6.1 Presente

4.4K 405 83
                                    

Claire:

Mi traición me pesa tanto en mi conciencia que esa noche no puedo dormir y si lo hago, termino soñando con Rush.

Y eso sucede, cuando Eliott irrumpe precisamente en mis sueños húmedos.

—Claire...

Abro los ojos y lo encuentro despierto a mi lado, tiene una sonrisa y siento las mejillas sonrojadas.

Y dios... estoy empapada ahí abajo.

—¿Con qué soñabas?

Ay, Eliott.

—¿Claire...tenias sueños húmedos? . —El me da una sonrisa pícara.

—Claro que no.

—Comprobémoslo.

Mi novio mete la manos en mis bragas y si, me encuentra húmeda, lo que lo pone duro.

—¿No que no?

—Eliott, no tengo ganas...

A menos que sea la polla de Rush.

Dios no...

Lucifer me tiene un asiento exclusivo a su lado.

—Tonterías, si quieres, no hace falta avergonzarte. Tu novio terminará ese bonito sueño por ti.

—Eliott, no quie..

El me coge la muñeca y yo me callo de golpe, aprieto los labios al notar cierto malestar en sus ojos.

No me gusta molestarlo y es mi novio, encontrándome mojada, creo que yo haría lo mismo.

Cuantas veces prácticamente lo he convencido de tener sexo, aunque llegara cansado del trabajo.

—Esta bien...

Me da un beso cálido y se sube encima de mi, pero cuando empieza, no llega a ser ni la mitad de bueno como me sentí esta tarde.



















(***)


—¿Estas enferma?

Es la traición la que me ha puesto en este estado.

—Estoy cansada, hoy no iré a trabajar.

Y no quiero encontrarme con el.

—¿Ya avisaste o quieres que avise por ti?

—Yo lo haré, Eliott.

—De acuerdo, descansa. —Me da un corto beso y abandona la habitación.

Finalmente me quedo sola.

Mi culpa y yo.





















(***)


"Olvide unos documentos, Rush Walker está cerca y pasará por ellos"

Lo que me faltaba.

Termino de leer el mensaje y tocan el timbre, nerviosa me dirijo a abrir y si, es el, con una sonrisa confiada.

—Veo que puedes caminar...

Mi cara arde.

—¿Qué demonios , Rush?

—Creo que Eliott fue muy claro. —Y sin mi permiso ingresa a mi casa.

—Los documentos están en la mesa, tomalos y marcharte.

El Dilema de Rush & ClaireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora