A veces las personas llegan a tu vida de manera inesperada cuando algo te está haciendo falta... Algunas traen paz... Otras traen ese caos que te desorganiza y pone tu estabilidad patas arriba... Irónicamente a veces eso es justo lo que necesitas.
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Cuando Kitty abrió sus ojos apenas podía creerlo... ¿Cómo era posible? Un minuto antes estaba segura que moriría encerrada en el baño de visitas con Isla... y ahora...
- ¿Qué pasó? ¿Dónde estamos? ¿Qué es esto? - Preguntaba ella desconcertada.
- Cálmate Kitty... Prometo explicártelo todo, pero ahora necesito unos minutos...
Isla se dejó caer al suelo, abrazó sus rodillas y enterró su rostro entre sus brazos, Kitty no podía estar más confundida pero tampoco podía ignorar el estado de su hermana, la escuchaba llorar y la veía temblar.
No sabía exactamente que debía hacer o si en realidad hubiera algo que pudiera hacer, lo único que estaba a su alcance en ese momento era sentarse junto a Isla e intentar entender.
- Entonces... ¿Es cierto? ¿Ese no era Trevor?
Isla negó sin levantar el rostro.
- ¿Él? Isla... ¿Está muerto?
- Demarco murió cuando Jermaine lo habitó... y ahora está en el cuerpo de Trevor.
Isla volvía a llorar, Kitty no pudo evitar llorar también.
- ¿Lo crees en serio? Tal vez... No lo sé... ¿Y si él...
- ¡Murió Kitty! Trevor murió... y es mi culpa... mi culpa...
Isla vio pena en la mirada de su hermana pero también vio incertidumbre, era obvio que Kitty no supiera que creer y no podía culparla por eso, de todos modos era innegable que todo aquel desastre era exclusivamente su culpa y ahora no había nada que pudiera hacer para cambiarlo.
Trevor había pagado un precio muy alto por atreverse a quererla y el dolor que le estaba causando su perdida se estaba volviendo insoportable, se fue ganando su corazón con tanta sutileza que ni siquiera notó el momento en que lo había dejado entrar, no podría decir en que momento pasó, no podría decir como fue que pasó, si fue su forma de mirarla, su forma de hablarle, o esa inquebrantable insistencia de no renunciar a ella... se había enamorado de él y al hacerlo lo había condenado.
- Te dije que no era buena para ti... debiste hacerme caso y alejarte de mi cuando aun podías - Le decía ella a la nada - Eres un tonto... ¿Por que no me escuchaste? Sé porque - Se respondió ella misma - Tú confiabas ciegamente en mi, prometiste no renunciar y lo cumpliste... debí apreciarte más, debí besarte más, debí haber insistido en amarte anoche... Ya no estás y te juro que no lo entiendo... no quiero entenderlo...
Kitty miraba a su hermana deseando no estar ahí, en ese momento fue bastante obvio que lo que Isla compartía con Trevor era mas intimo y personal de lo que ella creía, eso la hizo sentir una intrusa.
De repente Isla dejó de llorar, las lagrimas comenzaron a secarse en su rostro mientras su respiración se iba acompasando y su cuerpo empezaba a relajarse.
