Delirio Prohibido

35

Con pasos cansinos se acercó a la ojiverde quien preparaba una taza de té en la lujosa cocina con acabados de mármol. La castaña se puso a la espalda de la mujer quien no sintió la otra presencia hasta que un beso fue puesto en su hombro desnudo. Sonrió levemente ante el contacto.

Era la primera reacción que tenía de Camila desde que llegaron de la casa de sus padre, la ojimarron había permanecido callada y ausente, Lauren no la había presionado en cambio había respetado su espacio y se limito a tomar su mano en todo momento.

Pero por supuesto que la ojiverde había notado el golpe en su mejilla y claro que había escuchado parte de la conversación, y aunque había querido huir cuando Camila minimizó sus encuentros, decidió quedarse al darse cuenta que estaba actuando como una adolescente enamorada, y muy en el fondo se preocupaba por el bienestar de la ojimarron.

-"Estas bien?" Lauren rompió el cómodo silencio en el que habían permanecido después de que Camila hubiese pasado sus brazos por su cintura, abrazándola por la espalda.

Escucho el suspiro de cansancio en la política, y cuando pensó que no respondería su voz lleno el obscuro lugar.

-" Si yo... Siento que hayas tenido que presenciar eso" Respondió Camila, quien al parecer no quería hablar del todo de la pelea con Ellen Dubois.

-"No hay problema, así de complicados son los padres" Decía Lauren tratando de quitar peso a los hombros de la castaña mientras se giraba para estar de frente a ella, colocando sus manos en los hombros de está.

-"Mi mamá es un poco más que complicada" Respondió Camila sin querer entrar en detalles que la avergonzaban, aunque era bastante obvio que la ojiverde se había dado cuenta acerca del golpe en su mejilla, gracias al tono rojizo que comenzaba a ponerse con pequeñas manchas de color púrpura.

La ojiverde no resistió y acarició con cariño la mejilla magullada de Camila, quien se dejó querer recargando su rostro en la mano de la empresaria, quien sonrió con cariño.

Así pasaron gran parte de la noche y entrada la madrugada, simplemente mostrándose cariño hasta que ambas se quedaron dormidas en el gran sillón de la sala de Lauren. No hablaron mucho al parecer había sido un acuerdo mutuo y para ambas amantes estuvo bien simplemente disfrutandose.

La mañana siguiente llegó para gusto de la empresaria, muy rápido, de nuevo la luz que entraba por el gran ventanal perturbo su cómodo sueño, haciendo gruñir bajo, abrió los ojos con dificultad para comprobar que Camila aún siguiera durmiendo a su lado, encontrándose con unos ojos marrones de par en par que la veían con diversión.

-"Te ves hermosa cuando recién despiertas" Susurro Camila quien tenía varios minutos de haber despertado, y al no querer interrumpir el sueño de la ojiverde, se quedó embelesada admirando a la hermosa bella durmiente.

Lauren solo respondió con su característica risa de bebé que fue interrumpida por los labios de Camila sobre los de ella, ya que la política no pudo resistirse ante la ternura que le proyecto la ojiverde mujer.

Sus labios solo permanecieron así, tocándose, sin profundizar, simplemente acariciándose y disfrutando, lo cual era algo que estaban haciendo muy seguido.

Optaron por levantarse pasados unos minutos.

-"Tienes algo que hacer hoy?" Preguntó la ojiverde prendiendo la cafetera, era aún muy temprano para que llegara la señora que le ayudaba en el pen house.

-"Muy importante? No. Solo ir comenzando a empacar algunas cosas en mi oficina" Respondía Camila bebiendo de su vaso de leche fría. Lauren asintió aún debatiendo que más decir.

Camila se quedó pensativa al ver a la ojiverde un tanto ausente, el día de ayer se había mostrado tan cariñosa y comprensiva pero hoy, que le ponía más atención podía jurar que algo tenía rondando en su bella cabecita.

-"Sucede algo? Está todo bien?" Cuestionó la castaña aún desde su lugar el los tuburetes altos de la barra de la cocina.

Lauren rio negando con la cabeza.

-"No debería ser yo la que pregunte eso" Menciono más comprensiva, odiandose por qué Camila notará su conflicto interno.

-"No, si algo te preocupa" Respondió en cambio la castaña, dejando por fin su vaso en la barra, y acercándose tentativamente a la ojiverde, pero sin romper su espacio personal.

-"Es solo...solo una estupidez a la que le estoy dando más importancia de la que tiene" Decía Lauren en medio de un resoplido de frustración. Camila sonrió de medio lado tratando de darle confianza para hablar, pero eso solo hizo molestar más a Lauren debido al aleteo de su corazón.

-"No es una estupidez, si lo tienes aquí es por algo" Susurro Camila ahora sí, acercándose a Lauren señalando cuidadosamente a su cabeza. Lauren la miro a los ojos y pensó que era buena idea dejar salir sus miedos.

-"Es algo que dijiste anoche, cuando estaba con tu madre" Menciono tranquila, mirando a Camila, esperando quizá que se molestará pero en cambio la castaña le sonrió insitandola a seguir. -"Y no es lo que dijiste si no como me siento respecto a eso" Menciono molesta la ojiverde, pero no con Camila sino con ella misma, y así lo entendió la castaña.

-"Ok. Entiendo, pero dije muchas cosas… entonces? Porque no me dices que fue" Propuso Camila amablemente, sin sonar invasiva o molesta.

Lauren suspiro y volvió a crear una brecha razonable entre ellas, la cual Camila respeto.

-"Dijiste algo sobre que lo nuestro no era nada serio, y eso lo entiendo Perfecto, pero después insinuaste que te beneficiaba estar conmigo, y eso me hace sentir usada de alguna manera" Menciono la ojiverde sin querer ocultar su frustración.

Camila sonrió, y se recargo en la barra donde anteriormente había estado la ojiverde, quien por fin se animó a encarar a la ojimarron.

-"Lau, lo siento si se escuchó mal, pero es cierto que me beneficia estar contigo. O no has visto que estoy de mejor humor, más relajada y con más ánimo" Bromeó la castaña, causando por fin una sonrisa en la ojiverde. -"Hey entiendo lo que dices, pero esto va más allá de mis prospecciones políticas, de alguna manera quiero que sepas que siempre voy a estar de tu lado, pero nunca te pediría lo mismo a cambio" Explico Camila caminando lentamente hacia Lauren, quien ahora no se movió de su lugar, en cambio dejo que los brazos de Camila rodearan su cintura, acercándola a ella.

-" Yo también quiero apoyarte Camz, y estar de tu lado" Confesó la mujer con una sonrisa, que Camila inmediatamente imitó.

Besándola profundamente, Lauren la tomo del cuello acariciando la nuca de la castaña.

Ambas mujeres habían hecho silenciosamente una promesa que ninguna podría cumplir en el futuro, pero que en ese momento se sentía tan bien, al tener los labios de la otra en los propios.

Disfrutando el momento, que quizá pronto terminaría.

***

-"Acaso no sabes quién soy?" Preguntaba retóricamente el atractivo castaño, un tanto incrédulo y un tanto molesto.

-"Claro que se quién es señor Green, pero lamentablemente ni su apellido y mucho menos sus credenciales son suficientes para darle un puesto en el departamento de investigación" Respondía sin dejarse impresionar por el elegante hombre, el Gerente Editorial del Washington Post.

-" Mis padres son personas muy importantes" Decía como forma de convencimiento ante el pulcro hombre delante de aquel lujoso escritorio.

-"Sus padre demandaron al periódico hace como cinco años por difamación, así que créame que los Green no son nuestros favoritos" Contradijo el hombre, viendo toda la seguridad del hombre caer ante sus ojos, sus hombros caídos y cara desencajada, lo hicieron darle una oportunidad.

-"Pero si tantas ganas tienes de formar parte de nuestro equipo, tráeme una investigación impactante, una nota de primera plana, que robe las miradas de todo D.C." Reto el hombre mirando al ojiazul quien no estaba del todo convencido.

Aún así solo asintió y salió allí desilusionado sin pensar que quizá pronto obtendría lo que tanto deseaba.

***

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