"Vale la pena vivir, vale la pena seguir viviendo, siempre hay un para qué... Viktor Frankl."
Trevor le sonrió a su rústica tarjeta y la añadió a las demás que finalmente no sabía si se atrevería a entregarle a Isla como regalo de cumpleaños.
Solo sabía que lo hacía feliz escribirlas pensando en ella.
El cumpleaños de Isla y también el suyo... Estaba al contar de las horas.
Habían pasado algunos días en los que la vida parecía seguir con total normalidad.
No más tarjetas de ultratumba.
No más encuentros del más allá.
No más pérdidas de conciencia.
No más sueños hiper-realistas.
No más Isla...
Si.
Aún pensaba en ella...
Guardó la tarjeta de ese día con las demás y salió de su habitación.
En ese momento Fausto y Félix entraban por la puerta principal muriendo de risa.
— ¡Hey! Hola encanto — Dijo Félix.
Trevor sonrió.
Fausto había conseguido el trabajo en el centro geriátrico y era la excusa perfecta para ver a Félix todos los días...
— ¿No deberías estar trabajando? — Le preguntó Trevor a Félix.
— No hoy... Finalmente la matriarca si quiere festejar y vamos a salir esta noche.
— Pero es mañana — Dijo Trevor.
— Ya sabes... Dramatismo nivel Isla, a la media noche será oficialmente su cumpleaños y nosotros estaremos ahí para verla soplar las velitas... ¿Quieres venir?
Fausto resopló.
— No he sido invitado — Dijo Trevor — Y de cualquier manera no puedo... Trabajo hoy.
Trevor había conseguido trabajo en un bar, en el turno de noche sirviendo mesas.
— Hoy es miércoles — Se quejó Félix.
— Trabajo de miércoles a domingo.
— ¿En serio vas a seguir con la necedad de no volver al equipo de Isla de fantasmas?
— No es necedad... Es paz mental.
— Bien... No insistiré, aunque estoy seguro que a Isla le gustaría verte...
— Si... Claro...
— Lo digo en serio, pero ni modo trabajo es trabajo... Te enviaré fotitos.
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Isla de fantasmas
ParanormalA veces las personas llegan a tu vida de manera inesperada cuando algo te está haciendo falta... Algunas traen paz... Otras traen ese caos que te desorganiza y pone tu estabilidad patas arriba... Irónicamente a veces eso es justo lo que necesitas. ...