Zac Van Damme
Me dolía la cabeza, no había logrado dormir casi nada, me levanté y me dirigí a la cocina para comer algo.
...
Mis labios se tensaron sobre la taza de café cuando oí sus pasos a mí espalda. No podía voltearme a verla.Caminó hasta mí lado y se apoyó en la mesada sirviendose un vaso de agua.
- Hola.- dijo casi en un susurró.
La miré de reojo, pude ver cómo recorría mí abdomen desnudo con la mirada, pero la desvío rápidamente.
- Hola. - Respondí fríamente.
Sonrió forzadamente y se hizo el desayuno, yo sólo me límite a observarla en silencio. Tenía el cuello lleno de chupones, una sonrisa torcida se escapó de mis labios.
- O- Oye...
- ¿Qué?
- Te tengo novedades - dijo tímida.
- Dime...
- Encontré a Koch.
- ¿QUE?- dije casi atragantandome con el café.
- Más bien un amigo lo encontró y me avisó.
- ¿Amigo? - encarne una ceja.
- Eso no importa, lo importante es que esto acabará finalmente.
- ¿Dónde está?
- Eso no lo sé...pero...si se cómo traerlo.
- ¿Cómo? - pregunté confundido.
- Bueno verás...- me miró rápidamente, como si se estuviera preparando para lo que iba a decir- Está en una página de suggar Daddy, pero no está con su nombre verdadero, si no que está con el nombre de "Pablo Brown".
- No me digas que estás pensando lo que creo que estás pensando....- dije imaginándome lo que creí que ella estaba imaginando.
Sonrió.
- Sabes que soy encantadora....
- Elizabeth, es un viejo.
- ¿Eres estúpido? Dios es solo para...llevarlo a un cuarto y desmayarlo y llevarnoslo, Poof, FÁCIL. - dijo aplaudiendo.
- ¿Y como sabemos que él no te va a reconocer?
- Sabes que a pesar de que nuestros padres han pasado por mucho...ellos han preservado nuestros nombres, datos y rostros, oculto, ningún enemigo de ellos saben nada de nosotros.
- No lo sé Elizabeth...
- ¿Entonces que Zac? ¿Esperaremos hasta que se decida venir? ¿Esperaremos a que pase otra semana? Oh no querido yo voy a terminar con esto, sea como sea.
- NO.
- De todas formas ya agendé una cita con él...
- ¿Que hiciste qué, Elizabeth?- estaba enfurecido.
- Lo que oíste, lo hice con el nombre de Michelle Cooper, y aceptó al instante, te dije que soy encantadora.
- DIOS, ELIZABETH, ¿Y SI LO HIZO A PROPÓSITO PARA UNA ESPECIE DE TRAMPA?
- Tu irás conmigo- dijo guiñando el ojo. Dato curioso, que Elizabeth Wertheimer te guiñara el ojo era un gran privilegio, o al menos eso decían todos los chicos de la escuela, enamorar con el guiño...era su especialidad.
- Dios.- enterré mis manos en mí cabello, frustrado.
- Tengo todo planeado Zac, ahórrate el drama.
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Amor Peligroso
Novela JuvenilAlguna vez te has preguntado ¿Cómo es la vida de la mafia? O mejor dicho... ¿La de los hijos de mafiosos? En esta historia conocerás la vida de Elizabeth Wertheimer y Zac Van Damme...Sus padres son líderes de la mafia, amigos y socios, mientras que...