dónde estaría lo divertido entonces? Lejos no podría molestarte, y tan cerca puedo hacerte de todo.- su mirada y sonrisa burlesca me fastidiaron aún más, aunque note un doble sentido en sus palabras.
- Si crees que porque estamos solos en un viaje puedes hacer lo que sea para molestarme, estás completamente equivocado Van Damme.
- Ya lo veremos...y...- sus ganas de fastidiarme fueron interrumpidas por la voz del locutor.
- Por favor, abrochen sus cinturones que estamos por despegar, que disfruten su viaje.
El viaje iba a ser de dos horas y media más o menos así que aproveché para dormir lo más que pude y Zac también.
- Treinta minutos para llegar - me despertó sobresaltada la voz del piloto por el micrófono, y el estúpido de Zac, que ahora se encontraba en el asiento que se enfrentaba al mío, se rió, me límite a quedarme callada, para no tener que pelear de nuevo.
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Amor Peligroso
Подростковая литератураAlguna vez te has preguntado ¿Cómo es la vida de la mafia? O mejor dicho... ¿La de los hijos de mafiosos? En esta historia conocerás la vida de Elizabeth Wertheimer y Zac Van Damme...Sus padres son líderes de la mafia, amigos y socios, mientras que...