Capítulo 3

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- Entraron dos más - se escuchaban las voces de los guardias en nuestros audífonos - al parecer vienen juntos.

- Muy bien cariño ya nos pusieron los ojos encima - le dije a Zac con una sonrisa, de esas que se le da a sus parejas.

- Lo sé.

- Los puede haber enviado el señor Wertheimer. - volvío a hablar el espía de Koch.

- Mier...

- Shh...sonríe agradablemente Zac.- Dije apretando su brazo y caminando por el lugar junto a él.

Debo admitir que un nudo de los nervios subió a mi garganta, no se si fue por el miedo a que nos estaban espiando personas que seguramente querían matarnos o el echo de la repugnante compañía del infumable de Zac.

- Creo qué estoy entrando en pánico.

- Abrázame por la cintura - susurré rodeando su cuello con mis brazos.

- Okey...esto se siente...raro...es incómodo.

- No fue tan incómodo en el ascensor. - me burle.

Sus mejillas se tornaron rosas.

- Ya deja ese tema de lado, yo solamente estaba jugando allí adentro.

- Lo sé, yo también estoy jugando, pero  necesito que esto se termine lo antes posible.

- Mírame como si me amarás más que a nada en este mundo - dijo él mirando de reojo a los guardias, que en realidad eran espías.

- Me lo haces difícil...pero está bien.

Trate de mirar a Zac como si fuera mi novio pero juro que era imposible, osea piensen, pónganse en mi lugar, si?, Se que parece fácil, pero no lo es, imaginen que están en la escuela, y tienen que hacer una obra de teatro, ustedes y la persona que más odian son los personajes principales, y tienen que hacer el papel de pareja, es decir, tener el mayor contacto físico posible, CON LA PERSONA QUE MÁS DESEAN TENER KILÓMETROS DE DISTANCIA ¿Ven?, Horriblemente horroroso, lo sé. Así que no pude contenerme y largué una carcajada de lo ridículo que era esto, enserio era lo más estúpido que hice en toda mí interesante vida.

- Bésame. - dijo pegando su frente con la mía.

Es una puta broma

La billis casi me sube del asco y vergüenza ajena que estaba pasando.

Okey Elizabeth, cuando creías que esto no se podía poner peor, se puso realmente peor, aunque creo que la palabra "peor" le queda pequeño.

- No Zac ni lo pienses.- respondí conteniendo mí mayor cara de asco.

- Elizabeth bésame tiene que parecer real.

- Zac, haré lo que sea pero no llegaré a esos extremos.

- Al menos un piquito.

- ¿No hay otra opción? - pregunté.

- No. - dijo deslizando su mano por mi espalda, y meneandose conmigo en sus brazos al ritmo dea canción de fondo.

- Realmente tienes ganas de besarme, pero no sucederá.

- Esto es solo parte del plan, no te confundas.

Me puse tan nerviosa que posiblemente estaba haciendo caras de disgusto.

- Señor hay algo muy extraño en ellos - se escuchó en los audífonos.

Mierda era mi culpa.

- Está bien- lo mire, suspiré nerviosa y lentamente comencé a acercarme a sus labios, sus brazos apretaron mi cintura y cuando nuestros labios estaban a punto de hacer contacto me separé de repente, pero disimuladamente.

Amor PeligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora