capítulo treinta y dos

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Habían pasado dos semanas desde que la madre de Valentín despertó, seguía en el hospital pero cada día mejoraba más y más

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Habían pasado dos semanas desde que la madre de Valentín despertó, seguía en el hospital pero cada día mejoraba más y más.

Valentín iba cada día a visitarla, no podía estar más contento.

Pero hoy no iba a entrar solo, hoy iba a presentarle a Dani.

Daniel estaba nervioso, demasiado, no sabía cómo era la madre y cómo se lo iba a tomar, ¿Y si es homofóbica?, ¿Y si no le gusta como novio de su hijo? A él este tipo de cosas le parecían una pavada, era novio de su hijo no de su mamá, pero Valentín estaba tan apegado a su mamá y temía que se tengan que separar por eso.

Daniel veía el reloj de su celular a cada rato, con emoción y miedo al mismo tiempo. Cuando se estaba bañando había tenido tiempo de pensar su vida sin Valentín y no le gustó para nada. Se había acostumbrado tanto a el ojiazul.

Ahora se encontraba en la sala de espera, esperando que Valen salga y le diga para entrar.

Por otro lado, Valentín estaba emocionado por presentarle a su mamá su novio, estaba seguro de que iba a amarlo. Su mamá tenía una leve preferencia con las personas de baja estatura, le causaban ternura y las amaba.

-¿Estás listo? -le preguntó Valen estirándole la mano a su novio-.

-Sí -respondió dudoso Dani-.

-Ey, ¿Qué pasa?

-Tengo miedo, Valu, ¿Y si no le caigo?

-¿A quién no le vas a caer? Sos hermoso amor y no hablo del físico solamente. Además, sé que mi mamá te va a adorar, creeme.

Dani le sonrió y le agarró la mano.

-¿Vamos? -preguntó Valen parándose-.

-Vamos -se paró también-.

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