Atlanta, 18 de Abril del 2015:
Claire:
Calor, deseo...
Es la primera reacción que siente mi cuerpo, cada vez que Rush me folla.
Sus manos varoniles se deslizan por toda mi piel, sobre todo en mis curvas, aprieta y frota, casi tan fuerte, como su polla se frota dentro de mi.
Gimo disfrutando de esa dureza.
—Oh, Dios.
—Te gusta mucho ¿No?
—Ahh.. —Me sostengo de su cuerpo, mientras me obliga a dar un salto y caer de golpe. —Oh... Rush.
Su boca calla mis gritos.
Me mira a los ojos con una sonrisa. —Eso...
Rush hace otro movimiento de caderas.
—Disfrútala toda, Claire.
Me besa en el cuello y de salto en salto, me hace llegar con una última estocada.
Respiro agitada contra su pecho y nuestras bocas se tocan, nos sonreímos y caemos contra el colchón.
(***)
—Tengo que volver...—Rush se coloca la camisa y empieza a abrochar los botones. —Mi padre está obsesionado con verme cumplir bien su trabajo.
—Es normal, eres su único hijo hombre... los padres siempre...
—Lo se. —Me interrumpe. —Pero preferiría mil veces quedarme contigo.
El corazón se me acelera, Rush abrocha también esos botones en sus mangas y se acerca a mi, me derriba contra la cama y nos besamos lento.
—Me gusta esto. —Dice mirándome, con esas manos sobre mi rostro.
Muerdo mi labio. —A mi también.
—¿Lo hacemos oficial de una vez?
Mi sonrisa se borra por completo.
—Creo que debemos decírselo.
Dios, Megan.
Atlanta, 24 de Abril del 2015:
Ayudo a colocar las velas de cumpleaños sobre el pastel y aunque es el cumpleaños del padre de Rush y Claire, es ella quien luce más emocionada, mientras las chicas de servicio y yo disfrutamos de su emoción.
—¿Qué te parece, Claire?
Separo los labios, pero es Rush quien nos interrumpe, entrando por la cocina.
—Son demasiadas velas.
—Tu opinión no cuenta, imbécil. —Le suelta Megan. —Y es una vela por cada año.
—Siento que cubre todo el pastel.
—De eso se trata. —Respondo yo, Rush me sonríe.
Megan va a responder, cuando escuchamos la puerta.
—¡Oh! ¡Es papá!
Megan se adelanta y le pide a las chicas que lleven el enorme pastel a la sala, salgo detrás de ellas, hasta que una mano firme se envuelve en mi cintura.
—Rush...
—Que hermosa te ves hoy. —Me dice apretándome contra el, mis mejillas se acaloran. —Ese vestido es increíble.
Su tacto pasa de mi cintura y baja, cierro los ojos y permanezco quieta, disfrutando de como sus dedos se curvan por mi trasero e ingresan por mi vestido, toda su amplia mano se desliza y llega a mi vagina apretándome.
—Dios mío, Rush.
—¿Será que siempre te encontraré lista para mi?
Abro los ojos y muerdo mi labio.
—Follemos..
—Ahora no podemos. Es la casa de tus padres.
Me gira hacia el, atrayéndome a sus labios.
A Rush no le interesa que alguien nos vea, atrapa mi boca y empuja mi cuerpo contra la nevera.
Ambos reimos cuando suenan las botellas y el vuelve a capturar mis labios, a lo que reacciono, bajando ambas manos por su espalda y apretando a Rush contra mi, su mano se apoya en mi muslo ya dentro de mi falda, llega a mi trasero y me baja las bragas un poco, rompo el beso.
—Rush...
Sus ojos lujuriosos se encuentran con los míos.
—No vas a follarme en tu cocina.
—Me suena a un buen lugar para follar.—No lo niego.
—Con tus padres aquí y con cualquiera que pueda entrar...
—Lo hace más caliente ¿No?. —Me besa.
Otra vez sus labios toman el control, giro el rostro y su boca se ubica en mi cuello, Rush me levanta, apoyando mis muslos alrededor de su cadera.
Siento su erección y deseo su polla.—Joder... ¿Qué has hecho conmigo?
Su boca me abandona y hace un movimiento de caderas.
—No dejo de desearte, Claire... me vuelve loco tocarte.
Muerdo mi labio.
Recibo su beso y bajo las manos por su trasero, nos frotamos juntos, por encima de la ropa, pero es solo eso.
Gemimos casi en silencio, besándonos y tenemos la suerte que para acabar nadie haya entrado.
Me acomodó el cabello. —¿Cómo me veo?
—Follada.
—Rush...
El se ríe y coloca un mechón detrás de mi oreja.
—Te ves bien. Muy hermosa.
Sonrio y sus labios tocan los míos, la voz de Megan nos logra separar.
—Pero... ¡¿Qué esta pasando aquí?!
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El Dilema de Rush & Claire
RomanceCuando Rush Walker y Claire Parks se conocieron, la química fue tan instantánea que su amor no tardo en florecer . Todo era perfecto. Si, lo era, hasta que Rush tomo la decisión de engañar a Claire. Han pasado 3 años desde un corazón roto y su divo...