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Entramos al cuarto del hospital y se me erizó la piel enseguida.
Calmate, pensé.
-Hijo -saludó su mamá contenta-.
-Ma, ¿Te acordas que te hablé sobre Dani?
¿Cómo que le habló sobre mi? Me muero de amor.
-Si hijo, cómo olvidarlo -se rió-.
-Bueno, es él -me soltó la mano para abrazarme por los hombros-.
Su mamá me miró sorprendida y luego miró a su hijo.
-Me encanta su pareja -habló sonriendo haciendo que yo relaje todo mi cuerpo, Valen rió por eso-.
-¿Viste? -Valen recostó su cabeza en la mía-. Somos hermosos.
-Ay hijo -se rió su mamá-. Bueno, cuentenme, ¿Cómo se conocieron?
-En la sala de música del colegio -hablé-.
-Ay que lindo, a Valen siempre le gustó la música, desde chico -contó-.
-¿Ah si? -miré a Valen con una sonrisa-.
-Sí, se la pasaba cantando y escuchando música, a veces hasta escribía. Todavía tengo algunas de sus letras guardadas.
-¿En serio?
-Sí, tendría que buscarlas.
-Yo también quiero leer eso -habló Valen sentándose en el sillón, me hizo señas con la mano indicando que me siente en sus piernas y eso hice-.
-Ya le diré a tu tía que las busque.
Estuvimos toda la tarde hablando con la mamá de Valen, esa señora era un sol. Me contó tantas cosas de Valen, ahora podía decir que era un travieso de chico. Me imagino lo difícil que debe haber sido cuidarlo.
-¿Y? ¿Cómo te cayó mi mamá?
-Súper bien, amor -me estiré y le di un beso en la mejilla-. Soy su fan. La amo.
Valen rió ante mi comentario y apretó mas el agarre de nuestras manos.
