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-"Lauren entonces en aproximadamente un mes estaremos en todos los mercados del mundo" Explicaba Allen el plan comercial que tenían planeado para los equipos REG.

Lauren asintió pero su cabeza no estaba del todo en esa oficina, más bien está viajaba sin querer, al desayuno que había compartido con su familia el fin de semana y más específicamente a las palabras que sus padres dedicaron a los Dubois.

"No diré que son malas personas pero tampoco los considero buenos" Dijo su padre.

"Siempre buscan estar del lado que más les beneficia" Concordó su madre.

"Su fortuna viene de chantajes a mucha gente" Informo Mark Jauregui.

" Es mejor mantenerlos lejos" Sugirió Ellen Jauregui.

Todas esas frases venían como dardos a su mente, y aunque no conocía mucho a Camila, le costaba relacionarla a algo tan negativo como lo que dijieron sus padre, quienes no quisieron entrar en detalles cunado ella les había pedido una explicación.

-"Lau, no sé donde esté tu mente pero la necesito aquí." Pidió el ojiazul algo fastidiado por ser ignorado por su jefa. -"Espero que tu mente al menos este en algo más importante que en esa bailarina" Menciono el hombre con tono despectivo como siempre que se nombraba a Charlotte.

Lauren nego y le dió una mala mirada, poco a poco de estaba hartando de la manera de dirigirse a la rubia, y a otras personas. Si algo había aprendido Lauren de sus padres, era el respeto por todas las personas sin importar.

-"Allen es mejor que hablemos después. Tengo otros asuntos que tratar" Ordenó la mujer, viendo a su amigo molesto quien se retiró dando un pequeño azote a la puerta.

Lauren simplemente negó, no tenía tiempo para los berrinches de su amigo.

En cambio recordó a la rubia, de quién había tenido noticias gracias a la insistencia de esta por salir a comer algún día, pero la empresaria había sabido esquivar cada una de sus invitaciones, aunque no sabía por cuánto tiempo lo haría.

-"Señorita Jauregui, la señora Dubois quiere saber si pueden verse en media hora en el Mercy París" Mencionó su asistente por medio del interfón. Lauren sonrió instantáneamente.

Sabía que nunca aceptaría alguna comida con nadie, con tan poca anticipación, pero al final de cuentas necesitaba comer.

-"Está bien Maggie, ahí la veo" Respondió divertida, y se molestó con ella misma al sentir las ansias de la anticipación florecer dentro de ella con emoción desmedida.

Aún así tomo su bolso para ir al tocador de su oficina antes de irse al restaurante francés con la susodicha.

***

Washington parecía igual a como la había dejado hace años, los mismo que no tenía ningún tipo de contacto con sus padres, solo su hermana a la que veía una vez al año.

Tomó su maleta para caminar un poco antes de instalarse en un hotel de medio pelo, el cual era para lo único que le alcanzaba.

Desde pequeño siempre amo el periodismo, la investigación y todo lo relacionado a este mundo, el ilusamente pensó que viniendo de una familia tan poderosa y acomodada podría tener todo sin ningún problema, estúpido error. Sus padres lo habían desheredado y olvidado en cuanto dejo la carrera de negocios en Stanford y se aventuró a su verdadero sueño en Ohio.

Lamentablemente no todo salio como lo planeo, la vida se había encargado de decirle que era un fracasado, su ideal era llegar al  The New York Times, Washington Post, Daily Beast, Miami Herald más sin embargo había sido simplemente un columnista del pequeño diario local Ohio News.

Delirio Prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora