El Dilema de Rush & Claire

1.1. Presente

Claire en multimedia.

Claire:

Conocer a las personas es mi habilidad, distinguir sus gustos en unos cuantos diálogos es algo que debo saber manejar en mi trabajo.

Es por eso que siempre hago una entrevista antes de decidir qué casa ofrecerles y luego, selecciono aquel que se acople muy bien a sus estándares personales y claro que económicos.

—¡Me encanta!. —Es la reacción de la mujer del hombre, quien por lo que analizo, será el quien vaya con todos los gastos completos. —¡Esta es mi, amor!

Sonrio, después de darle un corto recorrido, fue la decisión que ella tomó, aunque el brillo ya estaba en sus ojos cuando les "Presente" una de las candidatas casas de la inmobiliaria.

—Cariño.. ¿Estas segura? Tienes otros modelos de casas.

—No quiero ver otra, quiero esta casa. —Dice parándose en medio, estira los brazos. —¡Cómprala!

El pobre hombre suspira y mientras la mujer no deja de emocionarse, el me pide que lo acompañe a un rincón.

—Esta es la casa.

—Ella luce encanta.

—Demasiado... acabamos de casarnos y deseábamos encontrar una que fue perfecta para nosotros. —El carraspea. —Para ella.

—Lo comprendo.

—¿Está casada?

Casada...

—Aún no. —Respondo. —Pero convivo, así que...

—Prácticamente es lo mismo. —Él se ríe. —¿Dónde debo firmar, señorita?

Con una sonrisa, le doy las indicaciones.

(***)

—¡Ya estoy en casa!. —Grito entrando por la puerta principal de la casa.

Es tarde, pero logro distinguir unas pequeñas luces que vienen del comedor y al ingresar a este, me encuentro con una hermosa cena de pareja, con dos velas alumbrando.

Sonrio y mi novio, Eliott aparece con un ramo de rosas en las manos.

—Feliz aniversario, Claire.

Me arrojó a sus brazos tomando las rosas y le plantó un beso en los labios.

—Vaya sorpresa...

Su sonrisa crece, observo la mesa.

—¿Y el postre?

—¿Quieres ir directamente al postre? Vamos al postre...

Me río y tomo su mano. —Quiero probar lo que hiciste.

—Existe la opción de guardarlo.

—Sí que quieres tener sexo enseguida.

Tomo asiento igual que él.

—Con el trabajo que tengo, el sexo con mi novia es lo mejor del día.

—Tu trabajo es bueno, Eliott. —Enarco una ceja. —Y si lo dices de ese modo pensaré que de tener un trabajo más gratificante para ti será mejor que tener seco conmigo.