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La vídeo llamada transcurria de manera un tanto tensa, ya que ninguna de las partes quería ceder, a pesar que no se llevaba en un ambiente hostil, sabia que era de suma importancia el apoyo de sus padres, y más su opinión.

-"Mon amour es importante este paso para ti, yo sé que no es fácil, más sin embargo solo es una actuación. Un negocio como tantos que hemos hecho" Decía el hombre a través de la pantalla, con marcado acento francés, a pesar de haber vivido muchos años en Estados Unidos, y tener una esposa e hija americanas, el acento jamás se le quitó.

Camila aún así no estaba convencida, es cierto lo había hecho en el pasado. Pero antes lo tomaba como un juego, ahora todo parecía más serio.

-"Es cierto Camila, Jean-Baptist tiene razón, todo será legal, y quedara todo bien estipulado en el contrato que ya tienen nuestros abogados revisando muy bien" Corroboraba su asesor político, Erick. Quien estaba a su lado en la sala de conferencias, dónde tenían una video llamada hasta Francia, específicamente en Niza, con sus padres.

-"Camila cariño, se que es difícil aceptarlo. Pero mejor que nadie sabes que hay que hacer sacrificios si uno quiere llegar a dónde está. Y tampoco es un gran sacrificio, simplemente tienes que fingir, este mundo es de apariencias y lo sabes perfectamente. Solo será ante la vista del público" Intervenía Ellen, con su actitud dominante que siempre uso para manejar a Camila en toda su vida. -"Te lo dijimos cuando saliste del closet. Te amamos y  lo que hagas bajo las sábanas, no nos incumbe, pero si lo que hagas frente a las cámaras" Recordó Ellen Dubois haciendo tragar grueso a Camila y a su padre mirar avergonzado el suelo.

Camila recordó perfectamente las reacciones de sus padres al salir del closet; su padre fue tan cariñoso y comprensivo, mientras su madre actuó de manera neutral diciendo que mientras eso no interfiera en la vida política de la familia, todo estaba bien.

Por eso y más, Max seguía en las penumbras. Recordaba perfecto como sus padres pusieron el grito en el cielo cuando se enteraron de su romance con Jenna, no quería saber si supieran de la profundidad que tuvo la relación.

-"Igual no estoy muy convencida" Murmuraba Camila, mostrándose insegura y casi temerosa ante la presencia de su madre quien la vio con severidad. Incluso para Erick quien estaba acostumbrado a lo dura que podía ser la señora Dubois con Camila desde su niñez, cuando el trabajaba como asistente de su padre, era realmente impactante ver el cambio en las actitudes de la castaña.

"Mon Amour piénsalo, solo es una sugerencia para hacerte la vida más fácil, pero si crees que no es lo correcto, entonces no lo es" Decía su padre, viéndola como su mayor tesoro, trasmitiendole con esa sonrisa que la apoyaría en la desición que tomara.

Camila  sonrió ante las palabras de su padre, pero solo duró un instante al ver la ceja levantada de su madre. Lo sabía, ella no estaba de acuerdo con Jean-Baptist.

-"Cariño, Erick tiene dos perfiles que te podrían interesar, conócelos, analizalos y después decide que tan conveniente es el firmar el contrato" Propuso Ellen, aunque Camila lo sintió como una orden.

Después de un par más de palabras cariñosas a Camila, de cuanto la extrañaban, se despidieron no sin antes decirle lo mucho que la amaban.

Y era verdad Camila había sido su luz de alegría en su vida, después de muchos intentos fallidos de embarazos. Era todo su tesoro, desde que la vieron en el orfanato en Texas siendo solo una bebé, se enamoraron de ella.

Siempre había sido la consentida de papá, mientras que Ellen había mostrado la misma mano dura que su padre el ex Jefe de Tesoro Ronald Sawyer con ella.

-"Que te parece si vengo mañana y hablamos de los dos candidatos?" Propuso el hombre calvo, recogiendo sus cosas, después de que la llamada de los Dubois corto.

Delirio Prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora